
El último informe de Empleo sobre el Fondo de Reserva dibuja una situación preocupante. La inquietud se deriva, por un lado, de la merma (del 37% en los últimos tres años; 15.300 millones sólo en 2014) que sufre la hucha de las pensiones. Esa tendencia continuará este año ya que el déficit de la Seguridad Social hace aún imposible pagar de otra forma las pagas extra de los pensionistas.
Frente a ese hecho, palidece la alta rentabilidad (un 30% más que en 2013) obtenida con la inversión de los recursos del Fondo. Ésta se concentra casi en exclusiva en bonos españoles, y la falta de diversificación puede provocar pérdidas en el futuro que acaben de resquebrajar un mecanismo que aún es vital para el sostenimiento de las pensiones.
