
Durante décadas, los trabajadores de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) han gozado de salarios superiores a la media del país, generosas primas y créditos baratos para financiar sus vacaciones y sus compras. Ahora que la marea del petróleo ha bajado la situación es radicalmente diferente, los salarios reales se han desplomado.
La economía de Venezuela se encuentra en caída libre, con una inflación de tres dígitos, una recesión económica y escasez de divisas, hasta los trabajadores de PDVSA están teniendo problemas para comprar bienes básicos, según informan desde Reuters.
Ahora, estos empleados, que formaron parte de la clase media alta de Venezuela, están endeudados y buscando un segundo trabajo para poder superar la situación. Incluso algunos están vendiendo sus uniformes de trabajo para comprar comida, según han relatado doce trabajadores a Reuters.
Ventas en mercadillos
"Cada día viene algún trabajador de PDVSA a vender un uniforme", asegura Elmer, vendedor ambulante en la ciudad petrolera de Maracaibo. "Venden las botas, los pantalones, los guantes y las máscaras", para comprar arroz y harina, que son productos importados de la vecina Colombia y que a día de hoy tienen unos precios muy elevados para el consumidor medio de Venezuela.
PDVSA tiene aproximadamente unos 150.000 trabajadores, el sueldo en esta empresa pública oscila entre los 35 y los 150 dólares al mes (cálculo con el tipo de cambio del mercado negro), además también cuentan con vales de comida, por lo que muchos empleados de esta firma aún se pueden considerar afortunados.
Una empleada de la limpieza de PDVSA asegura que "a veces dejamos a los niños dormir hasta el mediodía para ahorrarnos el desayuno". Esta señora también sostiene que ha perdido unos cinco kilos por la falta de alimentos.