
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, abordarán el conflicto comercial entre ambos países el sábado, dentro de la Cumbre del G-20 que se celebrará en Osaka, Japón, a partir del 28 de junio. Un encuentro que llegará precedido por el contacto telefónico mantenido a comienzos de semana por el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y el viceprimer ministro chino, Liu He.
Sin embargo, las expectativas continúan siendo más bien limitadas ya que según adelantó un alto funcionario de la Casa Blanca, "el presidente Trump estará satisfecho con cualquier resultado". Una postura que hace entrever que el colapso de las negociaciones entre las dos mayores economías del mundo hace aproximadamente seis semanas podría carecer de una pronta solución.
En el caso de que ambos mandatarios no acerquen posturas, está previsto que Washington incremente su escalada arancelaria tasando productos chinos por valor de 300.000 millones de dólares tan pronto como a mediados de julio. La administración Trump ya elevó a comienzos de mayo del 10% al 25% los gravámenes impuestos a un catálogo de bienes chinos por valor de 200.000 millones de dólares. Pekín respondió a esta situación elevando aranceles sobre importaciones chinas por valor de 60.000 millones de dólares.
"Seguimos esperando un apretón de manos que podría implicar un alto el fuego que incluirá un compromiso de no intensificar aún más las tensiones comerciales así como las relacionadas con la tecnología y las inversiones, quedando sin resolver los principales problemas estructurales", estima Cesar Rojas, economista especializado en comercio de Citi. De lo contrario, además de más aranceles, se endurecerán los controles de exportación y las revisiones de inversión.
Problemas internacionales
Trump no solo mantendrá un cara a cara con Xi sino que también se reunirá individualmente con los líderes de Rusia, India, China, Turquía, Arabia Saudita y Alemania. La bilateral entre el presidente estadounidense con Vladimir Putin probablemente abordará temas como Ucrania, Siria e Irán, según indicó un funcionario del gobierno de EEUU. Precisamente, el martes, el inquilino de la Casa Blanca amenazó con una fuerte respuesta militar contra Teherán en el caso de un ataque, un día después de imponer sanciones con el objetivo de congelar los activos de la oficina del líder supremo, al ayatolá Ali Khamenei y varios comandantes militares iraníes.
"Cualquier ataque por parte de Irán a cualquier estadounidense será respondido con una gran y abrumadora fuerza", tuiteó Trump apostillando que, en algunas áreas, "abrumadora significaría destrucción". Antes de este tuit, Irán dijo que las nuevas sanciones de EEUU cierra la puerta a la diplomacia. El presidente iraní, Hassan Rouhani, calificó las sanciones de "indignantes y estúpidas" y recalcó que era "obvio" que Washington mentía sobre su disposición para negociar con Irán.