La Organización de Consumidores y Usuarios ha alertado sobre la compensación anunciada por el Banco Santander para los pequeños accionistas -clientes de Santander, Banco Pastor Popular o Popular Banca Privada- que acudieron a la ampliación del Popular, y que ahora se ven perjudicados por la adquisición ejecutada por la entidad que preside Ana Patricia Botín.
La asociación de consumidores ha puesto el foco en los puntos oscuros de la propuesta lanzada por el Santander, en forma de 'bonos de fidelización', que incluye diversas condiciones y de la que no podrán beneficiarse todos los accionistas del Popular. La medida es considerada asimismo como una suerte de acuerdo extrajudicial, por la contrapartida que representa.
Los requisitos para poder recibir esta compensación sobre las acciones adquiridas durante la última ampliación de capital es ser un cliente minorista, haber adquirido acciones de Popular entre el 26 de mayo y el 21 de junio de 2016 o tener obligaciones subordinadas computables como 'tier 2' de las emisiones bajo dos códigos concretos; mantener depositados estos títulos en Banco Santander, Popular, Pastor o Popular Banca Privada cuando se realizó el proceso de compra de la entidad; y mantener una relación "equivalente" con las cuatro entidades cuando se entreguen los bonos de fidelización a la que tenían antes de la compra del Popular.
A aquellos clientes que cumplan estas condiciones y tuvieran invertidos entre 100 euros y 100.000 euros se les compensará por la totalidad de la inversión. Entre 100.001 y 500.000 euros se compensará un 75% de la inversión, entre 500.001 y 1.000.000 euros se remunerará con la mitad de la inversión, y las inversiones que superen el millón de euros no recibirán compensación.
No podrán beneficiarse de esta medida quienes hayan sido miembros del consejo de administración de Banco Popular antes de su resolución ni personas vinculadas a ellos, ni accionistas que "hayan tenido una participación significativa en Banco Popular declarada en la CNMV". La OCU ha matizado, además, que también quedan fuera de la compensación los "accionistas y bonistas que tuvieran depositados esos valores en otras entidades, y los que hubieran adquirido las acciones antes o después de las fechas concretadas, por lo que califica la oferta de Santander de "limitada".
A esta crítica se ha sumado también la de los abogados especializados en litigios financieros Arriaga Asociados, quienes han desaconsejado esta compensación por tratarse de un producto "complejo, de difícil comprensión y, por tanto, inadecuado para un minorista". Desde este bufete se ha calificado estos bonos de fidelización de producto "demasiado arriesgado", que ofrece una compensación muy reducida en relación al riesgo asumido, a la vez que advierte de que el valor en el mercado será inferior al nominal.
¿Acuerdo extrajudicial encubierto?
La entrega de estos bonos por parte de la entidad financiera cántabra está sujeta a una condición más, que la OCU juzga como un "acuerdo extrajudicial": los accionistas que se acojan a esta compensación deberán renunciar a toda acción legal como pequeño inversor del Popular contra el Santander.
Los bonos exigen una permanencia de siete años, a lo largo de los que el inversor percibirá un 1% trimestral y su naturaleza es perpetua, es decir, no son convertibles por dinero en efectivo a través de su devolución al banco, salvo que se elija venderlos en la bolsa al precio de cotización -presumiblemente menor al de emisión, según explica OCU-.
La organización de consumidores critica que esta acción comercial de Santander solo beneficia a los seleccionados por la entidad y "en peores condiciones a las que podrían obtenerse por vía judicial". Además, también alerta de que el período de permanencia de los bonos de siete años puede ser demasiado largo y perjudicar a los pequeños inversores.
