En las previsiones de primavera, el Banco de España (BdE) prevé que el PIB mantenga un crecimiento del 2,7 por ciento este año, pero con poco efecto en la reducción del déficit público. Según los cálculos del organismo, el desvío fiscal de este año se situará en el 2,7 por ciento, cinco décimas por encima de la meta pactada con Bruselas.
Eso supone sobrepasar lo acordado en más de 5.000 millones de euros, y justo cuando estamos a punto de ver aprobados unos Presupuestos "de carácter expansivo" que incluyen subidas de pensiones con el IPC, aumento salarial a funcionarios del 1,7 por ciento y un alza de la inversión en infraestructuras del 16,5 por ciento.
Factores adversos
En opinión del Banco de España, el Presupuesto "expansivo" mejorará la economía una décima el próximo año. Ésta crecerá, de hecho, el 2,4 por ciento, ya que la alegría en el gasto público cotrarrestará parcialmente algunos factores negativos con los que tendrá que lidiar el PIB. Y cita concretamente el encarecimiento reciente del petróleo, una cierta desaceleración de los mercados exteriores y una moderación del impacto positivo procedente de la política monetaria sobre las condiciones de financiación.
No obstante, el regulador considera que las proyecciones dibujan "una prolongación de la actual fase expansiva", favorecida por los "avances alcanzados en la corrección de los desequilibrios macrofinancieros de la economía que la han provisto de una mayor resistencia ante las perturbaciones adversas".
No obstante, esta mayor resistencia de la economía española no será suficiente para impedir que siga avanzando la certeza de que estamos ante "una moderación del crecimiento del producto a lo largo del horizonte considerado". Algo que se muestra en el cuadro de proyecciones publicado ayer por el BdE, que calcula un crecimiento del PIB del 2,7 por ciento para este año, un descenso al 2,4 por ciento en 2019 y la caída de hasta el 2,1 por ciento para el siguiente ejercicio de 2020".
El aumento de una décima en la proyección para 2019 del Banco de España no solo se deberá al efecto expansivo de los Presupuestos, sino en menor medida, a un tipo de cambio del euro más depreciado.
Sobre el desempleo, el BdE calcula que la tasa de paro de media anual se colocará en 2018 en un 15,2 por ciento de la población activa, para reducirse a un 13,4 por ciento en 2019 y un 11,8 por ciento en 2020.
El regulador ve riesgos del exterior en la incertidumbre geopolítica y las medidas proteccionistas y del interior, la fragmentación parlamentaria y un hipotético repunte de la situación en Cataluña.