
El recorte de tipos de la Fed podría ser inminente, antes incluso de que acaba el año como se esperaba hace unas semanas. Las posibilidades que otorga el mercado a una rebaja del precio del dinero en julio ya superan el 75%, impulsadas por las malas noticias. Los últimos datos económicos han sido un tanto decepcionantes. Cada vez parece un poco más evidente que la desaceleración económica está llegando también a EEUU, el PIB del segundo trimestre podría caer hasta el 2% (frente al 3,1% del primer trimestre), mientras que el dato de empleo de mayo confirma que el mercado laboral se está enfriando. Con una inflación más que controlada, la Fed puede permitirse el lujo de rebajar el precio del dinero, lo que está dando alas este viernes a Wall Street.
Ya el pasado martes, Jerome Powell dejó la puerta abierta a una bajada de tipos si el escenario comercial empeora. "Estamos monitoreando de cerca las implicaciones y como siempre actuaremos según corresponda para sostener la expansión", destacó el presidente de la Fed.
El dato empleo refuerza la bajada
La débil creación de trabajo de mayor fuerza a la posible bajada de tipos. La economía de EEUU generó 75.000 puestos de trabajo el pasado mes de mayo, por debajo de lo previsto, según los datos dados a conocer por la Oficina de Trabajo (BLS por sus siglas en inglés). El dato ha quedado por debajo de lo que esperaban los expertos, que habían vaticinado unos 185.000 nuevos puestos de trabajo. Es importante tener en cuenta que dentro del mandato de la Fed no sólo están los precios, sino que también se encuentra el pleno empleo.
La firma análisis TD Securities reconoce que el "dato de empleo ha sido muy decepcionante, pero no tan malo como para que la Fed hable de recortar tipos a muy corto plazo". Sin embargo, el mercado pronostica que en la reunión de julio (hay una entre medias) habrá un recorte de los tipos de 25 puntos básicos hasta el rango de 2-2,25% con una probabilidad del 77%.
James Smith y Carlo Cocuzzo, economistas de ING, sí creen que "el pobre dato de empleo solidifica las expectativas del mercado sobre un recorte de tipos".
A todo lo anterior se unen unos datos 'macro' que evidencian el enfriamiento de la mayor economía del mundo, que hasta ahora había resistido la desaceleración global mucho mejor que la Eurozona o Asia. Por ejemplo, el PMI manufacturero de mayo EEUU descendió desde los 52,6 registrado en abril a 50,5 puntos, el nivel más bajo desde septiembre de 2009. El índice muestra una clara desaceleración desde los niveles del primer trimestre año, cuando rozaba los 55 puntos.
Todo ello hace probable un recorte de tipos de la Fed en la reunión de julio, una decisión que gusta al mercado. Unos tipos de interés más bajos pueden reducir el coste de la deuda para las empresas a la par que incentivar el consumo de los hogares que a la postre son las ventas de las compañías. Los principales índices de Wall Street celebran esta posible rebaja de tipos con alzas superiores al 1%, la debilidad económica se convierte en subidas para las cotizaciones, al menos en el corto plazo.