
A una semana de la votación clave sobre el futuro del Brexit, los detractores de una salida sin acuerdo con la UE volvieron a demostrar su fuerza en el Parlamento británico, derrotando de nuevo al Gobierno de Theresa May en una enmienda presupuestaria que busca dificultar la ruptura caótica. Con el cambio legislativo aprobado, los ministros de May encontrarán muchas más trabas a la hora de prepararse para una salida dura.
La enmienda, presentada por la oposición laborista, impedirá al Gobierno poner en marcha los mecanismos de emergencia para una salida sin acuerdo salvo que el Parlamento autorice expresamente esta vía, algo que parece muy improbable con el resultado de hoy.
Esto significa que los ministros encargados de los preparativos ante un Brexit duro no podrán utilizar gran parte de los fondos previstos estas semanas ni podrán realizar cambios regulatorios ni impositivos en caso de una salida caótica.
La votación ha sido de 303 votos a favor y 296 en contra. A los partidos de la oposición se han sumado veinte diputados 'tories', algunos de los cuales ya habían advertido que estarían dispuestos a abandonar su partido y pasarse a la oposición si May insiste en dirigirse hacia una salida caótica si el acuerdo actual con la UE es rechazado la próxima semana. Entre ellos, destacan dos exministros de May, Michael Fallon (Defensa) y Justine Greening (Educación).
En la práctica, la enmienda aprobada hoy no tiene un efecto inmediato, pero supone un mensaje de advertencia nítido a May: una mayoría del Parlamento está firmemente en contra de una salida sin acuerdo y está dispuesta a frenar tal posibilidad.
"Este resultado muestra la determinación del Parlamento para unirse y evitar una dañina salida sin acuerdo", dijo la diputada que presentó la enmienda, la laborista Yvette Cooper. "Este es un paso clave para evitar una salida sin acuerdo", redundó el líder de la oposición, Jeremy Corbyn.
Esta derrota, además, reitera la debilidad de May. Es la primera vez en 41 años que un Gobierno pierde una votación presupuestaria, y la cuarta derrota en votaciones sobre el Brexit en apenas un mes. Un escenario preocupante de cara a la votación clave -esta sí- sobre el acuerdo con la UE para una salida ordenada, que se votará el próximo martes 15, tras aplazarse un mes ante la falta de apoyos.