Economía

Un círculo de destrucción ya ha empezado a 'romper' la economía de EEUU y la Fed no podrá detenerlo

  • Los analistas ven que el bucle consumo-empleo, comenzará el tercer trimestre
  • Los salarios ya crecen menos que los precios y cambia el ritmo
  • Trump ha dejado en el aire un detalle clave con los aranceles que puede sacudir los bonos
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A instancias de lo que pase con los tribunales, el shock arancelario se produjo en la primera mitad del año, cuando los continuos anuncios derivaron en enormes alteraciones en el mercado y la economía. Esto sucedió hasta el punto de generar una enorme giro en el PIB hasta una contracción del 0,2% el primer trimestre para volver a la normalidad el segundo con un crecimiento del 3,3%. Sin embargo, a pesar de las preocupaciones y el baile de cifras, existe el sentimiento de que algo está moviéndose bajo la superficie. La debilidad del consumidor, un mercado laboral ya sufriendo… los síntomas empiezan a apilarse y los expertos apuntan a que todas estas tensiones latentes estallarán y cambiarán de forma ya clara el rumbo de la economía de EEUU a partir de la segunda mitad de 2025. Será entonces cuando el runrun se transforme en dinámicas reales. Todo ello a pesar de una Fed que ya entrará con nuevos recortes de tipos.

Desde Julius Baer apuntan a que será en la recta final del año cuando "la fatiga se instale ya en EEUU". En un repaso de sus previsiones macro para la segunda mitad del año explican que el consumo estadounidense empezará ya a retroceder por un cóctel de 4 factores. "un menor crecimiento del empleo", el "impuesto arancelario", "la incertidumbre política" y la "reducción de transferencias fiscales".

Según indica el economista de la firma helvética, David Kohl, tras los aranceles "el aumento de los precios internos de producción sugiere que las empresas estadounidenses están absorbiendo inicialmente los costes de esta medida". En ese sentido a medida que la situación se estabilice espera que esto se filtre a los consumidores en los precios en un "impuesto arancelario que represente el 1% del PIB". Esto enfriará la demanda algo que se suma al "alto nivel de incertidumbre política dada la errática formulación de políticas". Del mismo modo, la reducción de ayudas fiscales que trae el One Big Beautiful Bill también frenará la demanda.

"Los datos de ventas minoristas de julio revelaron un estancamiento en categorías que representan el gasto discrecional en servicios, lo que indica que los consumidores están reduciendo sus gastos en áreas como las ventas minoristas en servicios de alimentación y bebidas para mantener el gasto en bienes esenciales", comenta Kohl. Todos estos factores alimentan un "círculo vicioso" que comenzará a dejarse sentir en la recta final del año con el mercado laboral en el epicentro. Un consumo debilitado potenciará la mayor ralentización del mercado laboral y, en consecuencia, esto traerá un menor consumo. Una sinergia que será difícil de parar y que otras firmas también advierten.

Desde RBC explican que la primera mitad del año se produjo "una resistencia económica impulsada por las compras anticipadas, el gasto y un respaldo de las políticas públicas". Sin embargo, en su informe publicado este miércoles, la firma explica que todos los pilares de esa resistencia se debilitarán. "La segunda mitad de 2025 podría ser una prueba más dura para la solidez de la economía. A medida que Estados Unidos concluya las negociaciones con sus socios comerciales y los aranceles se estabilice en niveles más altos, es probable que el impulso inicial se desvanezca".

La inflación supera a los salarios

Por su parte, la firma explica que "mientras tanto, una mayor inflación podría minar el poder adquisitivo de los hogares estadounidenses y frenar el consumo, mientras que las empresas (aún recelosas de la imprevisibilidad de las políticas y lidiando con la incertidumbre de la demanda) podrían aplazar la inversión hasta que mejore la visibilidad.

Ya de inicio esperan que el PIB de EEUU se desmorone hasta el 1% el tercer trimestre de 2025 y los supere levemente en el cuarto trimestre, ya un frenazo importante respecto a ese 3,3% del segundo. Otras instituciones como el FMI también ven un frenazo al final del año que lleve el crecimiento del PIB al 1,9% para 2025 en su conjunto por los malos datos de estos trimestres. Todo esto con un repunte hasta el 2% en 2026. Por su parte la OCDE ve que el 2,8% de 2024 se convertirá en 2025 en un 1,6%.

Esta última institución explicaba que será a partir de septiembre cuando "los costes crecientes del comercio, las condiciones financieras más estrictas, la confianza débil de consumidores y empresas y la elevada incertidumbre política podrían frenar significativamente el crecimiento si persisten" . El economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, comentaba que "las compras anticipadas van a desaparecer y eso será un lastre para la actividad económica en la segunda mitad del año y hasta 2026. Habrá una compensación por esa inversión inicial".

"Los hogares muestran un gasto estancado o en descenso porque los salarios no siguen el ritmo de los precios".

En el mercado laboral ese 'ciclo de debilidad' ya parece estar empezando con unos datos de agosto en los que se mostró una tasa de paro baja, solo dos décimas mayor del 4,3%... pero que revisó numerosas cifras de creación de empleo anteriores. De hecho, desaparecieron cerca de 358.000 puestos de trabajo creados, generando tras las revisiones la menor creación de empleo desde el covid. Los últimos datos confirmaron plenamente estas cifras con 22.000 puestos de trabajo creados frente a los 75.000 del mes anterior (menor creación desde 2021) y otro recorte de cifras anteriores de 27.000 puestos de trabajo.

