Noruega es el país de Europa que más dinero gasta por habitante en pagar pensiones por invalidez. Según datos de Eurostat, en 2014 (último año disponible) este desembolso fue de 15.272 millones de euros, es decir, una media de 3.000 euros por noruego, el doble que Suecia o seis veces más que España.
Esta situación es posible (sin generar un descuadre de las cuentas públicas) en el país nórdico, sobre todo, gracias a los elevados ingresos derivados del petróleo. Noruega produce cerca de dos millones de barriles al día, es decir, que en tres días produce más barriles de crudo que la suma total de sus habitantes. Sin embargo, la caída del precio del petróleo en los últimos años pone en peligro el vasto estado de bienestar noruego. | Desmontando a Noruega
La agencia de asistencia social de Noruega gastó unos 20.000 millones de euros el año pasado en prestaciones sociales (incluyendo desempleo) en 2016. Desagregando ese dato, se puede observar que más de la mitad de ese volumen de gasto en prestaciones procede de pensiones por invalidez.
Como destacan desde la agencia Bloomberg, la tasa de paro oficial está por debajo del 3%, sin embargo, más de una quinta parte de la población en edad de trabajar depende de las prestaciones por desempleo o de los beneficios sociales por enfermedad e invalidez. La caída de los ingresos derivados del crudo podrían dejar una marca permanente en este país escandinavo.
Sigrun Vageng, director de la Oficina de la Seguridad Social noruega, asegura que "para mantener el sistema de bienestar noruego necesitamos más gente trabajando y menos cobrando estos beneficios pasivos".
Prestaciones en lugares desfavorecidos
Una parte relevante de estas prestaciones se concentran en zonas rurales de Noruega en las que negocios como la minería, la tala de árboles o la pesca han ido perdiendo fuerza o incluso han echado el cierre.
Por ejemplo, en el municipio de Ballangen, el desempleo comenzó a hacer mella en los años 60 con los primeros cierres de las minas de azufre y cobre. En la actualidad, casi el 40% de su población vive de los beneficios sociales.
El gasto público en Noruega es uno de los más elevados del mundo si se compara con su producto interior bruto (PIB). Según datos de Eurostat, en 2016 este tipo de gasto representó el 51% del PIB del país nórdico. Una parte importante de ese desembolso se financia con ingresos públicos obtenidos a través de la actividad petrolera del país, que suponen más del 13% del total.
Pero con una proporción creciente de población en edad de trabajar que vive de las prestaciones sociales, los cambios pueden ser una tarea compleja, sobre todo si se tiene en cuenta que los despidos en el sector petrolero podrían continuar. Las exportaciones de petróleo y gas representan alrededor de un 47% del valor de todas las exportaciones que realiza el país.
"Esto va a ser un gran coste para la sociedad, tanto por los ingresos fiscales perdidos, puesto que estas personas no pagan impuestos, como por los pagos directos en beneficios sociales", asegura Jeanette Strom Fjaere, economista de DNB.