Starwood se consolida como uno de los inversores más activos en el mercado de oficinas con una inversión de 600 millones de euros desembolsada en los últimos 18 meses. La última operación del fondo estadounidense se cerrará este jueves, cuando está previsto que se selle la compra del Parque Empresarial Las Mercedes, en Madrid, según han confirmado fuentes del sector a elEconomista.
La socimi GO Madrid Benz, controlada por GreenOak, es la actual propietaria de este complejo empresarial, que el pasado 12 de noviembre en una Junta General Extraordinaria aprobó el traspaso de este activo.
GreenOak adquirió Las Mercedes en junio de 2016 y pagó a su anterior propietario, Standard Life Investment, 140 millones de euros. Ahora, las mismas fuentes aseguran que la transacción se cerrará por 205 millones de euros.
La operación, en la que CBRE ha actuado como asesor del vendedor, se convierte en la sexta de mayor volumen en lo que llevamos de año, por detrás de la transacción de Castellana 200, también en Madrid, que se cerró por unos 250 millones.
El parque empresarial de Las Mercedes, situado frente al aeropuerto de Barajas en el número 1 de la calle Campezo, cuenta con una superficie total de 79.000 metros cuadrados, nueve edificios y una ocupación del 84%. El complejo también tiene 1.650 plazas de aparcamiento y una zona ajardinada con patios y fuentes en torno a la que se distribuyen los edificios. Entre sus inquilinos se encuentran Altran, Xerox, Enaire o la Agencia Estatal del Medicamento.
Con esta compra, Starwood, que va de la mano de Drago Capital, se posiciona como uno de los mayores operadores de grandes parques empresariales. Así, en el verano de 2018 se hizo con el complejo San Fernando Business Park, en Madrid, por 120 millones, y a principios de este año adquirió Parque Omega, que se incluía dentro de la cartera de activos de la socimi Autonomy, con la que dio su primer paso en Barcelona, con un complejo de oficinas en la zona del 22@.
Este verano también acordó la compra de la cartera Heritage, que pusieron en el mercado Oaktree y FREO, por la que pagó algo más de 150 millones de euros y que estaba compuesta por cinco edificios de oficinas en Madrid y Barcelona.
