
El contenido del documento programático que aprobó el Comité Ejecutivo del PSOE para tener un menú ideológico de cara a las negociaciones para amarrar la investidura de Pedro Sánchez incluye una sorpresa imprevista. A pesar de que está elaborado con las propuestas electorales que esgrimieron los socialistas de cara al 28 de abril, según el documento habrá una importante ausencia en su política fiscal: la aprobación en España de la llamada tasa Google, se tramite o no en el seno de la Unión Europea.
Este tributo tiene una mención directa entre las páginas del programa, pero en ellas solo se compromete a "promover la creación de la denominada tasa Google en el ámbito europeo". Es decir, que España quedará a la espera de que en Bruselas se acuerde un modelo de impuesto a las empresas digitales, un planteamiento contrario al que venía esgrimiendo el Gobierno en los últimos meses, que era el de su aprobación en cuanto echara a andar la legislatura, sí o sí.
Este esquema parece haber cambiado en Ferraz... pero no en el Ministerio de Hacienda. Fuentes del departamento indican que conservan su plan de aprobar el nuevo tributo, con el que se vaticinan unos ingresos anuales de 1.200 millones de euros, aunque tengan que hacerlo en solitario.
De hecho, según indican desde el departamento, se mantienen todos los planes fiscales incluidos en la última actualización del Programa de Estabilidad enviado por el Gobierno a Bruselas, entre ellos, el alza del diésel y todo lo relacionado con la fiscalidad verde. Este es un matiz importante, puesto que el programa del PSOE tampoco recoge explícitamente la subida fiscal del citado combustible, de la que el Gobierno esperaba recaudar unos 600 millones. Con todo, en Hacienda admiten que no pueden asegurar que la hoja de ruta que acabe tomando el Gobierno titular sea la que han diseñado hasta ahora los socialistas.
Mapa fiscal socialista
El mapa fiscal socialista expuesto por Ferraz sí menciona, en cambio, "revisar los tributos ambientales existentes en todas las administraciones para avanzar en su armonización, en su eficacia y en la coherencia con las políticas de transición ecológica".
También incluye la aprobación de la denominada tasa Tobin, es decir, del impuesto sobre las transacciones financieras. Además, contempla bajar del 25% al 23% el Impuesto de Sociedades que pagan las pequeñas y medianas empresas.
El PSOE promete un tipo mínimo de este tributo para grandes corporaciones, que según el proyecto de Presupuestos Generales sería del 15% - que subiría al 18% para las compañías del sector bancario y de los hidrocarburos-, pero el documento programático esbozado por Ferraz no lo concreta.
Además, hay un compromiso para promover el establecimiento de un impuesto sobre el CO2 a escala europea y reforzar medios y medidas para luchar contra el fraude.
No a una ecotasa aérea
Por lo pronto, en los planes de los socialistas no entraría tampoco una tasa ecológica a las aerolíneas, como la anunciada por el Gobierno de Francia. Así lo indicó ayer la ministra española de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, quien precisó que no tiene como "primera opción" un tributo similar, por el impacto que podría tener para un país periférico como España y en donde el sector turístico tiene tanto peso.
En declaraciones a la prensa en Bruselas, y preguntada por el gravamen anunciado por París y recordando el intento de Bélgica y Países Bajos por llevar al debate europeo la necesidad de un impuesto al sector de la aviación en toda la UE, recoge Europa Press, Calviño subrayó que "no hay ninguna propuesta concreta o formal sobre la mesa a nivel europeo". Si se planteara el debate, España tendría que "valorar" la idoneidad de la medida con respecto a sus intereses.