
La batalla por el control de Itínere afronta en las próximas semanas varios hitos judiciales. Los actuales –y los antiguos– accionistas de la concesionaria de autopistas española mantienen abiertos en la actualidad cuatro litigios que cruzan sus distintos intereses. Dos se dirimen en la Corte de Arbitraje de Madrid y otros dos en los juzgados ordinarios.
El primero de ellos se refiere al contrato de accionistas que suscribieron en 2009 Sacyr, Abanca, Kutxabank y Liberbank para darle el control político de Itínere a Gateway. Este vehículo, participado por fondos internacionales y gestionado en origen por Citi –posteriormente lo cedió a Corsair–, adquirió el 37,9 por ciento por 650 millones de euros, en una operación que permitió a la concesionaria esquivar el concurso de acreedores.
Los problemas saltaron a la escena pública en el verano de 2017, cuando Sacyr, Abanca y Kutxabank, que sumaban el 55 por ciento de Itínere, intentaron vender sus participaciones a Globalvia. Gateway se opuso y dio al traste con la operación. Lo hizo, además, con el apoyo de Liberbank, que inicialmente pretendía traspasar también sus acciones (5,67 por ciento), pero no al precio que planteó entonces la concesionaria presidida por Juan Béjar. La constructora y las entidades financieras elevaron el enfrentamiento a la Corte de Arbitraje de Madrid. Un año después, en julio de 2018, siguieron adelante con la venta a Globalvia, por un precio superior (1.300 millones frente a 1.150 millones de valoración). Sin embargo, Gateway, junto con el fondo de pensiones holandés APG (a través de Estivo), ejerció su derecho de primera oferta para comprar las acciones de Sacyr y Liberbank. Con ello, elevarían su participación a casi el 60 por ciento, por el 40,2 por ciento de Globalvia. La concesionaria, sin embargo, demandó en el juzgado de Primera Instancia 82 de Madrid a Sacyr por incumplir el acuerdo y le reclamó 100 millones de compensación. La constructora vendió en febrero su 17,56 por ciento a Itínere Investco, heredero de Gateway.
El pasado 2 de septiembre la Corte de Arbitraje emitió el laudo en el que declara resuelto el pacto de accionistas a partir de febrero de 2018, antes, por tanto, del acuerdo al que llegó Globalvia con Sacyr, Abanca y Kutxabank. Las partes, no obstante, han solicitado al tribunal aclaraciones y se prevé que se pronuncie en firme antes de Navidad. Entretanto, Globalvia incorporó hace unas semanas como prueba este laudo en el juicio contra Sacyr, pero la jueza lo inadmitió. Ante esa decisión, Globalvia trasladó una solicitud de desistimiento en el objetivo de abrir un nuevo proceso en otra instancia. Sacyr y Gateway han presentado en los últimos días un escrito de oposición en aras de que haya una sentencia. La magistrada resolverá próximamente.
Un tercer conflicto que se dirime también en la Corte de Arbitraje de Madrid es el relativo a Arecibo, la sociedad originalmente participada por Gateway y Kutxabank con la que el fondo buscaba redoblar el blindaje para controlar Itínere y que, además, ostenta la mayoría del capital de la concesionaria (el 52,87 por ciento). Kutxabank demandó a Gateway en 2018 para romper el pacto y controlar así sus acciones de manera directa para facilitar su venta. Hoy, tras las operaciones acontecidas, Estivo (APG) tiene el 69,92 por ciento de Arecibo y Globalvia el 30,08 por ciento. La decisión sobre esta disputa también se espera para las próximas semanas.
Guerra de bufetes
Por último, Globalvia demandó a Itínere en un juzgado de Bilbao por impedirle entrar en el consejo de administración en representación de su 40 por ciento. Los accionistas arguyen son competidores. El juez que instruye este caso es el mismo que rechazó una reclamación similar de ACS contra Iberdrola.
En esta batalla legal participan Ashurst (Gateway), Allen & Overy (Globalvia), Uría Menéndez (Kutxabank y Abanca), Cortés (Sacyr), Linklaters (Liberbank), Baker & McKenzie y Garrigues (Itínere), o Freshfields (Estivo, APG).