La evolución en los ritmos de creación de empleo y en la capacidad de pago de las empresas de la Comunitat Valenciana recoge ya la ralentización en el crecimiento económico y el impacto de las incertidumbres sobre la evolución en los próximos meses, según los datos del Ecobarómetro, elaborado por Informa D&B para elEconomista. (Puede leer más contenidos en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana).
"El último trimestre del año consolida la tendencia a la desaceleración que empezó a hacerse evidente en el anterior. Hemos salido de la senda de crecimiento casi ininterrumpido mantenida en los periodos precedentes", apunta José Antonio Teijelo, director de Desarrollo Corporativo y Relaciones Internacionales de Informa D&B.
"Sigue habiendo consumo y proyectos de inversión por parte de las empresas, pero ya no se crean tantas sociedades ni tanto empleo. Además, en los últimos meses estamos observando un ligero repunte del plazo medio de pago y un incremento del riesgo de incurrir en impagos. Tendremos que estar atentos a la evolución que registren los distintos indicadores en los próximos meses", subraya.
El experto atribuye este comportamiento a una combinación de factores internos y externos que genera un contexto de inestabilidad.
"El consumo interno empieza a mostrar síntomas de relajación y el sector exterior, que ha tirado de la recuperación, no va a mantener los mismos ritmos que hasta ahora. Las tensiones en torno a los intercambios comerciales entre los grandes actores económicos, el avance de medidas proteccionistas y las sombras sobre las condiciones finales en las que se ejecutará el Brexit se unen a las incertidumbres sobre la situación política interna, que no ayudan. Estamos en un contexto de negociación permanente entre diferentes fuerzas, con acuerdos que pueden cambiar ciertas condiciones del mercado de un día para otro. Todo ello, en un año de elecciones", apunta Teijelo.
Tendencias generalizadas
Esta desaceleración no se da solo en España, sino que es común a las principales economías de la Unión Europea, principal destino de las exportaciones españolas. "De hecho, el Banco Central Europeo ha admitido ya que se está replanteando la conveniencia de ejectuar este año las subidas de tipos previstas, por el impacto que puede tener en un momento complicado", apunta Teijelo.
En este contexto, la Comunitat Valenciana se mantiene en cuarta posición entre las autonomías en registro de nuevas sociedades -por detrás de Madrid, Cataluña y Andalucía-, con un 7 por ciento del total, pero cae hasta el noveno lugar en cuanto a creación de empleo.
De los 14 sectores de actividad analizados, solo cuatro generan más empleos que en el trimestre anterior en la región: comunicaciones, agricultura, energía e industrias extractivas. Frente a ello, destaca la desaceleración en sanidad, servicios empresariales, hostelería, intermediación financiera y educación.
En cuanto a nuevas empresas, el 48 por ciento se concentra en los sectores de energía -por el auge de proyectos en renovables en la región- y educación -debido al inicio del curso académico-. Destaca el retroceso en construcción y actividades inmobiliarias, que se había mantenido en los primeros puestos de esta clasificación en los últimos trimestres.
Pero, sin duda, el dato más preocupante es el descenso generalizado en los ratios de solvencia, con ajustes en 10 de los 14 sectores. Este comportamiento en pagos ha arrastrado a la Comunitat Valenciana al último puesto del ranking de regiones, con un 47,06 por ciento de media, lejos de la media nacional, del 49,6 por ciento. Nueve de los sectores se sitúa por debajo de ese nivel.
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