
El mercado laboral de EEUU, bastión de su crecimiento económico, comienza a dar síntomas de clara fatiga. El último informe de empleo mensual publicado por el departamento de trabajo muestra una creación de empleos de solo 73.000 cuando el mercado esperaba unos 100.000. La tasa de desempleo avanza de este modo hasta el 4,3% desde el 4,1%.
Más allá del dato actual, la clave está más bien en las nóminas no agrícolas revisadas de junio y mayo. Se trata de revisiones muy agresivas que han derivado de una creación de 147.000 puestos de trabajo a solo 14.000. En mayo la han recortado de 144.000 a 19.000. En total se trata de 258.000 empleos que desaparecen de un momento a otro. Al margen de la pura creación de empleo los ingresos medios por hora se están con 0,3% de crecimiento, en línea con la previsión. Para poner en contexto tanto las cifras actuales como las previsiones, la cifra de creación de empleo de esos tres meses es la más baja desde el covid.
El número de desempleados alcanzó en el séptimo mes del año los 7,236 millones frente a los 7,015 millones anteriores, incluyendo 1,826 millones de parados de larga duración (aquellos sin trabajo durante 27 semanas o más) que representaron el 25,2% del total de desocupados. Después, el número de empleados a tiempo parcial por motivos económicos avanzó en 219.000 personas, hasta los 4,684 millones. Asimismo, la tasa de participación de la fuerza laboral se situó en el 62,2%, una décima menos.
Es especialmente preocupante que los sectores que han impulsado fuertemente la economía son los que están perdiendo puestos de trabajo durante tres meses consecutivos. El empleo industrial cayó en 11.000 trabajadores, el gubernamental en 10.000, y los servicios empresariales profesionales en 14.000. Sin embargo volvió a brillar la fortaleza del sector servicios, de la educación y la salud, con un aumento conjunto de 79.000 puestos de trabajo. El 89% de todos los empleos creados desde enero de 2023 vienen precisamente de los servicios privados, sanidad, salud, administración pública y ocio.
El mercado y el dolar caen con fuerza
Tras conocerse estos datos las expectativas del mercado de swaps han borrado por completo la opción de que la Fed no toque los tipos en septiembre y han pasado a dar por hecho que Powell, ante la debilidad del mercado laboral pasará a realizar un recorte ese mismo mes. Ahora estima que habrá entre dos y tres recortes más en lo que resta de 2025.
El dólar, por su parte, ha caído a plomo pasando de subidas a claras caídas. El índice dólar, que recoge su cotización frente a una cesta de monedas comparables. Cae cerca del 1,05% cambiando por completo el rumbo que llevaba hasta ese momento. En su cambio frente al euro también ha habido un giro radical. La divisa paneuropea se revaloriza un 1,5% de golpe en cuestión de minutos. La libra se dispara hasta los 1,33 dólares y el yen escala también. Ahora, por cada billete verde se ofrecen 148 yenes.
Misma situación con la rentabilidad de la deuda de EEUU que también ha caído a plomo hasta el 4,257% desde el 4,4% donde estaba escasos minutos antes. En el caso de Wall Street los futuros se oscurecen, con caídas del 1,75% y 1,97% para el S&P 500 y el Nasdaq 100 y del 1,54% para el Dow Jones. El oro, por su parte, refugio por antonomasia, está viviendo un fuerte crecimiento. Con el arranque del mes más volátil de las bolsas occidentales y una huida de la renta variable hacia destinos más "seguros", el oro se ha revalorizado un 1,5% en menos de una hora hasta superar los 3.400 dólares de nuevo.
Giro de 180 grados para la Fed
Desde Commerzbank tienen clara la relación. "Lo más importantes es que los aumentos de mayo y junio se revisaron drásticamente a la baja. El desempleo aumentó. Por lo tanto, el mercado laboral está perdiendo impulso significativamente". Es por ello que el banco germano argumenta que "un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal en su próxima reunión de septiembre vuelve a ser una opción, después de que dicha medida pareciera mucho menos probable tras las declaraciones restrictivas del presidente de la Fed".
James Knightley, jefe de investigación de EEUU de ING, comenta que "si bien el crecimiento del empleo fue decepcionante en julio, son las enormes revisiones a la baja de mayo y junio las que han arrojado una luz completamente diferente sobre la salud de la economía estadounidense". En resumen ·la mediocre cifra de julio es una cosa, pero las enormes revisiones sugieren que el mercado laboral ha perdido impulso y la presión para que la Fed actué es máxima. Es probable que se recorte en septiembre y que incluso pueda haber nuevos movimientos en octubre y diciembre.
Los analistas de Capital Economics coinciden en que "el moderado aumento de 73.000 puestos de trabajo no agrícolas en julio, combinado con grandes revisiones a la baja de mayo y junio, así como un repunte de la tasa de desempleo al 4,2%, fortalecerán los argumentos de quienes en el FOMC presionan a favor de recortes inminentes de las tasas de interés.
"Si hay poca evidencia de efectos arancelarios en los precios en los próximos datos de precios, habrá poca justificación para que la Fed mantenga una postura restrictiva".
"La clara pérdida de impulso en la contratación que se refleja en este informe animará a los moderados del Fed" comentan desde Capital Economics. "Los mercados coinciden, y la probabilidad implícita de un recorte asciende al 95%. Si bien esto supone un riesgo considerable para nuestra previsión de que la Fed mantendrá la política monetaria sin cambios este año, seguimos basándonos en la tasa de desempleo, que Powell destacó esta semana como la métrica clave que el FOMC observa para evaluar la salud del mercado laboral". Si bien el repunte de hoy no la aleja de su rango de los últimos 12 meses. No obstante, "si hay poca evidencia de efectos arancelarios en los precios en los próximos datos de precios, habrá poca justificación para que la Fed mantenga una postura restrictiva".
Los datos envían una señal más clara de que el mercado laboral está haciendo algo más que moderarse. No solo se está enfriando notablemente el crecimiento del empleo y aumentando el desempleo, sino que a los estadounidenses desempleados les resulta más difícil encontrar trabajo y los aumentos salariales se han estancado ampliamente. Esto supone un riesgo adicional para la desaceleración del gasto de los consumidores y las empresas, que ya están en marcha.