A pesar de las protestas del Gobierno y los sindicatos, el Banco de España se ha plantado y mantiene su previsión de que la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros recortará la creación de empleo en 2019.
En el informe que la autoridad supervisora ha lanzado este mismo viernes reitera esta predicción. "Los efectos de la subida del salario mínimo que entró en vigor al inicio del año tenderán a moderar el dinamismo del empleo en los próximos trimestres", precisa.
Con todo no menciona las cifras de destrucción de empleo que calculó hace unos meses por la subida del SMI. Todo esto solo unos días después de que Yolanda Valdeolivas, del Ministerio de Trabajo, reclamara al Banco de España una rectificación respecto a su valoración de esta medica, puesto que estaba creando "alarma".
Con todo, a pesar de esta advertencia, el ente prevé cierta mejora en el ámbito del empleo, aunque el cambio es es modesto: de cuatro décimas más respecto al aumento del empleo (que acabará el año con un incremento del 2%) y de tres décimas menos respecto a la reducción de la tasa del paro prevista (que acabará el año en un 13,9 por ciento).
Mejora de la economía
Sin embargo, la economía española, salvo debacle, resistirá los embates de la desaceleración europea y la guerra comercial internacional. De hecho, tras los resultados del primer trimestre de 2019, el Banco de España ha decidido cambiar sus previsiones a mejor, pronosticando un alza del PIB y una bajada del paro previstos para este año.
Pronostica que el producto interior bruto (PIB) aumente un 2,4 por ciento, dos décimas más que en marzo – unos 2.600 millones más - . Este cambio es consecuencia del incremento, inesperado, de la economía hasta marzo y la mejora que se ha vaticinado para el segundo trimestre, de una décima en ambos.
En cambio, las proyecciones de la entidad para la segunda mitad del año permanecen inalteradas, dado "el menor vigor proyectado de los mercados de exportación y el mayor nivel de los precios del petróleo, algo menos favorables para el crecimiento del PIB". Tampoco cambian las previstas para 2020 y 2021, que mantienen la desaceleración del incremento, que se quedará en el 1,9% y el 1,7%, respectivamente.
Por encima del Gobierno
En cualquier caso, esta proyección del PIB de 2019 es superior a la que el propio Gobierno envió a la Comisión Europea el mes pasado, que fue del 2,2%.
Todo esto tendrá un impacto positivo en el déficit, que descenderá del 2,5% del PIB al 2,4%.
De esta manera, el crecimiento de la economía seguirá sustentándose en el gasto doméstico privado, "que se verá favorecido por la saneada situación patrimonial de los hogares y las empresas y por la prolongación de la presencia de condiciones financieras muy favorables".