Economía

El inicio del año insufla oxígeno a la economía española tras dos trimestres de caída

  • El 'Ecobarómetro' registra su mejor dato desde el inicio de la serie en 2016
  • La inercia puede seguir, aunque persisten las dudas para el segundo semestre
  • La mejora del comercio, hostelería e industria está a merced del consumo
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El comienzo del año 2019 ha traído un respiro para la economía española, como se ha visto en algunos de los datos macroeconómicos del primer trimestre -como la subida del 0,7% del PIB y la caída de la prima de riesgo-, y como se refleja en el Ecobarómetro, elaborado trimestralmente por elEconomista eInforma D&B.

El director de desarrollo corporativo y relaciones internacionales de Informa D&B, José Antonio Teijelo, recuerda que los primeros trimestres del año suelen ser positivos, si bien este "ha mejorado más" que los anteriores desde que se elabora el Ecobarómetro -desde enero de 2016-.

En los tres primeros meses del ejercicio, el termómetro de este indicador ha registrado la nota más alta de la serie, lo que contrasta con la situación del segundo semestre de 2018. Y es que el termómetro registraba una senda ascendente desde sus inicios hace tres años, pero esta tendencia se rompió, tras diez trimestres al alza, en el tercer trimestre de 2018 (con una caída de 0,31 puntos), y prosiguió el deterioro en los datos del cuarto trimestre del año pasado, aunque a menor ritmo (0,02 puntos).

Ahora, ha avanzado 0,54 puntos, superando el punto álgido hasta la fecha, que se había dado en el segundo trimestre de 2018. Teijelo explicaba hace tres meses que el tercer trimestre reveló el frenazo de la actividad económica, y el cuarto trajo el estancamiento.

Ahora, califica de "buena noticia" los datos entre enero y marzo: "Al menos temporalmente se diluye la posibilidad de recesión, después de dos trimestres en bajada. Da un poco de esperanza y oxígeno, tras la tendencia de ralentización que se veía".

Crispación preelectoral

Todos los sectores y autonomías (excepto Ceuta) han mejorado su nota global pese a que la coyuntura política "no ha ayudado demasiado", con meses de precampaña y crispación que no gustan a la actividad económica. A cierre del mes de marzo, respecto a diciembre, y tanto entre los sectores como entre las comunicades autonomías, se amplía la diferencia del termómetro del Ecobarómetro entre el menor registro y la media, y entre el mayor y el menor, si bien los datos son mejores que hace un año.

Además, la industria crece por encima de la media, se sitúa en niveles mejores a los de hace un año y consigue una marca récord en toda la serie, lo que es relevante teniendo en cuenta su debilidad de trimestres anteriores y que es un sector que tiene efecto arrastre.

Con todo, Teijelo evita caer en el triunfalismo. En su opinión, el escenario más probable es que el buen arranque del año haga llegar cierta "inercia" hasta verano, mientras que puede volver la debilidad a partir del tercer trimestre. Entre los condicionantes está la evolución del panorama político nacional tras las elecciones generales, autonómicas, municipales y europeas de abril y mayo, así como el contexto internacional, como la prórroga para el Brexit: "Se ha conseguido más tiempo, pero si al final no hay acuerdo habrá repercusiones, y muchas empresas no saben hasta qué punto les puede afectar".

El termómetro del Ecobarómetro registra su mejor dato desde el inicio de la serie en 2016

A ello se añade un efecto estadístico: el indicador del Ecobarómetro que mejor se ha comportado en el primer trimestre es la capacidad de pago de las empresas, debido a que todavía faltan por llegar registros de datos del ejercicio 2018 que pueden tener un efecto negativo respecto a pérdidas, impagos, demandas empresariales y litigios con Hacienda, por ejemplo, que se contabilizan a partir de junio. Por eso, los datos de la segunda mitad del año pueden empeorar. Además, los sectores con mayor mejora en la capacidad de pago en el primer trimestre son la hostelería y el comercio, ligados al consumo privado, que es muy sensible a las expectativas.

"Habrá que esperar al tercer y cuarto trimestre para ver la magnitud del cambio de tendencia. Veremos si se consolida la recuperación o vamos hacia abajo", apunta Teijelo. Como elemento positivo, se sitúa el retraso en la subida de tipos de interés en Europa, que a día de hoy se augura para bien entrado 2020: "Es una muy buena noticia, porque estamos muy endeudados".

En los próximos meses se deben refinanciar grandes volúmenes de deuda pública, y también las empresas tienen que financiar sus inversiones –aunque muchas actualmente recurren a recursos propios-, para lo que los bajos tipos de interés son un aliciente.

La contrapartida es la nula rentabilidad del ahorro, y Teijelo lo señala como tarea para el nuevo gobierno español, ya que considera que se debe despenalizar fiscalmente. Hay que tener en cuenta que el crecimiento económico actual de la economía española se asienta en el consumo, pero este gasto se está haciendo a costa del ahorro -ya que sube más el gasto que la renta disponible-, lo que puede ser contraproducente en un momento de desaceleración, porque deja a los ciudadanos sin reservas para afrontar el cambio de ciclo.

En el caso de las empresas, un indicador clave a seguir en los próximos meses es la creación de sociedades, que son un indicador a futuro: si no crece, significa falta de confianza de los empresarios, y ello repercute también en menos creación de empleo. En el primer trimestre, el número de empresas creadas se mantiene estable, mientras que el número de concursos de acreedores ha caído un 11,5% interanual, subraya Teijelo.

Los motores de la creación de empresas siguen siendo la construcción y el comercio, aunque ambos caen ligeramente respecto a finales de 2018, y se sitúan en niveles similares a los de hace un año. El tercer ámbito con más peso en la creación de empresas, los servicios empresariales -que comprenden actividades administrativas, técnicas, de consultoría y de investigación, entre otros-, crece después de leves caídas el año pasado -solo avanzó en el segundo trimestre-.

Respecto al empleo, su crecimiento es casi un punto porcentual inferior al de hace un año, aunque un poco mejor que a finales de 2018. Por sectores, destacan la hostelería y la construcción, así como los servicios empresariales.

Reformas

Para, desde las administraciones públicas, intentar decantar la balanza de la desaceleración hacia el crecimiento, Teijelo ve poco margen en las políticas fiscales, con una deuda española de casi el cien por cien y compromisos europeos de estabilidad presupuestaria que limitan el déficit. Por ello, apuesta por retomar reformas estructurales que favorezcan la economía: "Si las empresas tienen problemas dejarán de contratar, sus resultados se lastrarán, caerá el consumo, Hacienda recaudará menos y la administración tendrá menos margen para políticas sociales", augura.

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