
El Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) discrepan holgadamente en sus previsiones de demanda de gas para los próximos años, algo básico para calcular los ingresos de las redes gasistas con los peajes -abonados por los consumidores- y la subsiguiente retribución de los operadores de dichas redes.
Si el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) calcula que en 2025 se consumirán 273 TWh del hidrocarburo, el Regulador eleva esa cifra un 41%, hasta 385 TWh, lo que se traduce en una diferencia de más de 900 millones de euros únicamente ese año; desde 2020 la diferencia supera los 3.000 millones.
Las empresas del sector, como Enagás, Naturgy, Nortegás o Madrileña Red de Gas, vienen señalando que el impacto de la reforma planteada por la CNMC a su retribución regulada -del 21,8 al 17,8 por ciento entre 2021 y 2026- "no está correctamente calculado", por usar la expresión de su patronal, Sedigás, la cual añade que "las memorias de las circulares contienen información y cálculos no reproducibles que inducen a pensar en un nivel de análisis insuficiente".
El Miteco ha hecho suyos muchos de los argumentos de las empresas -cree que la reforma del Regulador se puede poner en riesgo la sostenibilidad económica y financiera del sistema- y ha convocado una Comisión de Cooperación prevista en la normativa -que aún no se ha reunido- para acercar posturas y alumbrar una normativa consensuada.
Sin embargo, esta convergencia entre ambas posiciones se antoja difícil, porque manejan previsiones de demanda de gas muy alejadas entre sí.
La propia Cartera de Teresa Ribera lo señala en su preceptivo Informe a la propuesta de Circular de la CNMC por la que se establece la metodología para el cálculo de los peajes de transporte, redes locales y plantes de GNL: los cálculos de la entidad presidida por José María Marín Quemada parten de unas previsiones de demanda que "son ambiciosas y no contemplan ninguna disminución en el volumen de gas consumido, ni en el número de clientes".
Y concreta que "En el año 2025 las previsiones de la CNMC exceden en más de 100 TWh las cifras del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC)".
El PNIEC, la planificación energética con vistas hasta 2030, diseñada para cumplir los objetivos de Clima y Energía de la UE, prevé una demanda de gas de 273 TWh para 2025. Sin embargo, la CNMC, en la memoria de impacto del proyecto de Circular, augura que la demanda será un 41% más alta, hasta los 385 TWh.
Tanta diferencia -que responde al uso previsto del hidrocarburo para producir electricidad con centrales térmicas de ciclo combinado, puesto que las necesidades de la industria y los hogares no pueden variar tanto en un quinquenio-, tiene un reflejo directo en el importe de los peajes del sistema, ya que son más baratos cuanto más hidrocarburo circule por los gasoductos.
Los peajes previstos por la CNMC en su propuesta de Circular, que cambian anualmente para cubrir todos los costes, varían desde los 20 hasta los 2,5 euros por MWh. Asignando con prudencia el valor medio, de 8,27 euros por MWh, la diferencia de ingresos entre las demandas estimadas por el Miteco y la CNMC asciende a unos 925 millones sólo en el año 2025.
Discrepancias hasta en 2020
Ahora bien, las diferencias entre las previsiones de Gobierno y Regulador son muy notables ya el año que viene: el primero prevé una demanda de gas de 308 TWh, mientras que el segundo la eleva un 14%, hasta los 353 TWh. Con el mismo cálculo grueso anterior, la diferencia económica entre uno y otro escenario sería de unos 370 millones el año que viene y mayor de 3.000 millones hasta 2025.
Hace un par de semanas, Enagás publicó su primera estimación de la demanda de gas para 2020, que resulta ser más alta que las del Miteco y CNMC: 390 TWh, un 0,3% más elevada que su actual previsión de cierre para este 2019.
Para hacer sus cálculos, Enagás tiene en cuenta las condiciones normales de temperatura, las estimaciones del PIB y las previsiones de REE en relación al mix de generación y la importación de electricidad.
Los datos del Gestor del Sistema Gasista, por lo tanto, auguran que la actual demanda de gas de los ciclos combinados se mantenga. Es muy relevante, porque este año se espera que su consumo del hidrocarburo se incremente un 57%, debido a la baja hidraulicidad y el hundimiento de la generación con carbón, penalizado por los impuestos y el coste de las emisiones de CO2.
Esta situación del mercado, por otro lado, ha llevado a Endesa a paralizar sus centrales de negro mineral, por lo que el consumo de gas quizá sea aún más elevado.