La economía de Italia ha entrado en recesión técnica (dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo) tras presentar una tasa de crecimiento negativa en el cuarto trimestre de 2018.
El PIB de Italia retrocedió un -0,2% en el cuarto trimestre de 2018, lo que se une a la tasa negativa del -0,1% del tercer trimestre del mismo año. En datos interanuales, el crecimiento fue tan solo de un 0,1%. De este modo, Italia ha entrado en recesión técnica lo que evidencia que la actividad económica sigue mostrando un estancamiento que se está prolongando en el tiempo.
Italia fue uno de los países más castigados durante la crisis de deuda soberana en la Eurozona (2011-2012). La economía del país logró salir de ese bache en el segundo trimestre de 2013 y desde entonces no había vuelto a registrar dos trimestres consecutivos de caídas del PIB.
Hoy también se han presentado los datos de la actividad económica en España que creció un 2,5% en 2018, medio punto menos que en 2017 y su menor alza desde el ejercicio 2014, pese a avanzar en el último trimestre del año un 0,7%, una décima por encima de lo que progresó en los tres trimestres anteriores.
Italia sigue teniendo una deuda pública que supone el 130% del PIB, la más grande de la Eurozona en términos absolutos.
Conte anunció la recesión
El propio primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, aseguró ayer que el Producto Interior Bruto (PIB) del cuarto trimestre de 2018 sería previsiblemente negativo.
Los analistas creen que la debilidad del PIB se debe a varios factores entre los que destaca la mala gestión de las administraciones pasadas y a datos coyunturales no favorables, ya que las dos formaciones que dirigen el país, el antisistema Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga, acaban de aprobar sus Presupuestos Generales y no ha dado tiempo a ver los resultados.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha defendido en Milán la actuación de su administración y argumentó que los datos coyunturales negativos están afectando a la economía de Italia.
"Tenemos datos coyunturales que no son favorables. No debemos mirar a otro lado. El dato positivo es que no depende de nosotros", sostuvo Conte, al tiempo que señaló los casos de Alemania, que hoy redujo su previsión de crecimiento para 2019 hasta el 1% del PIB, frente al 1,8% inicialmente estimado, o China, que está experimentando una desaceleración económica.
El Gobierno italiano calcula que la economía del país crecerá un 1% en 2019, mientras que el Banco de Italia y el Fondo Monetario Internacional (FMI) son menos optimistas y creen que lo hará solo un 0,6%.