
Los Presupuestos Generales del Estado (PGE), si fuesen aprobados por el Congreso de los Diputados -la votación no se espera hasta marzo- podrían sufrir el rechazo de la Unión Europa, según declara el profesor de Esade, Josep Comajuncosa, debido a que son unos presupuestos "expansivos y un poco optimistas sobre los ingresos". De esta forma, si las Cuentas de Sánchez superan la aprobación de las enmiendas a la totalidad el próximo 12 y 13 de febrero y el Gobierno consigue los apoyos necesarios para su aprobación, los PGE deberán conseguir el visto bueno de las autoridades europeas, hecho que desde Esade ponen en duda si no realizan reformas como reducción del gasto o imposición de nuevos impuestos para aumentar ingresos.
A pesar de ello, el profesor de Esade considera que las medidas implantadas por el Gobierno, como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 900 euros, no supondrán un impacto negativo en términos macroeconómicos para los Presupuestos Generales del Estado y tampoco en la creación o destrucción de empleo por parte de las empresas.
Asimismo, según el Informe Económico y Financiero de Esade presentado este miércoles, el Gobierno deberá hacer frente a una ralentización de la economía española que crecerá un 2% en 2019, como fruto del menor impulso del consumo y de la inversión empresarial, debido a la mayor incertidumbre global y europea asociada a las medidas proteccionistas, las tensiones en los mercados financieros, los niveles elevados de deuda y la posibilidad de políticas económicas no sostenibles. Será este menor crecimiento de la economía española lo que perjudicará la creación de empleo y el "necesario aumento del ahorro de las familias frenará el consumo privado en los próximos años", según Esade.
Mientras, la zona euro alcanzará la madurez de su ciclo económico, con un crecimiento medio del 1,8%, a pesar de las dificultades que se presentan para este año como los problemas políticos asociados al Brexit, las negociaciones por el control del déficit público y a las dificultades para proseguir con la necesaria integración fiscal y financiera. Asimismo, los países periféricos, que se encuentran más endeudados y que deben reducir su déficit público, podrían registrar una ralentización de su economía más profunda, al igual que países como Holanda y Alemania, que deberían aplicar políticas económicas más expansivas. Aún así, en la eurozona, "encontraremos países que crecerán por encima de su tasa potencial debido a que no han recuperado sus niveles previos a la crisis económica, como es el caso de Italia, con un aumento del PIB del 3% este año; España, Italia, Portugal o Grecia, con crecimientos cercanos al 2%", aclara Comajuncosa. Respecto a la economía global se mantendrá la expansión económica, aunque países desarrollados reducirán su crecimiento hasta su tasa potencial, como Japón, con un 1,9%.