Italia está dispuesta a llevar hasta el final su pulso con la Comisión Europea por el aumento de su gasto presupuestario. Por eso, en Bruselas son conscientes de que el choque con Roma es inevitable, según confiesan fuentes comunitarias a elEconomista. Así, las mismas fuentes añaden que al Ejecutivo comunitario no le quedará más remedio que rechazar los Presupuestos de Italia y solicitar un nuevo borrador al Gobierno que comparten los populistas de Movimiento 5 Estrellas y la extrema derecha de la Liga.
En la Comisión existe la clara percepción de que la falta de firmeza con un Presupuesto que se salta tan claramente las normas de la UE pondría en cuestión todo el Pacto de Estabilidad. Roma anunció que disparará el déficit el próximo año hasta el 2,4%, tres veces más de lo anunciado por el anterior Ejecutivo. Además no realizará ningún ajuste, tal y como demanda Bruselas para reducir la abultadísima deuda superior al 132%.
Las fuentes comunitarias explican que la Comisión va a cumplir el procedimiento y plazos a rajatabla. Si éstas son las Cuentas que finalmente envían, como volvió a confirmar el lunes el ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini, Bruselas emitirá una opinión negativa a las dos semanas de recibir el borrador italiano a mediados de este mes. A partir de ese momento, Italia tendría tres semanas adicionales para enviar unas nuevas Cuentas. Si se mantiene en sus trece, la institución recomendaría abrir un procedimiento de déficit excesivo contra el país.
La presión institucional coincidirá además con la arremetida de los mercados que este lunes volvió a experimentar la deuda y acciones italianas. Al menos dos agencias de rating ya han programado revisar su nota crediticia de Italia a finales de mes.
Salvini culpa a "especuladores de la vieja escuela" como "Soros, que apuestan por el derrumbe de un país para comprarse a precios de saldo las empresas"
Mientras, el Gobierno italiano se prepara para el suspenso de Bruselas tensando aún más la cuerda con la Comisión. Tras la carta con la que el viernes el vicepresidente del Ejecutivo europeo, Valdis Dombrovskis y el comisario de Asuntos Económicos Pierre Moscovici expresaron su "seria preocupación" por la situación presupuestaria italiana, el lunes los inversores demostraron toda su desconfianza. Pero mientras la Bolsa de Milán se hundía y la prima de riesgo se disparaba, Salvini denunciaba un complot de "especuladores" para devaluar las empresas italianas y luego comprarlas. "Hoy el diferencial ha superado los 300 puntos. Es el enfrentamiento entre economía real y economía virtual, entre vida real y verdad presupuestaria", dijo. "Si quisiera pensar mal, diría que quien está demonizando el peligro de la prima de riesgo lo hace porque una Italia que vuelve a correr, crecer y trabajar no es una Italia que está lista para malvender sus empresas. Si quisiera pensar mal, diría que detrás del diferencial de estos días hay una maniobra financiera de especuladores de la vieja escuela; los conocimos hace 25 años; tipos como Soros, que apuestan por el derrumbe de un país para comprarse a precio de saldo las empresas", añadió durante un encuentro en Roma con la francesa Marine Le Pen, líder de Reagrupación Nacional. Salvini está sellando alianzas con las fuerzas ultraderechistas de varios países de cara a las próximas elecciones europeas. "En nombre del Gobierno quiero decir que no daremos marcha atrás. En mayo por fin tendremos en Bruselas alguien que nos ayuda", añadió en relación a la decisión de Roma de mantener el deficit al 2,4% para 2019.
El otro vicepresidente italiano, Luigi Di Maio, líder del Movimiento 5 Estrellas (M5E) comparte la estrategia: esperar a que después de las europeas de la próxima primavera fuerzas populistas se hagan con el control del Europarlamento y la Comisión. "Habrá un terremoto político a nivel europeo y todas las reglas cambiarán", indicó Di Maio el domingo, subrayando: "Las encuestas indican que está a punto de pasar los que aquí pasó el 4 de marzo (últimas generales italianas)".
La importancia de evitar el contagio
Fuentes comunitarias señalan a elEconomista la importancia de evitar el contagio con otras economías. En este contexto, valoran la labor de la ministra de Economía española, Nadia Calviño, por diferenciar el esfuerzo de España e Italia para lograr la estabilidad presupuestaria. En la Comisión recuerdan que el Gobierno español podría apurar más aún la flexibilidad permitida por las normas comunitarias para reducir más el ajuste este año, que el Gobierno anunció del 4% del PIB (4.500 millones). Eso sí, cada punto que se aleje del esfuerzo marcado del 6,5% para 2019 significará que España tendrá menos margen en 2020, ya que en estos dos años no se podrá desviar más de un 5% en total.