Agro

El alto precio de la energía dispara los costes agrícolas

  • El gasto en fertilizantes supone un 77% de las ayudas de la PAC
El fertilizante es clave para el rendimiento de los cultivos
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Electricidad, gas, gasóleo agrícola, fertilizantes son algunos de los costes de las explotaciones agrícolas y ganaderas en los que en los últimos meses se está produciendo una escalada de precios, que prácticamente está haciendo que se dupliquen los gastos habituales.

Los productos para abonar en la sementera figuran son entre los que más inquietan por registrar los mayores incrementos. En los fertilizantes se estima que, con la subida, van a suponer el 77% de las ayudas de la PAC que se van a cobrar en comunidades como Castilla y León y Andalucía y algo menos en Aragón y Castilla-La Mancha. "En todas las comunidades está empezando la sementera y es una barbaridad porque los fertilizantes son fundamentales en la labor agrícola", afirma Lorenzo Rivera, coordinador de COAG en Castilla y León. Tan solo esta comunidad consume alrededor de 1,10 millones de toneladas de fertilizantes de media en los últimos diez años, lo que supone un desembolso de 420 millones a los que hay que sumar 350 millones adicionales por la subida de precios. En total, los productores de esta autonomía deberán destinar 770 millones de euros para abonado en sementera en otoño y primavera. Una crisis de fertilizantes en Europa amenaza con poner el precio de los alimentos por las nubes

Los precios de los fertilizantes han subido una media de entre el 50% y el 70%, pasando en algunos productos de 150 euros a 300 euros por tonelada, aunque hay casos en los que este incremento ha llegado al 80% ó 100% como el fosfato diamónico. En el cloruro potásico o el complejo 15-15-15, el aumento ha sido del 85% y 70%, respectivamente, mientras que los abonos nitrogenados han crecido más de 60%. No obstante, los precios y la situación varían semana por semana, produciéndose en la actualidad una subida del 100% en prácticamente todos los productos e, incluso, más en algunos específicos. En los nitrogenados ya ni siquiera se están vendiendo, aclaran desde COAG. Tras este crecimiento de precios están el aumento de la demanda -un 1% anual a nivel mundial desde 2011-, el precio del gas y el aumento del coste de electricidad y transportes marítimos, entre otros.

La subida está amargando el "momento dulce" que vive el campo por la subida del precio del cereal del 20%, que se está diluyendo. "El aumento que estamos soportando en fertilizantes y abonos es abusivo. En los últimos años, nunca hemos vivido esta situación. Este año teníamos algo más de alegría por la buena cosecha y los precios altos, pero nadie nos dice cómo va a ser la siguiente campaña", sobre todo, teniendo este aumento de costes, explica Donaciano Dujo, presidente de ASAJA Castilla y León.

Esta organización agraria estima que para una explotación de secano media de 200 hectáreas -con 150 hectáreas sembradas-, el aumento del coste con respecto a la anterior campaña es de 4.500 euros en fertilizantes y de 3.650 euros en gasóleo. Es decir, la sementera de 2021 supondría en una explotación cerealista 8.140 euros más que en 2020, gasto al que habría además que añadir otros costes que también crecen.

Plantas paradas

Desde la Asociación Europea de Fabricantes de Fertilizantes han explicado que los precios "asfixiantes" están haciendo que la producción de amoniaco y fertilizantes sea antieconómica por lo que varios productores han anunciado a corto plazo cierres completos o reducción temporal de la producción de amoniaco y fertilizantes. Una situación que, de prolongarse, podría afectar al rendimiento agrícola del próximo año. De hecho, "en Inglaterra ya han cerrado dos plantas y otra americana. En Europa, una ha anunciado el despido del 40% de los empleados", señala Lorenzo Rivera, de COAG Castilla y León.

El precio de la electricidad ha disparado disparado también en el riego. "Nos preocupa el incumplimiento del Gobierno de que se tengan dos cánones de potencia -doble tarifa de riego- para las épocas de riego y otro para aquellas en las que no se riega. Es gravoso el coste de la potencia porque es alto aunque no se riegue" añaden desde ASAJA Castilla y León. La factura eléctrica ha subido en este caso entre el 20% y el 30% de media.

Los costes de electricidad, gasóleo y gas también impactan en la ganadería. El vacuno de leche es uno de los más afectados por este incremento, especialmente el de la electricidad, cuyo consumo es clave en la sala de ordeño y en los tanques de refrigeración ante la necesidad de enfriar la leche a tres o cuatro grados frente a los 40 grados centígrados a los que se extrae.

"Si antes se pagaban 500 euros, ahora son 1.000, mientras el precio de la leche no llega a 34 céntimos", afirma Román Santalla, responsable de ganadería de UPA. Charo Arredondo, responsable de lácteo y vacuno de COAG y ganadera, explica que "ordeña dos horas por la mañana y dos por la tarde y tiene que enfriar la leche en el tanque de refrigeración, que consume luz y sigue funcionando a una temperatura de tres grados hasta que se recoge la leche, y luego hay que lavar todo el equipo durante una hora por la mañana y otra por la tarde con agua caliente casi hirviendo. Se nota a fin de mes que no se cubren los costes, que han subido más de un 30%", porcentaje que prevén que haya podido elevarse ya hasta el 50% con la subida semana tras semana de los precios.

La subida del precio de la electricidad, gas y gasóleo también "afectan en su conjunto" a las explotaciones de porcino, asevera Jaume Bernis, de COAG, sobre todo, para calefacción en las parideras y zona de destete y en ventiladores para el verano. En este tipo de granjas, la factura energética ha subido en torno a un 30%.

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