David Davis y Boris Johnson ha empujado al Gobierno de la primera ministra, Theresa May, a una crisis que la pone entre las cuerdas y de cara a los votantes como una traidora a los deseos de un Brexit duro, que corte abruptamente los lazos comerciales y políticos con la Unión Europea.
Las dimisiones llegan en un momento donde la premier no parece gozar del apoyo del electorado. Según un sondeo de ORB International publicado este lunes, el apoyo de los votantes a la gestión de May de la negociación sobre el Brexit ha caído al 29%, su nivel más bajo desde noviembre de 2016. La aprobación a la gestión del Gobierno de la salida de la UE alcanzó su nivel más alto en la primera mitad de 2017, con el 55%, pero desde entonces se ha reducido.
El 56% de los consultados no confía en que May consiga el acuerdo adecuado mientras que el 26% opina lo contrario y el resto no se pronuncia. "May ha perdido a su ministro para el Brexit pero también está perdiendo crecientemente la confianza de los votantes", ha resaltado el director de ORB International, Johnny Heald.
¿Qué ocurre ahora? Estos son algunos de los posibles escenarios para la premier y para la negociación de la salida de Reino Unido de la UE, prevista para el 29 de marzo de 2019.
¿Hay un revuelta interna?
La supervivencia de May está más cuestionada que nunca. Nadie puede asegurar en este momento en que se produzcan más dimisiones. Ahora el foco está en el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, otro de los miembros del Ejecutivo más beligerantes en apoyar un Brexir duro.
Al ser preguntado si se unirá a otros diputados que reclaman la dimisión de May, Davis ha respondido a BBC Radio: "No seré uno de ellos. No animaré a la gente a que lo haga, creo que no es lo correcto".
La también renuncia del 'número dos' de Davis, Steve Baker, supone una seria pérdida para May: Baker es ampliamente respetado por los diputados que apoyan el Brexit. Jacob Rees-Mogg, el líder de un grupo de partidarios del Brexit en el Partido Conservador, ha señalado que no votaría el plan de May, acordado el viernes por el gabinete en Chequers, si fuera sometido a votación en el Parlamento.
Los partidarios del Brexit consideran que las propuestas de la primera ministra dejan a Reino Unido "atrapado permanentemente como un Estado vasallo en la trampa legal y regulatoria de la UE".
"Una rebelión más amplia, un reto al liderazgo, elecciones anticipadas y posiblemente otro gran cambio en la estrategia del Brexit (en uno u otro sentido) no pueden excluirse", ha escrito Citi en una nota a sus clientes.
¿Oportunidad para un Brexit blando?
Si Davis y Johnson son las únicas pérdidas importantes para el Gobierno por el plan de la primera ministra para un Brexit que sea "amigable con los empresarios" y proponga una "zona de libre comercio para mercancías" con la UE, entonces May estaría mucho más segura, han escrito los analistas financieros.
Davis ha dimitido porque no está de acuerdo con una política que de forma efectiva mantiene a Reino Unido tan cerca de la órbita de la UE. Las grandes multinacionales como Siemens, Airbus y BMW han pedido una relación estrecha con Reino Unido tras el Brexit.
La libra ha subido el lunes después de que los inversores parezcan apostar por que la renuncia de Davis no hará peligrar a la primera ministra y en lugar de ello se hayan centrado en el nuevo plan del Gobierno que los mercados creen que hace más probable la posibilidad de un "Brexit suave". La libra se ha situado en su mejor nivel desde el 14 de junio. Pero la retirada de Johnson no ha sentado igual. La divisa británica se ha girado a la baja frente al dólar como al euro.
May ha nombrado a Dominic Raab, quien votó a favor de la salida de la UE en el referéndum de 2016, como nuevo ministro para el Brexit, horas después de la marcha de Davis.
La primera ministra, que se enfrenta a un Gobierno, un partido y un país profundamente divididos, ha buscado encontrar un compromiso entre los partidarios del Brexit y los que apuestan por la permanencia en la UE, que temen que la economía se vea perjudicada por reducir demasiado las relaciones con el mayor bloque comercial del mundo.
¿Nuevas elecciones?
Desde que la apuesta de May por celebrar elecciones anticipadas en 2017 hizo que su partido perdiera la mayoría parlamentaria, la primera ministra ha sido vulnerable pero hay pocos candidatos que pudieran unir a los divididos 'tories'.
El cisma dentro de la formación sobre Europa, que se remonta a hace 30 años, ayudó a hundir a otros 'premier' en el pasado: Margaret Thatcher, John Major y David Cameron.
A los diputados conservadores también les preocupa que una elección de su líder tan cercana al Brexit aliente a los laboristas y aumente la presión para otras elecciones que podrían demorar la salida de Reino Unido de la UE.
El liderazgo de May podría comprometerse si el 15% de los diputados del Partido Conservador escribe una carta al presidente del llamado "comité 1922" de la formación. Los conservadores actualmente cuentan con 316 parlamentarios, así que serían necesarios 48 para retar a May.
Para muchos conservadores partidarios del Brexit May está agotada y no quieren que sea quien lidere el partido en las próximas elecciones, previstas para el 5 de mayo de 2022.
Caos en la recta final
En este escenario, el Gobierno de May o bien cae o bien no consigue llegar a un acuerdo de Brexit con la UE.
Un precursor del mismo podría ser que el Gobierno perdiera la votación que ha prometido sobre el acuerdo final de salida. Aunque la votación no es vinculante, la postura de May quedaría seriamente debilitada si el Parlamento rechaza su acuerdo.
En medio de la confusión, si Reino Unido abandona la UE sin un acuerdo propiamente dicho, esto sembraría el caos tanto en la economía británica como en la UE.
Y si hay un nuevo referéndum
May ha descartado repetidamente otro referéndum, pero unos 100.000 partidarios de la UE marcharon por el centro de Londres el mes pasado para reclamar al Gobierno que haya una votación pública final sobre los términos del Brexit.
En el referéndum del 23 de junio de 2016, 17,4 millones de votantes (51,9%) respaldaron la salida de la UE, mientras que 16,1 millones de votantes (48,1%) apoyaron la permanencia.
El ex primer ministro Tony Blair ha pedido repetidamente dar marcha atrás al Brexit, haciéndose eco de otros críticos como el presidente francés, Emmanuel Macron, y el multimillonario George Soros, que han sugerido que Reino Unido aún podría cambiar de opinión.
En uno de los periodos más tumultuosos en la historia política reciente británica, ha habido cuatro grandes elecciones en los últimos cuatro años: el referéndum sobre la independencia de Escocia en 2014, las elecciones generales de 2015, el referéndum sobre el Brexit de 2016 y las elecciones anticipadas convocadas por May en 2017.