
El Banco Central Europeo (BCE) ha sabido, hasta ahora, manejar con soltura y eficacia la política monetaria en Europa, pero sigue dando de qué hablar en cuanto a la transparencia. Si hace unos meses el Financial Times destapó que el organismo europeo mantuvo reuniones con banqueros días antes de tomar decisiones clave, ahora es Bloomberg el que denuncia que el BCE volvió a reunirse con grandes bancos antes del estímulo de marzo.
Esta vez, miembros del Comité Ejecutivo del BCE se reunieron con representantes de grandes bancos y con gestores de inversión como Goldman Sachs, BlackRock, Credit Suisse y Moore Europe Capital Management el pasado mes de febrero.
Aunque es lógico que la institución esté lo más próxima posible a los mercados, el banco central con sede en Frankfurt está empezando a bordear la delgada línea que separa el mantenerse al corriente de la opinión del mercado y el ofrecer a ciertos elegidos ventajas desleales en reuniones confidenciales, un sentimiento cada vez más arraigado en la opinión pública.
Esta reunión ha sorprendido más aún si cabe por las medidas que desde comienzos de este año la institución monetaria está llevando a cabo con el fin de demostrar su transparencia y buen hacer. El BCE viene publicando, con una demora de tres meses, los diarios de la junta ejecutiva, con la intención de ser más transparentes.
La última edición cubre parte del periodo entre la reunión de política monetaria del 21 de enero, en la que el presidente Mario Draghi señaló la necesidad de aumentar el estímulo, y la sesión del 10 de marzo, en la que el BCE bajó las tasas de interés y expandió el programa de compra de bonos.
Los documentos no cubren el "periodo de silencio" de una semana que antecede a las reuniones sobre políticas, en el cual se supone que los integrantes del Comité Ejecutivo se abstienen de comentarios que puedan influir sobre las expectativas referidas a medidas monetarias.
Estas normas se han vuelto más estrictas desde el año pasado, cuando inadvertidamente se dio información sensible durante una cena en mayo; pero, por otra parte, el riesgo de una desconexión se puso de manifiesto cuando los mercados salieron a vender en diciembre después de que el BCE anunciara un paquete de incentivos menor al que los inversores preveían.
Lo que es cierto es que el BCE y sus homólogos al otro lado del Atlántico mantienen una guerra fría con las supuestas filtraciones y reuniones secretas con el mercado como actores principales.
Hace unas semanas fue el BCE el que decidió hundir el dedo en la llaga de los reguladores estadounidenses. A través de un estudio, lo que sugiere que el documento no ha sido revisado todavía por otras instituciones, cuatro funcionarios del BCE determinan que algunos de los datos macroeconómicos que se publican en Estados Unidos podrían haberse filtrado previamente a determinados individuos, lo que sugiere que dichos participes del mercado operarían con información privilegiada.
Prácticas que ya han generado polémica en el pasado. De hecho, a mediados de abril, la Oficina del Inspector General para la Reserva Federal y el Buró de Protección Financiera del Consumidor advirtió a Janet Yellen y sus chicos que podrían ser algo más responsables a la hora de controlar y diseminar información económica bajo embargo a los medios de comunicación.
Problemas económicos
Vitor Constancio, vicepresidente del BCE y el director de mercados de Benoit Coeure, se reunieron en Shanghái con Goldman Sachs el 27 y 28 de febrero, respectivamente. Estaban en la ciudad china para la reunión de ministros de finanzas y gobernadores de los bancos centrales del Grupo de los 20. Coeure se reunió además con Credit Suisse y BlackRock a lo largo de esos dos días. Los temas fueron descritos en términos muy generales como referidos a los problemas económicos y financieros mundiales.
Aunque el diario de Draghi está dominado por reuniones con sus colegas directores de los bancos centrales, también se reunió el 3 de febrero con el Royal Bank of Scotland para conversar sobre los "problemas económicos y financieros" de la Unión Europea.
Peter Praet economista jefe del BCE se reunió con Nomura, la firma alemana Deka Group y BNP Paribas Fortis con sede en Bruselas y visitó a SGH Macro Adviser en Nueva York. Hubo también reuniones de Yves Mersch con Roubini Global Economics y Moore Europe; de Coeure con Deutsche Bank, HSBC y la firma francesa Attali & Associes y de Constancio con Axa Group.