Una familia de la localidad alemana de Lahr ha resultado infectada por el brote de listeriosis después de que un sevillano de 39 años llevara hasta allí, entre otros productos, tres lotes de carne mechada de la empresa Magrudis, en su primera visita para conocer a la familia de su pareja, Caroline M.
Según ha podido conocer elEconomista, la Junta de Andalucía confirmó este pasado sábado a la mujer, de 43 años, que había dado positivo y que debía comenzar tratamiento inmediato, mientras el resto de su familia (madre, tíos y sobrinas) están allí a la espera de análisis pero también cayeron enfermos tras comer los productos llevados por el sevillano, S. G. F., que también resultó afectado anteriormente.
El hombre compró varios lotes de carne mechada (400 gramos) de la marca Magrudis el día 1 de agosto en una conocida charcutería de la calle Fernando IV, en el barrio de Los Remedios de Sevilla, y viajó a la localidad onubense de Punta Umbría el pasado día 3 de agosto con esos lotes de carne mechada precintada al vacío. Tras ingerirla cayó enfermo varios días, pero entonces desconocía el motivo de esa situación.
Días después, el 18 de agosto, viajó hasta la localidad alemana de Lahr, situada a 50 kilómetros de Estrasburgo, para conocer a la familia de su pareja. En su intento de agasajarles, les llevó aceite de oliva, jamón ibérico y la ahora tristemente famosa carne mechada contagiada.
En una reunión familiar, el día 21 de agosto, comieron la carne infectada hasta seis personas y al día siguiente todos cayeron enfermos. Se trata de su novia, la madre (de 73 años), sus tíos (35 y 31 años) y sus sobrinas (6 y 3).
Los familiares están pendiente de pruebas médicas en las que no tiene competencia la Junta
Los familiares están pendiente de pruebas médicas en las que no tiene competencia la Junta
Tras volver el día 25 a Sevilla, la pareja conoció por la Prensa lo ocurrido con la carne mechada y acudió al Hospital Virgen del Rocío para contar lo sucedido. La mujer fue enviada a casa "porque no era nada" pero al día siguiente recibió una llamada de la Consejería de Salud para que acudiera urgentemente a la Unidad Infecciosa para hacerle un análisis de sangre. Este pasado sábado 31, el portavoz del grupo de seguimiento del brote de la Junta de Andalucía, el médico José Miguel Cisneros, le confirmó que había dado positivo en sangre y le recetó que comenzara de inmediato con el tratamiento de antibióticos previsto. Sin embargo, ayer mismo recibieron otra llamada de la Junta para pasarle la factura del tratamiento médico de ella por no haber sacado tarjeta sanitaria europea.
En cuanto al resto de la familia, todos resultaron afectados pero están pendiente de pruebas médicas, en las que no tiene competencia la Junta de Andalucía. "Quería conocer a la familia y casi los enveneno", reconoce a elEconomista el sevillano que transportó la carne en mal estado sin saberlo.