
El banco central alemán podría verse obligado en el futuro a pagar intereses al Banco de España si los ciudadanos y empresas alemanas mantienen su 'adicción' al efectivo. Según dicta la normativa europea, los bancos centrales que impriman más efectivo del que les corresponde por asignación tendrán que pagar un interés a los bancos que emitan menos de lo que les corresponda. El Bundesbank es el mayor emisor de euros físicos de la eurozona, por el contrario el Banco de España es uno de los más deficitarios en esta cuestión.
Como destacan desde Bloomberg, el tipo de interés que se tiene que pagar es equivalente al tipo principal de intervención que marque el Banco Central Europeo, que ahora mismo es cero, pero si este tipo recupera la normalidad en el futuro, el Bundesbank tendrá que pagar intereses a los bancos que emitan menos dinero que el que les corresponde.
Cada banco central tiene una asignación de emisión de divisas y billetes según el capital que aportó cada país para crear el Banco Central Europeo. Aunque Alemania fue el país que más dinero aportó, el 'amor' de los teutones por el efectivo provoca que el Bundesbank tenga que emitir mucho más dinero físico que el que le corresponde.
De los 1,1 billones de euros físicos en circulación, 592.000 millones nacieron en el banco central de Alemania, lo que supone que ha superado su asignación en 327.000 millones de euros desde que el euro se pusiera en circulación en 2002.
El 'déficit' del Banco de España
Por le contrario, el Banco de España tiene un déficit de emisión de unos 100.000 millones. Este déficit surge porque la institución española ha recibido muchos más billetes y monedas de los que ha creado, debido a los flujos turísticos. Mientras que los flujos comerciales no influyen prácticamente (puesto que se hacen con pagos electrónicos), los turistas dentro de la zona euro suelen ir cargados de efectivo.
Una fuente del BCE ha revelado a Bloomberg como funciona el sistema: "La emisión de billetes depende por completo de la demanda de cada país, ningún banco central puede controlar la emisión ni los flujos de esos billetes entre países. El resultado es que el número de billetes recibidos puede superar el número de billetes creados. Por ejemplo, los turistas alemanes que viajan a España suelen llevar dinero en efectivo emitido por el Bundesbank, que gastan en España y suele acabar en el banco central de ese país".
Si por ejemplo el BCE subiera su tipo de intervención principal al 2%, el Bundesbank tendría que pagar alrededor de 6.500 millones de euros al año, mientras que el Banco de España recibiría una parte importante de esos intereses.
Aunque las tecnologías avanzan y las formas de pago cambian, los alemanes prefieren pagar con el método tradicional, billetes y monedas. Un documento de la Reserva Federal de 2016 muestra que el 82% de los pagos se realizan en efectivo en Alemania, muy por encima del resto de países que forman parte de la muestra. Una serie de factores históricos condicionan el comportamiento de los teutones a la hora de pagar.
Según ese mismo estudio, los alemanes suelen llevar de media en la cartera unos 110 euros en efectivo, porque aseguran que el pago con este método permite controlar de una forma más eficiente los gastos.