
El Gobierno alemán ha revisado sensiblemente a la baja su pronóstico de crecimiento para este año y el siguiente, cuando prevé un ritmo de expansión anual del 1,8%, lo que supone una rebaja de medio punto porcentual y de tres décimas respecto de sus anteriores proyecciones como resultado en gran medida de las tensiones comerciales.
Tras la revelación de estas nuevas previsiones, el Dax 30 ha profundizado su tendencia bajista en la jornada. El selectivo alemán ha perdido 262 puntos, lo que supone una caída del 2,19%. El Dax ha logrado resistir por encima de los 11.700 puntos a pesar de la corrección.
El resto de bolsas europeas también se han visto lastradas con descensos que han superado el punto porcentual. En lo que se refiere a la deuda soberana, el Bund alemán incrementa su rentabilidad hasta superar el 0,55% frene al 0,539% que pagaba ayer este bono a 10 años en el mercado secundario.
Según reza el documento al que ha tenido acceso Reuters, el Ejecutivo de Angela Merkel, que tiene previsto publicar mañana su nuevo cuadro macroeconómico, anticipa una expansión del PIB del 1,8% en 2018, 2019 y 2020, cuando sus anteriores pronósticos apuntaban a un crecimiento del 2,3% este año y del 2,1% el próximo.
Asimismo, el Gobierno de la mayor economía europea señalaría en su análisis como principal amenaza el debilitamiento del comercio, además de los riesgos relacionados con el 'Brexit' y los efectos de potenciales crisis en países emergentes como Turquía y Argentina.
Salarios e inflación
Por su parte, las nuevas previsiones de Berlín contemplan un crecimiento de los salarios del 3% en 2018 y del 3,1% en 2019, mientras que las perspectivas de inflación se sitúan en el 1,9% y el 2% respectivamente, lo que incrementará el poder adquisitivo de los alemanes.
"En vista de la fuerte expansión de los ingresos disponibles y la moderada inflación, es probable que el consumo privado repunte notablemente", señala el documento.
La conclusión es que la economía de Alemania es fuerte, pero su dependencia de las exportaciones podría restar varias décimas de crecimiento a la locomotora de Europa. La guerra comercial entre EEUU y China, junto a la mayor fragilidad del crecimiento mundial influirá de forma negativa a la economía germana.
En su reciente informe 'Perspectivas Económicas Mundiales' (WEO por su sigla en inglés), el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recortado sus pronósticos de crecimiento para Alemania al 1,9% este año y el próximo, lo que representa un ajuste a la baja de tres décima para 2018 y de dos décimas para 2019.