Editoriales

Optimismo presupuestario

El Gobierno defiende que ha elaborado unos Presupuestos que son fiel reflejo de la recuperación de la economía española. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, los ha presentado como las cuentas que "impulsan la creación de empleo". Son precisamente las cifras del paro (con récord histórico de afiliados), uno de los pilares sobre los que se basan unas cuentas que se muestran cautas en cuanto al gasto.

Así, esta partida se congela para hacer frente a un ejercicio en el que será necesario un esfuerzo extra de reducción de déficit. Uno de cada dos euros del total del gasto se destina a pensiones, desempleo e intereses de la deuda. En concreto, pensiones es la partida más cuantiosa, 139.647 millones, con un incremento del 3%, que obliga a que el Estado haga un préstamo a la Seguridad Social de 10.193 millones para no vaciar la hucha.

A pesar de ello, el Gobierno confía en que el crecimiento económico supere incluso el 2,8% que vaticina el Banco de España. Gracias a ello, y al alza de la inflación, apuesta por un incremento de la recaudación del 7,9% frente al 2,3% de 2016, que en buena parte vendrá de mantener el endurecimiento en Sociedades.

Las empresas, por tanto, seguirán siendo fundamentales para que los ingresos crezcan el triple que el año pasado y poder cumplir así con el déficit, que debe pasar del 4,6%  al 3,1%. Conviene que en esta ocasión, Montoro acierte con una previsión calificada como "irreal" por la oposición, ya que no existe alternativa. El Gobierno se muestra triunfalista y presume de que no serán necesarios más ajustes ni reformas y lo fía todo a lograr una recaudación histórica a la que, por lo menos, se le debe de añadir el calificativo de optimista.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky