Economía

El petróleo y los salarios bajos dejan la inflación en mínimos

  • España es el paradigma en los últimos años del fenómeno de gran crecimiento sin escalada de precios

Un fantasma parece sobrevolar las cuentas macroeconómicas de los principales países desarrollados. Ni los brotes verdes de la recuperación tras la crisis de 2008, ni el fuerte crecimiento económico experimentado por estos países en los últimos años ha sido suficiente para que los precios de bienes y servicios repunten lo esperado por los gobiernos e instituciones internacionales. De hecho, mientras que las previsiones de avance del PIB mejoran periódicamente para estas potencias, el nivel de la inflación se muestra altamente volátil y con tendencia a la baja desde el segundo trimestre de 2017, tras el fuerte repunte de comienzos de año.

Un caso paradigmático es el de España. Si las estimaciones del Gobierno son certeras, en 2017 nuestro país sumará tres ejercicios consecutivos con crecimientos del 3,2 por ciento. Sin embargo, este avance de la actividad e incremento de la riqueza nacional no ha sido acompañado por un repunte de la inflación, ya que fue negativa tanto en 2015, cuando se situó en el -0,5 por ciento, como en 2016, cuando fue del -0,2 por ciento. A ello hay que sumar otro año, 2014, que dejó un PIB del 1,4 por ciento, con el IPC en el -0,2 por ciento-.

Ya para el presente ejercicio, el Banco de España ha vaticinado un incremento de los precios del 1,5 por ciento, una cifra cercana a la que auguran Funcas, el propio Ejecutivo o la Comisión Europea y que se quedará muy por debajo del crecimiento del PIB (3,2 por ciento).

Esta situación es extensible al resto de países desarrollados como Alemania, Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña y el entorno del euro, y solo se puede entender teniendo en cuenta la coyuntura de bajos tipos de interés, bajo precio del petróleo y bajos salarios.

Así, el presidente de la Comisión Financiera del Colegio General de Economistas, Antonio Pedraza, asegura que los intereses y el petróleo bajos "están viniendo muy bien" a España "por ser un país muy endeudado, tanto entre particulares como empresas". Dos factores cruciales para el crecimiento, ya que alivia las condiciones de financiación y abarata la factura energética de un Estado netamente dependiente del exterior. La contrapartida, sin embargo, se encuentra en el IPC.

Una tesis compartida por el profesor del IEB, Javier Santacruz, quien además señala que de todos los componentes que permiten el lento avance inflacionista, "el precio del petróleo es el principal factor".

En este punto, el profesor del CEF Juan Fernando Robles aclara la existencia de un tercer factor para explicar la coyuntura de baja inflación: los salarios. "Los bajos sueldos no ayudan a que crezca la demanda", por lo que los comercios "mantienen los precios estables", como apunta el profesor. Además, se trata de un componente de ida y vuelta, ya que "los empresarios no trasladan los costes laborales al precio de sus productos" porque estos ya se encuentran bajos.

Un elemento también llamativo en la evolución de la inflación es la fuerte volatilidad mostrada en el presente ejercicio. Así, tomando como ejemplo el caso español, en la primera mitad del año se pasó de registrar un IPC del 3 por ciento en enero y febrero, y cercano al 2,5 en marzo y abril, a caer de forma estrepitosa en los meses posteriores hasta el 1,5 por ciento registrado en el pasado mes de julio, alejando para el curso en marcha el objetivo del BCE del 2 por ciento anual.

Este altibajo experimentado por todos los países desarrollados -a excepción de Reino Unido, que en escalada de precios por la depreciación de la libra-, se encuentra relacionado con el desplome del precio del barril de Brent entre los meses de marzo y junio. En este periodo, el crudo pasó de los 52,8 dólares a los 47,9, pero no olvidemos que llegó a tocar los 146 en 2008. Más allá, este elemento confirma la fuerte correlación actual entre el nivel de inflación y la evolución del precio del petróleo, confirmando la teoría del profesor Santacruz.

Fin de ciclo

No obstante, todos los analistas coinciden al vaticinar el final del valle inflacionista por el que transita la economía global. El profesor Robles asegura que cuando los salarios comiencen a subir en España , "el precio de los productos subirá" en consonancia con la demanda. Por ahora, la subida pactada en los convenios sectoriales es del 1,27 por ciento, aún por debajo de la inflación. Lo mismo sucede con los funcionarios (1 por ciento) y más paradigmático resulta con los pensionistas (0,25 por ciento).

En el plano externo, la institución presidida por Mario Draghi ya ha anunciado la retirada de los estímulos financieros en un periodo de dos años, entre la que se incluye la subida de tipos de interés, lo que endurecería las condiciones de financiación a gobiernos, empresas y particulares. Además, se espera una moderación del precio del petróleo en torno a los 50 dólares para finales de año, siempre y cuando los países de la OPEP hagan efectivo el acuerdo de recortar 1,8 millones de barriles diarios, lo cual presionaría su precio al alza.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky