Economía

La milagrosa recuperación de Argentina llega a la calle y se disparan las compras de coches y viviendas

  • El crédito bancario se ha reactivado con la mejora de las finanzas argentinas
  • El mejor mes de abril en 30 años en ventas de coches de segunda mano
  • El superávit público y el descenso de la inflación permiten la bajada de tipos

Tras años de crisis, inflación disparada y caída del poder adquisitivo, Argentina empieza a vivir un cambio de ciclo económico que ya no solo se percibe en las estadísticas macroeconómicas, sino también en la vida cotidiana de sus ciudadanos. La compraventa de viviendas y vehículos se ha disparado en los primeros meses de 2025, reflejando un renovado clima de confianza, la reactivación del crédito (hundido durante años) y una mejora real del poder adquisitivo de los argentinos. Esta recuperación, lejos de ser casual, responde a una batería de reformas económicas aplicadas por el gobierno de Javier Milei que han permitido aplacar el déficit, moderar la inflación, bajar los tipos de interés y, por ende, reanimar a un sistema financiero que llevaba años adormecido.

Los números 'macro' son contundentes y de sobra conocidos. La inflación mensual, que alcanzaba el 23% en diciembre de 2023, se redujo al 2,8% en abril de 2025, según datos oficiales. Esta desaceleración ha sido clave para detener el deterioro del salario real y permitir su recuperación. Los ingresos de los argentinos vuelven a ganar terreno frente a los precios, devolviendo poder de compra a los hogares y reactivando el consumo. Mientras tanto, el riesgo país ha caído con intensidad hasta los 648 puntos básicos de hoy martes (llegó a superar los 2.000 puntos en algunos momentos de 2025.

Por su parte, el mercado laboral también acompaña este nuevo escenario. La ocupación ha alcanzado su nivel más alto desde que existen registros, una señal clara de que las empresas están volviendo a contratar y que la economía se está expandiendo. A esto se suma el notable crecimiento del PIB, que avanza a un ritmo anual superior al 5%, consolidando un proceso de reactivación que va más allá del rebote post-crisis.

Todo ello ha permitido al banco central rebajar los tipos de interés, rompiendo un bucle infinito en el que el sistema bancario del país se dedicaba casi de forma absoluta a acumular liquidez para comprar activos públicos como las leliqs y otros tipos de deuda de muy corto plazo que ofrecían un interés nominal altísimo. Esto generaba un bucle infinito auspiciado por las necesidades de financiación y monetización del déficit público en Argentina. El Gobierno necesitaba dinero, emitía activos a un tipo de interés muy alto que eran comprados por los bancos y todo volvía a empezar de nuevo. La consecución del superávit presupuestario bajo el mandato de Milei ha permitido romper este bucle, al mismo tiempo que el Tesoro y el banco central han decidido acabar con las leliqs. Ahora, con los tipos de interés más bajos y sin la necesidad de monetizar el déficit, los bancos vuelven a recuperar, poco a poco, su actividad normal que es captar ahorro y dar crédito a familias y empresas.

La compraventa de vivienda se dispara

En este contexto, uno de los sectores que mejor refleja el cambio es el inmobiliario. En marzo de 2025 se realizaron 62.808 operaciones de compraventa de viviendas, un 40,6% más que en el mismo mes del año anterior, marcando el mejor dato para un marzo desde 2007, según el Instituto Nacional de Estadística. Además, en el primer trimestre del año, las operaciones crecieron un 20,7%, reflejando un sostenido incremento del dinamismo en el sector.

El impulso a este mercado se explica, en parte, por la reducción de los tipos de interés y el fin de múltiples restricciones que durante años distorsionaron el acceso a la financiación. Las viviendas nuevas lideran el repunte con un crecimiento del 64,2%, mientras que la vivienda usada, que representa el grueso del mercado, avanzó un 34,8% en marzo.

Pero no solo el ladrillo está viviendo una primavera económica. El mercado del motor también muestra cifras históricas. En abril de 2025 se vendieron 158.960 autos usados, un 16,7% más que en abril de 2024 y un 11,6% más que en marzo, según datos de la Cámara del Comercio Automotor (CCA). El primer cuatrimestre de este año acumula 620.383 vehículos vendidos, un 33,5% más que en el mismo periodo de 2024. "Terminamos de atravesar el mejor abril desde que se tienen registros mensuales de venta de autos usados a nivel nacional (1995)", asegura Alejandro Lamas, secretario de la CCA.

Desde la CCA destacan el impacto que ha tenido la salida del cepo cambiario, una de las reformas estrella del gobierno de Milei. "Llevó a una situación de mayor normalidad y transparencia", señaló Alejandro Lamas, secretario de la entidad, quien también remarcó el papel del interior del país como motor del crecimiento. En muchas provincias, las ventas superan el promedio nacional, lo que demuestra que la reactivación es territorialmente amplia.

Más confianza en la economía

Estos indicadores no solo son relevantes en términos económicos, sino que también reflejan un cambio psicológico. La mejora de las expectativas, la caída de la inflación y el regreso de la estabilidad están devolviendo la confianza a los consumidores y a los inversores. El clima de negocios ha mejorado, y con él, la disposición de las familias a comprometerse con decisiones de largo plazo, como comprar una vivienda o cambiar de coche.

La confianza también se ha visto reflejada en el índice de expectativas económicas y de consumo, que ha registrado su mayor nivel desde 2017. En las encuestas, crece el porcentaje de argentinos que cree que su situación financiera mejorará en los próximos meses. Esto, sumado al nuevo entorno macroeconómico, genera un círculo virtuoso que puede sostener el crecimiento en el mediano plazo.

Sin embargo, el gobierno sabe que esta recuperación todavía necesita consolidarse. El desafío ahora es mantener la disciplina fiscal, continuar desregulando sectores clave y fomentar la inversión, especialmente extranjera. A largo plazo, la estabilidad sólo será sostenible si se acompaña de reformas estructurales que aumenten la productividad y mejoren la competitividad de la economía.

Argentina no está exenta de riesgos, desde la persistencia de cierta fragilidad social hasta el impacto de los mercados globales. Pero los datos actuales permiten cierto optimismo. Tras años de estanflación, pobreza creciente y deterioro institucional, el país parece haber dado un giro. Y lo más importante: ese giro ya se nota en la calle, en los barrios, en las concesionarias y en las escribanías. En palabras de Alejandro Lamas: "Hay un enorme potencial por delante". Y por primera vez en mucho tiempo, parece que Argentina está empezando a aprovecharlo.

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