Economía

¿Impedirá el debilitamiento económico que la Fed suba tipos en junio?

  • El posible Brexit también afecta a la Fed para tomar una decisión

Era de esperar. La economía estadounidense repitió en el primer trimestre del año el mismo patrón registrado en 2014 y 2015. Con una tímida expansión del 0,5%, casi tres veces menos del avance registrado en los tres meses anteriores, el país vuelve a sufrir lo que algunos expertos califican como un "proceso de ajuste estacional problemático".

Lo vimos hace dos años, cuando después de contraerse un 0,9% entre enero y marzo, Estados Unidos registró un impulso del 4,6% en el trimestre posterior o mismamente el año pasado cuando la economía creció sólo una décima por encima del dato dado a conocer por el Departamento de Comercio para acelerar su crecimiento hasta un 3,9% entre abril y junio. Es por ello que la atención se concentra en estos momentos en el actual trimestre en curso y en las decisiones sobre política monetaria que se lleven a cabo en el seno de la Reserva Federal.

"La caída en el consumo es temporal" señala Nariman Behravesh, economista jefe de la consultora IHS, quien señala como el gasto personal se redujo hasta el 1,9% entre enero y marzo, cinco décimas menos de lo registrado a finales de 2015. Una desaceleración que se vio principalmente lastrada por la contracción del 1,6% en la compra de bienes duraderos, que incluyen desde coches a electrodomésticos. El consumo en bienes perecederos avanzó sólo un 0,1% mientras que el desembolso en servicios mantuvo el tipo con un incremento del 2,7%, una décima menos que en el trimestre anterior.

"Esperamos que la inversión fija registre un crecimiento positivo en el segundo trimestre, a medida que los precios del crudo se recuperan poniendo fin a la debacle del sector energético y el estrés sobre el sector financiero se modera incrementando la confianza empresarial", aclara Behravesh, quien estima que la economía de EEUU podría crecer hasta un 2% en el actual trimestre. No olvidemos que la inversión empresarial a este lado del Atlántico se contrajo en el comienzo de 2016 a su mayor ritmo desde la Gran Recesión de 2009.

Sin embargo, el relativo optimismo que reina en IHS no es compartido por otras entidades. En Deutsche Bank consideran que lejos de los número publicados durante la jornada del jueves, que se revisarán en dos ocasiones durante los próximos meses, la atención se concentra en la actividad económica actual.

Un exceso de inventarios

"Al contrario de lo ocurrido en 2014 y en 2015, esperamos un repunte menor en el segundo trimestre porque la economía todavía esta digiriendo un exceso de inventarios, cuyo ajuste durará varios trimestres", advierte desde sus oficinas en Nueva York, Joseph LaVorgna, economista jefe del banco alemán. Un matiz que se produce incluso después de conocer como el ajuste en los inventarios entre enero y marzo fue mayor al esperado, al situarse en lo 60.900 millones de dólares desde los 78.300 millones de dólares alcanzado entre octubre y diciembre de 2015.

Los efectos del petróleo y el repunte del dólar, que han moderado su tendencia desde que se estrenase 2016, han pasado una factura variada a la mayor economía del mundo. Las exportaciones cayeron un 2,6% mientras las importaciones subieron un 0,2%. La inversión fija no residencial se desplomó un 5,9%, con las infraestructuras contrayéndose un 10,7% a medida que las petroleras han seguido apretándose el bolsillo y reduciendo insistentemente sus gastos e inversiones.

Un panorama que vuelve a poner a Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, y los altos funcionarios de su Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), entre la espada y la pared. "El discurso de la Fed nos pareció ligeramente más moderado de lo esperado, a pesar de que la mención a los potenciales riesgos globales ha dejado de ser un argumento recurrente. Nos preocupa que la inversión y la demanda interna no estén tirando del crecimiento", indicaba Ignacio Díez, gestor de renta fija de Credit Suisse Gestión.

Una posición que comparte Rick Rieder, director de inversiones de renta fija mundial en BlackRock, quien aseguró en una nota a sus clientes que "el banco central permanecerá a la espera los próximos meses y el ritmo de la normalización será muy lento". "Creemos que es probable que el mercado laboral se ralentice durante la segunda mitad del año debido a un contexto de deterioro de los resultados empresariales. Si este es el caso, no esperamos más de una subida de tipos este año, dado que la solidez del mercado laboral ha sido el aspecto más destacado del reciente panorama económico", admitía este gestor.

Aún así, los riesgos en el plano internacional parecen contenidos mientras el billete verde ha perdido fuelle durante los últimos meses. Un panorama que podría cambiar de cara al próximo encuentro del banco central estadounidense previsto para el 14 y el 15 de junio. "Considerando la sensibilidad a los acontecimientos globales, la Fed podría verse forzada a retrasar la subida de tipos hasta que no haya algún tipo de resolución en lo que a la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea se refiere", indica Ryan Sweet, economista de Moody´s Analytics en Nueva York.

El referéndum sobre un posible Brexit se celebrará el próximo 23 de junio. Al mismo tiempo Sweet considera que si la Fed decidiera mover ficha en poco más de un mes con su segunda subida de tipos de 25 puntos básicos, "los funcionarios del banco central tendrán que comenzar a estimular las expectativas del mercado", que a día de hoy no espera un movimiento en este sentido hasta la reunión del próximo 21 de septiembre.

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