
La labor de los emprendedores es cada vez más reconocida en la sociedad. Además, la falta de salidas profesionales, unida a una tendencia global que prioriza el trabajo por cuenta propia, ha llevado a que la tasa de actividad emprendedora española -TEA, por sus siglas en inglés- se haya incrementado en un 2% en nuestro país en el último año, alcanzando el 5,7% -según el último informe de la red Global entrepreneurship monitor 2015 (GEM)-.
No obstante, el emprendimiento en España sigue estando por debajo de la media europea, que alcanza el 7,8%. Además, los impuestos y la burocracia continúan siendo los principales lastres de esta actividad y provocan que muchos españoles deciden salir de nuestras fronteras para lanzar o consolidar su negocio.
"El emprendedor principalmente sale fuera por motivos financieros -al no consiguir suficiente dinero en España- o para acceder a un mercado mejor", explica Oliver von Schiller, socio y director de Ad&Law, compañía especializada en servicios de asesoramiento y gestión empresarial, quien añade que "lo más habitual es que el proyecto se inicie en España, pero para adquirir un tamaño apropiado se tenga que ir del país, al menos parcialmente". Para eso, Von Schiller recomienda que el lugar de destino permita acceder a inversores para llevar a cabo futuras rondas y que haya una capacidad de acceso real al mercado objetivo.
Por su parte, desde el Ministerio de Empleo y Seguridad Social recomiendan tener en cuenta aspectos como la fiscalidad y la tributación de los beneficios, los requisitos administrativos sobre licencias y permisos de apertura.
Diferencias culturales solventadas con un socio local
Otro de los problemas que encuentran los empresarios españoles en el extranjero es el desconocimiento del idioma, de las tradiciones locales o de la legislación del país donde se asientan. Aspectos como estos llevan a muchos a la necesidad de tener que contar con un socio local, tal y como explica el arquitecto Pablo Gil, asentado en México.
"Los procesos son distintos, por lo que es necesario conocer su idiosincrasia y este tipo de socios ayudan a entender mejor la forma de trabajar", lo que se puede traducir en ventajas como la reducción del papeleo. Una experiencia similar tuvieron desde AIGA Investments, una compañía especializada en inversión, gestión y asesoramiento en proyectos alternativos y empresas no cotizadas: "Aspectos que en España son obvios, en otros países no tienen cabida, y viceversa. Es imprescindible trabajar con gente local".
De forma similar, desde Cunef Emprende, el Colegio Universitario de Estudios Financieros, añaden que unirse a un coworking para enriquecer la red de contactos puede resultar también de gran ayuda. "En algunos ambientes, como en Sillicon Valley, la cultura colaborativa podrá servir de mucha ayuda". Precisamente, esta zona de California es el principal destino que viene a nuestra mente cuando pensamos en emprendimiento internacional. No obstante, hay que tener en cuenta que allí "la competencia es muy alta y no existen ayudas gubernamentales, por lo que se necesita dinero". Así lo explica Isabel Arcones, cofundadora y consejera delegada de la aplicación Onpublico.
Por su parte, Elijah Rabek, director de Spain Tech Center (STC) -una iniciativa promovida por Icex, Red.es y el Banco Santander, cuyo fin es contribuir al fomento de la cultura emprendedora y acelerar el proceso de internacionalización de las empresas-, reconoce que "las restrictivas leyes de visados del país dificultan y encarecen el asentamiento de futuros emprendedores extranjeros en Estados Unidos".
Así, destinos como Europa se presentan como un lugar más favorable para los nuevos empresarios, debido, entre otros factores, a la divisa común o la libre circulación por el espacio europeo. En cuanto a países, Dinamarca y Reino Unido son los mejores Estados para establecer negocios, según el estudio Doing business 2016, elaborado por el Banco Mundial. Los motivos que les llevan a ocupar este puesto son "la aplicación de unas normas uniformes y homogéneas, la estabilidad económica, un régimen fiscal favorable para los emprendedores extranjeros, posibilidades de financiación y costes asumibles para iniciar el negocio".
Precisamente, uno de los países europeos con una interesante política de financiación es Luxemburgo. Así, desde Ad&Law explican que "aunque la naturaleza de las ayudas es igual a la de España, se puede acceder a más dinero sin tener que demostrar o aportar tanto como aquí". En cuanto a los sectores, Von Schiller explica que "Europa es fuerte principalmente en maquinaria industrial, sector químico o financiero, biotecnología o telecomunicaciones".
Singapur y Nueva Zelanda
A nivel global, Singapur y Nueva Zelanda se colocan en el primer y segundo puesto respectivamente para hacer negocios, según el citado informe. Mientras tanto, los emergentes, aunque presentan aspectos muy interesantes como su crecimiento o su menor competencia, también tienen factores negativos como "un mayor riesgo político, las crisis económicas -en general más acusadas-, y más dificultad para gestionar el día a día", asegura Alejandro Baigorri, miembro del Consejo Asesor de Cunef Emprende.
Por otro lado, parece que los países se están dando cuenta del valor que supone estar a la vanguardia tecnológica, por lo que "cada vez están más interesados en captar startups de otras regiones para incubarlas y acelerarlas", explican desde Ad&Law. Así, son muchas las regiones que apuestan por una política potente para captar inversión extranjera. Es el caso de Canadá, Panamá, Rusia y Emiratos Árabes, los cuales siguen dos líneas de ayuda, ya sea comprometiéndose con fondos públicos en la misma cantidad que la inversión extranjera o a través de planes de deducciones fiscales, lo que convierte a estos países en una opción especialmente atractiva para las pymes.
Pero además de estos aspectos, desde Cunef destacan otros como poner atención a las divisas, para lo que recomiendan contar con una buena cobertura de riesgos de tipo de cambio, aunque esta no debería ser una causa de desconfianza, especialmente para las empresas de tecnología avanzada -que son las que más ayudas reciben-, ya que "el país continuará apoyándolas por ser un sector estratégico", cuenta Von Schiller.