Empleo

Fernando Azor, psicólogo clínico, advierte a los trabajadores que se cogen la baja por salud mental: "La mutua lo que busca es economizar y no mantener la baja a quien no se la merezca"

Fernando Azor, psicólogo clínico | Foto: TikTok

En muchas empresas la salud mental continua siendo un tema tabú a pesar de que en España casi 4 de cada 10 trabajadores sufre estrés, depresión o ansiedad derivada de su actividad laboral, según un informe de UGT. A pesar de que la mayoría de estas enfermedades presentan síntomas físicos, lo cierto es que muchas personas tienen miedo de ser despedidos si solicitan la baja por padecer algún trastorno mental.

Incluso los propios pacientes consideran muchas veces que no están lo "suficientemente enfermos" como para solicitar la baja por temas psicológicos. Y es que a los tribunales médicos y las mutuas se les hace especialmente complicado determinar cuando una persona está preparada para volver a su puesto después de una baja por temas psicológicos, sobre todo porque lo que buscan siempre es "economizar y no mantener la baja a quien no se la merezca".

Es a lo que se refiere el psicólogo clínico Fernando Azor en uno de sus últimos vídeos de Tiktok, donde explica cómo se sienten los trabajadores que se toman una baja por temas psicológicos y cuáles son los dos principales obstáculos que suelen afrontar al pedirla.

Cuestión de salud

Lo primero es que va a dudar que a su médico de cabecera le parezca adecuado otorgar la baja sin sentir que está exagerando. "A veces es un momento delicado y acaba uno sintiéndose un poco impostor o que está engañando porque está planteando esa necesidad", cuenta Azor.

Es habitual que la persona se cuestione a sí misma cuando el médico evalúa su desarrollo, especialmente cuando le ha dado instrucciones para mejorar y aún así no lo consigue, preguntándose si se está esforzando lo suficiente.

Por otro lado, una vez consiga la baja "va a tener también una sensación de duda sobre si deberías reincorporarte ya o no", avisa el experto, que añade que "las cuestiones psicológicas no ceden al poco tiempo, sino que normalmente se alargan". Lo que en un principio podrían ser 15 días sin trabajar a menudo se alargan uno, dos o incluso tres meses.

"Las habilidades psicológicas son lentas, y en ese sentido es posible que te encuentres con la sensación de cuestionamiento en ese proceso". Durante el periodo que dure la baja, el paciente tendrá que acudir a revisión periódicamente para ver como está evolucionando, una evaluación con la que muchas veces puede estar en desacuerdo, por ejemplo, porque el médico considera que ha mejorado pero el trabajador no lo ve así, o viceversa.

Las mutuas quieren "economizar"

En todo este proceso "vas a tener que ir a la mutua y van a chequear si estás siguiendo el tratamiento adecuado", avisa Azor, que continúa matizando que "al final ellos lo que están buscando es economizar y no mantener la baja a nadie que no se la merezca".

Al final, "aunque estén haciendo bien su trabajo, eso siempre va a generar una sensación de duda que te va a hacer sentir incómodo y como que alguien está pensando que algo de los que estás haciendo no es adecuado". El diagnóstico, la evolución y la percepción del paciente puede no coincidir con la opinión de la mutua, que Azor dice prefiere que la persona se incorpore lo antes posible, pero cuando un tratamiento no da resultado, la solución nunca será pasarlo por alto.

"Tendrás que seguir afrontando estos dos escollos hasta que finalmente te recuperes y puedas retomar tu actividad", sentencia.

@azorfernando

Si estás de baja psicológica, es posible que te encuentres con dos escollos principales que deberás afrontar: el apoyo de tu médico, y cuándo deberías volver a trabajar

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12.000 millones de días de trabajo perdidos

Según los últimos datos del Informe Anual del Sistema Nacional de Salud publicados por el Ministerio de Sanidad, el 34% de los españoles padece algún problema de salud mental, siendo los trastornos de ansiedad los que más prevalecen.

Es más, organizaciones como la OMS y la OIT estiman que cada año se pierden 12.000 millones de días de trabajo por ansiedad y depresión, mientras que las estimaciones del Ministerio de Seguridad Social cifran en más de medio millón las incapacidades temporales relacionadas con los trastornos mentales.

Desgraciadamente las bajas por motivos psicológicos, a pesar de la creciente importancia que está teniendo este ámbito para los trabajadores, es todavía motivo de vergüenza para muchos por no considerarse lo suficientemente enfermos como para dejar de trabajar por miedo a represalias empresariales. Con todo, lo mejor será siempre ponerse en manos de un profesional que nos evalúe.

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