
¿Cuántos años trabajaremos los españoles? Habitualmente, esta incógnita se vincula con los años cotizados que se necesitan para cobrar una pensión, pero la cuestión va mucho más allá y se relaciona con las oportunidades laborales reales en nuestro país. Analizada desde esta óptica, la expectativa de vida laboral en España, es decir, el tiempo total que nos mantendremos activo en el mercado laboral, ya sea ocupados o buscando empleo, se situaba en 2024 en los 36 años y medio. Es el máximo de la serie histórica, si bien sigue por debajo de la media europea (37 años y 2 meses) y muy lejos de países como Países Bajos, Suecia, Alemania o Irlanda, que rebasan el umbral de los 40 años.
El dato, elaborado por la Oficina Europea de Estadística (Eurostat) para el año 2024, contrasta con el hecho de que el pasado año se exigía haber cotizado al menos 38 años para acceder a la jubilación con 65 años (menos si se superaban los 66 años y seis meses), según el esquema de retraso fijado en 2011 para ampliar la edad de jubilación a los 67 años en 2027. Pero hay que tener en cuenta que hablamos de métricas diferentes.
El indicador sobre la duración de la vida laboral que publica Eurostat es una estimación del número de años que se espera que una persona que acaba de alcanzar la edad legal para trabajar (15 años como media europea) se mantenga en la población activa a lo largo de toda su vida. Es decir, con empleo o desempleado, pero buscándolo. La idea es analizar todo el ciclo de vida de las personas que forman parte de la población activa, "en lugar de los estados específicos", como el desempleo juvenil o el retiro anticipado.
No hablamos, por lo tanto, de años cotizados, sino de tiempo efectivo en la población activa, descontando los periodos de inactividad que pueden producirse por diversas causas: desde los años dedicados al cuidado de hijos o dependientes hasta el desánimo de los parados de larga duración. En este supuesto encajan las mal llamadas 'prejubilaciones' de personas que anticipan su salida de la actividad y viven de sus ahorros o de prestaciones y subsidios de paro hasta poder acceder a la jubilación anticipada propiamente dicha.
En otras palabras, este indicador apunta a la ineficiencia de un mercado laboral para movilizar su mano de obra, lo que depende de factores económicos y del modelo productivo (un mercado laboral con elevado peso de actividades de bajo valor añadido y que requieren escasa cualificación tiende a expulsar a los seniors), aunque también sociales, culturales e incluso políticos: una red de apoyo familiar permite encadenar más periodos de inactividad, igual que las prestaciones y ayudas públicas. Si bien en este último aspecto, el problema no son tanto los subsidios como su falta de encaje en las políticas de empleo.
Esto contextualiza varias paradojas de los datos de Eurostat: primero, la elevada brecha entre las economías del norte, históricamente más ligadas a la industria y servicios asociados, y las del sur. La segunda, y la que más nos afecta, es que, aunque nuestro país tenga la tasa de paro más alta de la Unión, su expectativa de años activos no es la más baja. Se sitúa en la franja inferior a la media europea, pero hay una lista de nueve países con periodos más cortos, con Rumanía e Italia en las últimas posiciones.
También resulta llamativo que un país como Suecia, con una tasa de paro también elevada, se sitúe como el segundo país con mayor previsión de años trabajados: 43.
Resulta llamativo que España sea el estado europeo con mayor esperanza de vida de la UE (84 años), seguido de Italia (83 y 9 meses años) pero su expectativa de actividad laboral sea tan baja. En el caso de Suecia, cabe destacar que también su esperanza de vida es de las más elevadas de la UE (83 años y cinco meses), si bien queda por detrás de Italia y España. Sin embargo, Países Bajos, que lidera el ránking europeo de actividad profesional, está por debajo de la media en expectativa biológica, con 81 años y cuatro meses.
Esto apunta a que la expectativa de actividad laboral fluctúa por factores más allá de los biológicos. Un elemento que quizá debería tenerse en cuenta en reformas como las de las pensiones, centradas en retrasar el retiro argumentando que cada vez vivimos más años, más que en fomentar la empleabilidad en los últimos años de carrera.
Brechas persistentes y avances
Lo que sí revelan los datos es que las diferencias entre la vida laboral española y la de las principales economías como Suecia o Alemania no se han reducido sustancialmente en los últimos 20 años, y sí han aumentado en el caso de Países Bajos (de 4 a 7 años). Algo que confirma que la evolución no guarda relación con el retraso de la edad legal de jubilación, ya que se ha producido también en aquellos que no han hecho reformas en este sentido.
En cambio, lo que sí muestran los datos es una intensa reducción de la brecha de género en nuestro país. Mientras la esperanza de vida laboral media de los hombres apenas ha aumentado en un año y cuatro meses desde 2020, la de las mujeres se ha incrementado en 9 años y 8 meses. Esto muestra hasta qué punto la evolución de la edad media de vida laboral ha venido influida por la incorporación femenina al mercado laboral en España.
A día de hoy, la diferencia entre hombres y mujeres es de tres años y nueve meses, por debajo de la media de la Unión Europea (4 años y dos meses) y en línea con Países Bajos y Alemania, si bien sigue siendo relativamente elevada: hay 16 países en los que es inferior, e incluso en los casos de Letonia, Lituania y Estonia es negativa.
Esto apunta a que nuestro país tiene un elevado margen de mejora en cuestiones como la conciliación de la vida personal y familiar y el progreso profesional de las trabajadoras. Puede ser una de las claves que eleve la expectativa laboral, si bien no será suficiente si no se cuenta con también con más reformas del mercado laboral y del modelo económico que mejore las oportunidades profesionales a lo largo toda la carrera profesional.
Relacionados
- ¿Quién da trabajo a los mayores de 50 años? España se convierte en la campeona del paro senior
- Carrera contrarreloj para colocar a un parado: un año es el límite antes de caer en el abismo
- Eva Verde (coach de carrera) da las claves para cambiar de trabajo: "No es huir, sino avanzar con sentido"
- España cae en la trampa del edadismo: la mitad de la mano de obra supera los 45 años