Madrid
En España, la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha mantenido prácticamente estancada entre 2013 y 2022, evidenciando la persistencia de desigualdades en el ámbito laboral. Un aspecto preocupante es el acceso de los hombres a puestos de dirección en el sector de la comunicación, donde obtienen salarios un 18% superiores a los de sus colegas mujeres. En concreto, un 47% de los hombres accede a retribuciones de entre 50.000 y 70.000 euros, en contraste con solo el 29% de las mujeres que logran alcanzar ese nivel, según el informe "¿Comunicación sin género?", elaborado por Evercom en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Rey Juan Carlos.
Si se amplían las bandas salariales a un rango de 40.000 a 70.000 euros, la tendencia se mantiene, mostrando una diferencia desfavorable del 20% para las mujeres. Sin embargo, en los niveles salariales más bajos, las mujeres superan significativamente a los hombres: un 11,76% frente a un 3,81%. A pesar de esto, hay un 21,1% más de hombres que de mujeres que reciben salarios intermedios al acceder a posiciones de dirección en comunicación.
En los niveles salariales más habituales dentro del sector, aquellos que oscilan entre 70.000 y 100.000 euros anuales, el número de hombres duplica al de mujeres, representando un 49% frente a un 28%. Además, se observa que hay cuatro veces más mujeres que hombres con salarios por debajo de los 50.000 euros: un 23% frente a un 5%.
Es alarmante que casi la mitad de las directivas de comunicación, un 46%, no superará en su carrera profesional los 70.000 euros de salario, mientras que el 68% de los directivos nunca estará por debajo de esa cifra. Por otro lado, en el rango salarial más elevado, aquellos que superan los 120.000 euros anuales, las mujeres presentan un porcentaje superior al de los hombres, con una diferencia de 4,18 puntos.
Los roles tradicionales persisten
La creciente relevancia de la conciliación entre la vida personal y laboral ha emergido como un tema central en el debate sobre los modelos de trabajo del futuro. Aunque tanto hombres como mujeres se benefician de una mayor sensibilidad empresarial hacia las responsabilidades familiares, las brechas de género persisten, revelando que roles tradicionales siguen influyendo en el ámbito directivo.
Un 82% de las mujeres y un 70% de los hombres consideran que sus empresas tienen en cuenta sus responsabilidades personales, con la implementación de horarios flexibles. Sin embargo, las mujeres enfrentan mayores obstáculos en cuanto a flexibilidad, con restricciones más severas y menor capacidad de negociar horarios. Este escenario destaca una inequidad evidente, donde las directivas son más escrutadas o se les exigen mayores sacrificios familiares.
A nivel de jornadas laborales, el modelo "partido" es predominante, y las dificultades de conciliación afectan más a las mujeres, especialmente en el cuidado de hijos y personas dependientes, y en tareas domésticas. Los hombres encuentran más fácil compaginar su vida laboral con actividades personales, pero ambos sexos coinciden en la dificultad de gestionar trámites burocráticos.
Los datos revelan que las mujeres son más propensas a interrumpir su carrera para cuidar de familiares, y 55,7% han pausado su actividad profesional por esta razón, frente al 36,1% de los hombres. Además, el 33,6% de las mujeres ha experimentado cambios en sus responsabilidades tras reincorporarse al trabajo después de una excedencia, una proporción superior a la de los hombres (24,2%).
Además, aunque un 22,4% de los hombres y un 19,2% de las mujeres han reducido su jornada para cuidar de sus hijos, un 12,3% de las mujeres ha incrementado sus horas para contribuir más económicamente, lo que evidencia la doble presión que soportan. Este panorama expone las implicaciones negativas para el desarrollo profesional de las mujeres, debido a la persistente percepción de que el rol de cuidadoras recae principalmente sobre ellas.
En cuanto a la percepción del impacto de la paternidad y maternidad en el desarrollo profesional de los directivos de comunicación, el informe destaca que mientras que los hombres con hijos consideran que esta circunstancia no afecta de manera significativa sus oportunidades de avance, las mujeres perciben lo contrario. Con una diferencia de 29,6 puntos porcentuales, las directivas destacan que la maternidad penaliza gravemente su carrera, reflejando una mayor carga de las responsabilidades familiares sobre las mujeres en comparación con sus colegas masculinos.
