Cinco presidentes del Ibex 35 no apuestan su dinero por el futuro de las compañías que dirigen. El presidente de Red Eléctrica, Jordi Sevilla; el presidente de Aena, Maurici Lucena; el presidente de Siemens Gamesa, Miguel Ángel López; el presidente de Endesa, Juan Sánchez Calero, y el presidente de Cellnex, Franco Bernabé, no tienen ni una sola acción de sus compañías. Este grupo de empresarios son los únicos grandes representantes de las compañías del principal índice bursátil español que no han invertido ni un solo euro de sus bolsillos en las empresas que encabezan.
Todos ellos tienen una coincidencia, a excepción del presidente de Aena, ninguno de ellos tiene funciones ejecutivas. Una parte de ellos además o bien presiden empresas controladas por compañías de otros países -como el caso de Gamesa o Endesa- o tienen una amplia participación pública como el de Aena.
Caída de REE
El presidente de Red Eléctrica, Jordi Sevilla, ha cumplido ya su primer año en la compañía tras aquel enigmático tuit del 4 de junio en el que aseguraba: "Quienes convierten la política en un pim pam pum parlamentario y en un lodazal mediático, ¿de verdad se sorprenden de que haya gente que no quiera renunciar a su vida/profesión para meterse en ese territorio tan hostil? Pa' pensar". En todo este tiempo, Sevilla ha seguido lanzando mensajes políticos desde la red social, pero no ha destinado ni un solo euro de su retribución a apostar por la compañía que preside. Una situación que en el caso de esta empresa se recrudece porque casi todo el resto del consejo de administración del gestor técnico del sistema eléctrico sigue la misma línea: no tiene acciones.
El único que mantiene unas opciones es el nuevo consejero delegado, Roberto García, porque se le entregan como retribución, así como algunos de los principales directivos. Miguel Duvison, director de Operación, mantiene como retribución la opción de recibir acciones a 18,12 euros por título, al igual que la directora de Transporte, Eva Pagan.

La decisión de Sevilla de no invertir en REE, no obstante, parece acertada porque desde su llegada a la presidencia Fitch Ratings ha rebajado la calificación crediticia a largo plazo de la Corporación a A-, desde A. La agencia señala que la rebaja en la calificación de la compañía se debía a que el plan estratégico 2018-2022 anunciado por Sevilla en febrero "no respalda una estructura de capital consistente con el nivel de calificación A en el medio plazo", igual por ese motivo ya ha anunciado que prepara uno nuevo apenas un año después del anterior.
Según Fitch, el alto nivel de compromiso inversor a 2022 de la compañía, con un plan de inversión de 6.000 millones de euros, incluyendo la adquisición de Hispasat, junto con la revisión de la retribución a sus actividades de redes prevista a partir de 2020 no se contrarresta suficientemente con el recorte en el dividendo a partir del año que viene.
El plan estratégico de la compañía prevé inversiones de 6.000 millones hasta 2022, que casi duplica la cifra ejecutada en el periodo 2014-2018 (unos 3.200 millones de euros). En torno al 55% del importe se destinará a actividades reguladas en España, el 28% al negocio de telecomunicaciones, en gran parte debido a la compra de Hispasat, que se acaba de cerrar, y el 17% a concesiones de transmisión a largo plazo, principalmente en Latinoamérica.
Otra de las empresas que no atraviesa su mejor momento es Siemens Gamesa. Fuentes cercanas a su presidente, Miguel Ángel López, explican que, por contra, tiene un participación en la matriz del grupo alemán, pero la compañía atraviesa un ajuste laboral en Dinamarca y sigue dando pasos adelante para cumplir su plan estratégico y ampliar sus márgenes. Pese a todo, los títulos no están en su mejor momento y se encuentran en mínimos.
Otro de los casos lo protagoniza Maurici Lucena, que fue nombrado presidente de Aena el 16 de julio de 2018 tras la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. A diferencia de REE, en el caso de Aena el control estatal de la empresa es total, pero tanto los resultados de tráfico como económicos han sido buenos. La empresa además está haciendo un esfuerzo en contener costes, diversificar ingresos y será una de las piezas claves del Gobierno para hacer frente al mazazo que ha supuesto para el sector turístico español la caída de Thomas Cook.
Recién llegados
Los últimos en haber llegado al cargo y que todavía no han decidido invertir son Juan Sánchez Calero, presidente de Endesa, que asumió la presidencia el pasado 12 de abril en sustitución de Borja Prado, y Franco Bernabé, que tomó la presidencia de Cellnex el 25 de julio. En ambos casos, según los datos del organismo supervisor, no cuentan con una participación en las mismas.
A diferencia de estos cinco presidentes, los consejeros y accionistas de hasta 15 compañías de la bolsa española se han rascado el bolsillo en el último mes aprovechando la caída del Ibex 35, tal y como ya indicó este diario el pasado 28 de septiembre. Los primeros espadas de Telefónica, Metrovacesa, BBVA y Viscofan compraron títulos en los momentos en los que las empresas estaban de capa caída.
Las grandes empresas cuentan además con equipos de relaciones con inversores que explican a sus accionistas la situación de la compañía. Además, los proxy advisors recomiendan que parte de la retribución de los directivos sea a largo plazo y en muchos casos ligada a la evolución para el pequeño accionista.