Los aranceles y las medidas de Trump tienen mucho que ver en esta situación. Según la universidad de Yale, la tasa de desempleo, solo por esta medida, será de base 0,3 puntos más alta que en un escenario de aranceles, es decir, costará cerca de 505.000 puestos de trabajo que empezarán a notarse a partir de septiembre.

Respecto a los consumidores, en el libro Beige de la Fed, publicado este miércoles, ya alertaban de que por fin ha llegado el momento en el consumo se está contrayendo de forma más evidente. "Las empresas reportan que para muchos puestos los aumentos salariales se han desacoplado con los precios y están perdiendo poder adquisitivo. Especialmente a medida que las empresas ajustan su fuerza laboral a los aranceles". En resumen "los hogares muestran un gasto estancado o en descenso porque los salarios no siguen el ritmo de los precios".

De momento las ventas minoristas más recientes fueron de 726.000 millones de dólares (datos de julio) mejores de lo esperado. Por lo que todas esas presiones no se han trasladado todavía a números. Según los expertos, esto empezará a notarse ahora en adelante.

Una seria alerta en el mercado de deuda

Sin embargo, más allá del PIB y la economía en si misma, los inversores también ven un peligro claro para EEUU el segundo semestre. Que los mercados de deuda den un serio aviso por las decisiones tomadas en el primer tramo del año. El motivo es claro, el Big Beautifull Bill y los aranceles han puesto una carga de incertidumbre poco comentada pero que tiene un peso determinante en el mercado: los ingresos arancelarios se han convertido en un factor decisivo para medir la estabilidad fiscal del país.

Con el tipo arancelario planeado ya con los gravámenes actuales y los acuerdos comerciales se espera que logre recaudar un 1,1% del PIB, convirtiéndose de facto de una vía de financiación del país casi inexistente a un pilar clave en el aumento de gasto que han traído los planes de Trump.

El problema es que estos ingresos, necesarios para lograr el equilibrio fiscal actual, que sigue siendo débil, con un déficit del 7% proyectado para 2025 según Funcas y del 6,5% según el mismo secretario del Tesoro, Scott Bessent, no están garantizados. Los analistas han mostrado su preocupación de que esto no ocurra por las sentencias judiciales que están desarticulando las exportaciones. Si esto pasara los expertos ven un aviso serio en el mercado de bonos que acabe afectando a toda la economía.

"El riesgo de que los aranceles no tengan tanto impacto se convertirá en un factor dominante en los bonos del tesoro"

Desde Macquarie señalaban que esto ha unido de forma indisoluble el éxito de los aranceles a la estabilidad del mercado y que tanto un revés judicial más serio como unos ingresos mucho menores de lo esperado podrían desatar enormes ventas. "Si los tribunales anulan la mayor parte de los aranceles la inflación disminuiría y muchos se alegrarán… pero el mercado de bonos podría descontrolarse. El riesgo de que los aranceles no tengan tanto impacto se convertirá en un factor dominante en los bonos del tesoro".

Las agencias S&P Global y Fitch dicen en sus informes que depende de cómo se de la recaudación del 'impuesto arancelario', afectará a la estabilidad fiscal del país. Desde CBO indican en un informe publicado a raíz de las dudas con los aranceles y su pausa en los tribunales que, si estos no se aplicaran "la relación de deuda con PIB superará los niveles máximos de la Segunda Guerra Mundial en 2029".

En cualquier caso, desde Caixabank señalan que la justicia no es la única forma de que no se cumpla ese 1,1% de PIB por ingresos arancelarios. De hecho consideran que hay muchos factores que podrían derivar en que la recaudación sea mucho menor. "En primer lugar todo dependerá de cómo se transmitan los aranceles. En 2018 esto fue casi perfecto, de una relación 1-1" pero "las encuestas ya anticipan que los precios ya han comenzado a subir". Si hay inflación al mismo tiempo que aranceles se desactiva en buena medida la capacidad de recaudación de los mismos.

Por su parte hay otro factor clave. El dólar. "Un canal que podría amortiguar parcialmente este efecto es el tipo de cambio. Un dólar fuerte ayudaría a contrarrestar el encarecimiento de los bienes importados. Sin embargo, en lo que va de año, el dólar se ha depreciado un 10% frente a sus principales pares, posiblemente debilitado por una creciente expectativa de desaceleración económica en EEUU" comentan desde Caixabank. Desde Julius Baer explican que esperan que el euro cotice en los 1,24 dólares es decir, que la tendencia a la baja de la divisa se consolide en la recta final de 2025.

El banco español también señala que un crecimiento económico menor también limitaría la recaudación. En ese sentido, las perspectivas apuntaban a una desaceleración. "En definitiva, el aumento en la recaudación por aranceles ha sido significativo y alcanzar el 1% del PIB supone llegar a una cifra material, pero parece difícil hacerlo de manera sostenida en el tiempo".

En resumen, los próximos meses serán totalmente decisivos y en los que, por primera vez, ya se sentirá de forma pura el impacto del giro que han dado las políticas económicas y comerciales de EEUU. Tanto en la pura economía, donde el ciclo destructivo finalmente emergerá con la fatiga de los consumidores y el dolor laboral… mientras el mercado de deuda se enfrentará a una prueba de fuego.

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