Cellnex Telecom hará suyas 1.500 torres de telefonía de Orange España por un importe en efectivo de 260 millones de euros y durante un periodo de 10 años prorrogables hasta otros 10 años. Con este movimiento, el grupo español se consolida como el principal operador europeo independiente de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas, con una cartera total que ronda los 47.500 emplazamientos. Según ha comunicado a la CNMV, "el proyecto está alineado con la estrategia de crecimiento de Cellnex y cumple totalmente con la estricta política de creación de valor de la compañía".
Frente a las ofertas de American Towers, Axion, KKR y de otros grupos de capital privado y de infraestructuras, Cellnex ha convencido a la multinacional francesa para convertirse en el socio de infraestructuras que demandaba desde finales del pasado verano. Según explica Orange a través de un comunicado, el acuerdo permitirá a la teleco "reasignar sus recursos a proyectos de inversión que supongan una mayor creación de valor para la compañía como, por ejemplo, el despliegue del 5G o la mejora de su infraestructura de FTTH y con el objetivo último de maximizar la rentabilidad del negocio de Orange España en su conjunto".
La señal de alerta en el sector la encendió el consejero delegado Stéphane Richard en la conferencia Anual Communacopia, celebrada el pasado 25 de septiembre en Nueva York (EEUU), cuando mostró su disposición a poner en valor este tipo de activos. En ese mismo evento participaron los representantes de Cellnex, quien posiblemente no perdieron ocasión para estrechar relaciones con la cúpula directiva de la multinacional gala. A decir del acuerdo ahora conocido, unos y otros debieron convenir que la propiedad de las torres no es un negocio estratégico para los operadores de telecomunicaciones. Esa opinión ya han madurado otros gigantes de la telefonía en España. Es el caso de Telefónica, a través de su filial Telxius, ahora enmarcada en Telefónica Infra. También del grupo Vodafone, por medio de la recién creada TowerCo, donde agrupa 61.700 de torres repartidos en una decena de países europeos, de las que 9.700 se encuentran en España (una vez descontadas las compartidas con Orange España). Deutsche Telekom también cuenta con su equivalente, en sintonía con una tendencia global a la que ahora se suma Orange.
El Grupo Orange anunciará hoy la segregación de sus 59.000 torres en una nueva nueva filial, como ya ha hecho Telefónica, Vodafone y Deutsche Telekom
También el pasado septiembre, en la rueda de prensa previa a la junta de accionistas de Cellnex Telecom, el consejero delegado del grupo, Tobías Martínez, lanzó un mensaje a navegantes que parece ha logrado llegar a feliz puerto. Entonces animó a las filiales españolas de Orange y Vodafone a "plantearse si les interesa externalizar sus redes a un tercero, con un contrato sólido de operaciones que les garantice el acceso a las infraestructuras en los próximos 20 o 30 años".
En España, Cellnex dispone de cerca de 8.800 emplazamientos, de los que 3.300 corresponden a Movistar y Yoigo (MásMóvil), adquiridos en tiempos de Abertis Telecom, a las que se añaden otro medio millar de Yoigo, adquiridas a finales de 2017. En el caso de las antenas adquiridas por Cellnex a Orange, el ratio de compartición inicial de cada site es de 1,8 veces. Además, el grupo francés se adjudica sobre las referidas 1.500 torres la consideración de "cliente principal" por medio de un contrato de arrendamiento vinculado a la inflación sobre los 10 primeros años y, después, por posteriores periodos de un año hasta sumar 20 años.
Anuncio de Orange
El grupo Orange prevé anunciar en las próximas horas la segregación de su negocio de torres de telefonía -compuesto por más de 59.000 emplazamientos en Europa, África y Oriente Medio-, en una compañía independiente con el objetivo incrementar su valor de mercado en 10.000 millones de euros. Morgan Stanley ya estimó hace sólo tres semanas que las torres de Orange generarían unos ingresos anuales de 600 millones de euros y que una eventual desinversión de los activos reportarían al grupo galo entre 8.000 y 10.300 millones de euros.
Los analistas de Morgan Stanley ya apuntaron la semana pasada, tras la exitosa ampliación de capital de Cellnex, que el grupo "mantiene una capacidad para realizar operaciones de 4.000 millones de euros", para sugerir que seguirá adquiriendo torres de "las endeudadas telecos o de los fondos de infraestructuras". De la misma forma, José Manuel Aisa, CFO de Cellnex, también aventuró a finales del pasado verano que su grupo estaría en condiciones de acometer "nuevas operaciones de gran calado".
Conquista de Europa
En lo que está siendo el gran año de su crecimiento transformacional, Cellnex Telecom ha logrado a lo largo de 2019 cinco acuerdos de adquisición de activos y compañías que, una vez formalizados, le llevarán a ampliar en cerca de 24.000 la actual cartera de activos en los siete países europeos en los que la compañía está presente: España, Italia, Francia, Reino Unido, Suiza, Países Bajos e Irlanda. La última ofensiva antes del movimiento en España fue el acuerdo para adquirir la división de telecomunicaciones de la compañía inglesa Arqiva, con la propiedad de 7.400 emplazamientos y los derechos de comercialización de otros 900 sites, por 2.400 millones de euros. El pasado septiembre anunció la adquisición de Cignal en Irlanda (con 546 emplazamientos) por un total de 210 millones de euros. En junio hizo lo propio con BT, con 220 torres de telecomunicaciones y anteriormente con Iliad –en Francia e Italia– y con Salt en Suiza para adquirir 10.700 emplazamientos (5.700 en Francia, 2.200 en Italia y 2.800 en Suiza, con una inversión total prevista de cerca de 4.000 millones de euros.
Según informa la compañía, desde su salida a bolsa en 2015, el grupo ha ejecutado o comprometido inversiones de 10.800 millones de euros destinados a la adquisición o construcción –hasta 2027– de hasta 42.700 infraestructuras de telecomunicaciones. Entre los accionistas de referencia de Cellnex se encuentran ConnecT con, el 29,9% en el capital, así como CriteriaCaixa, Blackrock, Wellington Management Group y Canada Pension Plan con participaciones minoritarias.