Susana Díaz se ha declarado vencedora de las elecciones de este 2 de diciembre en las que sin embargo el PSOE-A ha firmado su peor resultado en Andalucía hasta la fecha, un 27,95% de los votos que puede costarle una salida histórica del Gobierno. Con 33 escaños, 14 menos que en 2015, los socialistas se quedan muy lejos de poder gobernar por sí solos. El millón de votos que esa cifra supone no es suficiente, como tampoco lo son los 17 diputados de Adelante Andalucía para llegar entre los dos a los 55 que requiere la mayoría absoluta. Es Vox el contrapunto a la debacle de la izquierda. Su irrupción en el parlamento andaluz con 12 escaños ofrece la posibilidad de un gobierno de derechas: la suma de 59 parlamentarios junto con PP (26 escaños) y Ciudadanos (21) podría acabar con 36 años de Gobierno socialista.

La jornada confirma un duro golpe para el bloque de la izquierda incentivado por la baja participación. Susana Díaz, "asumiendo" los malos resultados, intentará mediante el diálogo convencer a las fuerzas políticas constitucionalistas de no apoyar la posibilidad que abre la entrada de la "extrema derecha" y llegar a un pacto que quite poder a los nuevos inquilinos de la cámara andaluza. Una misión casi imposible con el reparto de poder como está.
Adelante Andalucía, llamado a ser su apoyo fuerte, se queda corto. La coalición de Podemos con Izquierda Unida tampoco ha surtido efecto y los 20 escaños que sumaron entre ambos en 2015 se han reducido a 17 en esta ocasión, dejando a la candidatura encabezada por Teresa Rodríguez al margen de cualquier negociación.
Vox arrambla con 36 años de rutina
Sin embargo, la derecha es la fuerte de esta noche. El PP resiste y evita el 'sorpasso' de Ciudadanos. La candidatura de Juan Manuel Moreno Bonilla (PP) no frena el descenso de escaños pero se mantiene en segunda posición con 26 escaños, siete menos que en 2015, por delante de la de Juan Marín (Cs), que sin embargo celebra la mayor subida de la jornada, con 21 escaños, 13 diputados más que en los anteriores comicios.
Es Vox, sin embargo, el gran vencedor de la noche. Además de entrar por primera vez en el parlamento andaluz con 12 escaños y 391.000 votos (casi el 11% de los emitidos), la candidatura de Francisco Serrano tiene la llave para que el bloque de derechas PP-Cs-Vox firmen la salida del PSOE de la presidencia de la Junta tras 36 años frente al Gobierno andaluz.
Si este escenario es el definitivo, para que Juanma Moreno sea presidente de la Junta el PP necesitará mantener el apoyo de Vox en todas las votaciones de investidura a las que se someta, como ya ha confirmado. Si no saliera en primera ronda, donde se requiere la mayoría absoluta, en la segunda vuelta una abstención de Vox también impediría un Gobierno presidido por el PP por primera vez en Andalucía.
Ciudadanos reta a PSOE y PP
Vox tiene la llave pero es Ciudadanos el partido que más tiene que decir. La suma PSOE-Cs que permitió la gobernabilidad en 2015 no la hacen viable ni los números ni las ganas. Es entonces la unión del bloque de derechas la posibilidad más evidente para cumplir con sacar a Díaz del Gobierno.
Pero el movimiento lo habrán de medir bien de cara a las elecciones que vendrán en 2019. Por eso, sin mención a Vox, han requerido ya la ayuda de PSOE y PP para investir a Marín como pago de vuelta del apoyo que ellos dieron en su día a Cristina Cifuentes en Madrid y a Díaz en Andalucía.
"Vamos a intentar reconstruir todo lo que Sánchez se está cargando". Esta sentencia de Albert Rivera poco después de conocerse el papel que jugará Ciudadanos sitúa el foco en el actual presidente del Gobierno. El presidente de los naranjas hace una lectura de esta jornada en la que culpa a las concesiones al independentismo y a Podemos en el Gobierno el varapalo a los socialistas.