Economía

Grecia actúa como un país en desarrollo y pide 3.000 millones al Banco Mundial

Grecia ha pedido un crédito de 3.000 millones de euros al Banco Mundial para hacer frente a su elevada tasa de paro. Fuentes del Gobierno heleno han reconocido que es una decisión inusual por parte de un país desarrollado, puesto que el Banco Mundial centra sus esfuerzos en ayudar a los países más desfavorecidos del mundo.

Como señala el propio Banco Mundial, esta es una institución que busca dar asistencia financiera y técnica a los países en desarrollo del mundo. Su objetivo es ayudar a la gente más pobre en los países más pobres mediante el uso de sus recursos financieros, el personal y una extensa experiencia. 

Por todo ello, sorprende que un país como Grecia pida ayuda a esta institución que centra sus esfuerzos en sacar de la pobreza sobre todo a países africanos, de Latinoamérica y parte de Asia, que cuentan una renta per cápita y unos estándares de vida muy inferiores a los de Grecia.

Las petición de Grecia

Atenas busca fondos del Banco Mundial para un programa que combata el elevado desempleo del país, situado actualmente en el 23 %, cuyo objetivo es la creación de 100.000 puestos de trabajo al año en los próximos tres ejercicios, añadieron.

El banco, que reconoció que Grecia ha contactado con él, ha proporcionado asesoramiento técnico a la nación desde 2012. Sin embargo, la institución suele prestar solamente a países en vías de desarrollo.

Un funcionario griego de alto rango admitió que el Gobierno podría tener problemas para convencer al Banco Mundial de que le conceda el préstamo.

La solicitud de Atenas llega en medio de las prolongadas conversaciones entre el Gobierno de Alexis Tsipras y los acreedores internacionales -Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad y Fondo Monetario Internacional- para la entrega de un tercer rescate financiero.

El mes pasado, en un esfuerzo por romper el punto muerto en las negociaciones, el Gobierno griego se comprometió a acometer nuevas medidas de austeridad en la forma de rebajas en las pensiones y mediante una mayor base impositiva después de que el actual programa finalice en 2018, junto con más reformas del mercado laboral.

Los responsables de la misión de los acreedores del país retomaron las negociaciones en Atenas el pasado martes. Ambas partes trabajan también en un paquete de medidas para estimular el crecimiento, que fundamentalmente pasa por reducir los impuestos.

El Gobierno griego ahora afronta el desafío de convencer a los griegos de las ventajas del nuevo programa a pesar de siete años de crisis económica, de ahí el deseo de Atenas de suavizar el quebranto que supondrían nuevas medidas de austeridad con la financiación del Banco Mundial para su programa de creación de empleo. "Queremos que el acuerdo tenga elementos positivos; este podría ser uno de ellos", señaló el funcionario.

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