
Mediaset gana tiempo para cerrar la salida de Vivendi de su capital y salvar la fusión de sus negocios español e italiano en Holanda. El Tribunal de Milán ha aceptado retrasar la reanudación de la vista hasta el 29 de noviembre para dar margen de maniobra a los dos grupos de comunicación para "alcanzar una conciliación sobre la controversia". Esta decisión mantiene así hasta el viernes la suspensión provisional de los acuerdos de la junta de 4 de septiembre en la que se aprobó la fusión por beneficiar a la familia Berlusconi.
La dueña de Telecinco está negociando contrarreloj con el grupo francés para que venda su 28,8% y salga de la compañía. Algo que Vivendi está más que dispuesto a hacer puesto que no le compensa quedarse en un grupo en el que no se tienen en cuenta sus intereses y donde las prácticas de buen gobierno corporativo están en cuestión.
El único escollo aquí es el precio y conseguir el dinero. Y es que, el grupo de la familia Bolloré se niega a aceptar los 2,77 euros por acción que Mediaset Italia ofrece en la propuesta de fusión a los accionistas que se opongan a la misma y quieran abandonar el capital del nuevo grupo. El precio que Vivendi ha puesto sobre la mesa son 3,25 euros por título, lo que implica valorar su participación en la cadena italiana en unos 1.105 millones de euros.
El grupo de la familia Bolloré se niega a aceptar los 2,77 euros por acción que Mediaset Italia ofrece
El viernes pasado no consiguieron llegar a un acuerdo en el precio en el acto de conciliación organizado por el Tribunal de Milán ya que Mediaset no sólo no parece dispuesto a subirlo si no que también tendría problemas para conseguir los fondos para pagarlo. Y es que, el acuerdo que firmó con el fondo Península Holding para que se hiciera con hasta 350 millones de acciones de la nueva sociedad holandesa por 1.000 millones sólo se activa si la fusión se lleva a cabo y está por debajo de lo que costaría sólo pagar a Vivendi. Además, aceptar abonar más al grupo galo por sus acciones podría suponerle un problema con otros minoritarios que buscan ejercer su derecho de salida por discriminación. En el mercado las acciones de Mediaset Italia cotizan a 2,73 euros, por lo que no es opción.
En la propuesta de fusión, Mediaset fijó un tope de 180 millones para pagar a los accionistas que querían abandonar la fusión como una de las condiciones suspensivas para ejecutarla. Una condición que abrió la puerta a eliminar a última hora visto el número de inversores interesados en ejercer su derecho de retiro. Así, las acciones que no compre Península las tendrá que asumir la propia empresa o alguno de sus accionistas.
Tras la reunión de conciliación celebrada el viernes pasado en el tribunal de Milán, en la que se aceptó dar más tiempo para llegar a un acuerdo, Mediaset anunció la modificación de parte de los estatutos de MFE, tal y como le sugirió el juez, "con el fin de alinear aún más algunos aspectos específicos de gobierno corporativo con las mejores prácticas actuales". Las modificaciones se votarán en una junta extraordinaria convocada para el 10 de enero en la que, a diferencia de la del 4 de septiembre, sí que podrá votar Simon Fiduciaria, que tiene el 19,9% de los derechos de voto de Vivendi. Con este gesto, los Berlusconi tratan de inclinar la balanza a su favor ante la justicia italiana, que parece dispuesta a anular la fusión en caso de que Vivendi se quede. España también ha suspendido cautelarmente la operación.