Economía

Pacto salarial, crónica de un fracaso anunciado

  • Las negociaciones para el futuro acuerdo de 2018 comenzarán en septiembre

Esta semana se ha confirmado el fracaso total de las negociaciones para la subida salarial de 2017, tanto por parte de los sindicatos como de la CEOE. La última oferta de la patronal recogía un alza de entre el 1,2 y el 2,5 por ciento, aunque no incluía la cláusula de revisión que ligaba el incremento del sueldo a la inflación, condición sin ecuanon de las organizaciones CCOO y UGT desde el comienzo del proceso.

No obstante, el pacto para la subida de sueldos para el ejercicio estaba destinado a no llegar a buen puerto desde el principio. Ni los empresarios tuvieron prisa por sentarse a la mesa de negociación, ni los sindicatos supieron adoptar una posición negociadora productiva tras la primera oferta de la organización presidida por Juan Rosell.

Así, no fue hasta el pasado mes de enero cuando la patronal hizo oficial su propuesta de incremento de salarios para 2017. En este caso, el alza estipulada fue de un 1,5 por ciento, similar al acordado en el Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC) de 2016, además de un 0,5 por ciento extra, ligado a la productividad, en función de la capacidad económica de cada empresa. Una oferta que se encontraba lejos de satisfacer las peticiones de los sindicatos, que situaron la banda de subida salarial entre el 1,8 y el 3 por ciento. Hay que recordar, en este punto, que la inflación escaló el 3 por ciento en los meses de enero y febrero para después ir perdiendo vigor. CCOO y UGT, además, exigieron desde el principio la inclusión de la cláusula de revisión para condicionar los sueldos al IPC. Una petición que nunca llegó a ser abordada por la patronal y que ha terminado por encallar la negociación hasta la ruptura.

Entre el tira y afloja de los agentes negociadores, y con la intervención del Gobierno -por la demanda de la ministra de Empleo, Fátima Báñez, de acelerar el pacto-, el pasado mes de abril la CEOE cedió y mejoró su oferta con un incremento de los sueldos del 2 por ciento, más el 0,5 por ciento pendiente de productividad. Una cifra que mejoraba la anterior proposición, y que se acercaba al 3 por ciento reclamado por sindicatos, aunque seguía sin incluir la cláusula de revisión.

En este punto, los sindicatos condicionaron el éxito de las conversaciones a que la patronal aceptase este concepto, e incluso en una entrevista para elEconomista, el líder de UGT, Pepe Álvarez, amenazó a los empresarios con un "calvario" si no se alcanzaba el acuerdo. CCOO apuntó a lo mismo y acusó a la patronal de, en realidad, no desear ningún tipo de acuerdo. Mientras, el IPC continuaba bajando.

Recta final y acusaciones

Con todo, el único punto en común de ambas partes era que no tenía sentido prolongar la negociación más allá de julio. A comienzos de este mes, Rosell avanzó en sus concesiones y aceptó "distinguir el planteamiento para los salarios muy bajos y los no tan bajos", elevando el ofrecimiento para las rentas más bajas hasta el 2,5 por ciento.

No obstante, una reunión entre Pepe Álvarez y Unai Sordo, nuevo líder de CCOO, apuntaló la obstinación de los sindicatos de exigir la cláusula de revisión y alejó la expectativa de acuerdo, más si cabe cuando ambos reconocieron la necesidad de pensar ya en un pacto para 2018 si no se llegaba a entendimiento para este año.

Así, el final de las conversaciones se vio enfangado por la acusación de "irresponsable" a CEOE por parte de los sindicatos, y la respuesta de la patronal, tildando de "inalcanzable" la propuesta de CCOO y UGT.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky