
Finlandia es uno de los países más desarrollados del mundo, con una tasa de paro del 8,8%, una renta per cápita elevada y un Estado de Bienestar copioso. Probablemente Finlandia se pueda considerar como una especie de paraíso para ser madre, pero sin embargo ha registrado el menor número de nacimientos en casi 150 años. La tasa de natalidad viene cayendo constantemente desde el comienzo de la década y hay poco que sugiera una reversión de la tendencia.
La demografía es una de las primeras preocupaciones en todo Occidente. Pero es particularmente problemática en países con un estado de bienestar generoso, ya que pone en peligro su supervivencia a largo plazo.
Para Heidi Schauman, las estadísticas son "aterradoras, muestran la rapidez con la que nuestra sociedad está cambiando y no tenemos soluciones preparadas para detener este acontecimiento", asegura la economista jefa de Aktia Bank. "Tenemos un gran sector público y el sistema necesita a los contribuyentes en el futuro".
Otros países como Suecia están implementando cambios en sus finanzas y fiscalidad para poder contrarrestar este giro demográfico. Magdalena Andersson, ministra de Finanzas de Suecia, asegura que va a hacer todo lo posible para que su país acumule superávits fiscales durante los próximos años. El objetivo es lograr unas finanzas saludables que permitan afrontar la transición demográfica reduciendo lo menos posible el Estado de Bienestar.
Para ello, la tasa de fertilidad debe ser igual a dos hijos por mujer, dice Schauman. Sin embargo en 2016 este ratio ya había caída hasta 1,57 hijos por mujer, según Statistics Finland. Ese es un nivel sorprendentemente bajo, dados los esfuerzos hechos por el estado para apoyar la paternidad. No obstante, hay países en los que este indicador es aún más bajo, como el caso de España donde la media es de 1,33 hijos por mujer.
Tal vez nada ilustre mejor tales esfuerzos que los famosos 'pack bebé' de Finlandia. Introducidas en 1937, llenas de ropa y productos de aseo para bebés, estas se entregan a las mujeres embarazadas, y hasta pueden plegarse para convertirlas en cunas improvisadas. La idea de los paquetes de maternidad fue motivada por la preocupación por las altas tasas de mortalidad infantil en familias de bajos ingresos. Los kits iniciales se extendieron a todas las familias para que ayudarán a criar a sus hijos.
Ofrecer una generoso permiso por paternindad/materninad y uno de los mejores sistemas educativos del mundo tampoco parece estar funcionando. Según la OCDE, Finlandia ya tiene la proporción más baja de jóvenes en comparación con la población en edad de trabajar de los países nórdicos.
Y también tiene la mayor tasa regional de dependencia. Según las proyecciones de la OCDE, es probable que la situación empeore. La Comisión Europea dice que los factores demográficos están limitando el potencial de crecimiento económico de Finlandia, que se calcula que alcanzará un pico del 1,9% en 2035 y se aplanará hasta el 1,5% entre 2050 y 2060.
¿Qué hacer?
Revertir la idea moderna de que está bien no tener hijos es una quimera. Abrir las puertas a los inmigrantes es un área política infranqueable (el gobierno de centro-derecha del primer ministro Juha Sipila se apoya en legisladores nacionalistas). El líder de los socialdemócratas de la oposición, Antti Rinne, causó un importante revuelo mediático en agosto cuando instó a las mujeres a cumplir su deber patriótico y tener más bebés.
El gobierno viene trabajando con empresas y sindicatos para impulsar la igualdad de género, haciendo más flexible el permiso parental y simplificando el sistema de beneficios. Se espera que las reformas entren en vigor en 2019.
"La discusión ha girado en torno a la igualdad de género y el empleo de las mujeres, y el tema de la natalidad se dejó en segundo plano", asegura. Lo que realmente necesita Finlandia es un programa político que aprecie a las familias y aumente el valor de la paternidad, argumentó la economista.
El 'pack bebé' que se entregan a las mujeres embarazadas contienen todo tipo de artículos. Incluyen pañales, bodys, alimentos, discos absorbentes para las mujeres que amamantan, talco, aceite, un cepillo y un termómetro de baño. Se ha sugerido no incluir condones.