
España se ha convertido en los últimos dos años en el motor económico de Europa. El 40% de todo el avance de la UE en 2024 viene de la mano de ese 3,2% en el PIB del país ibérico. Han corrido ríos de tinta sobre las razones que explican esta diferencia con el resto del continente. Existe un consenso generalizado de que los principales factores son la inmigración, el turismo y un potente gasto público al calor de los fondos europeos. Sin embargo, hay un elemento que pocos están teniendo en cuenta y que emerge con claridad: las hipotecas y el crédito.
En un momento de enormes cambios con los tipos de interés, con potentes subidas y ahora una desescalada, España se ha diferenciado de sus vecinos en una cosa: es mucho más barato pedir un crédito para la vivienda (y en general). Así lo muestran los últimos datos del BCE relativos al mes de marzo, que recogen que en España el interés medio que se paga por las hipotecas apenas es del 2,8%, la cifra más baja de toda la región solo superado por Malta (1,8%).
Quitando a la pequeña isla del Mediterráneo, para poner los datos españoles en contexto, la media de la zona euro se encuentra en el 3,31%. En Francia se paga un 3,05%, en Portugal un 3,11%, en Italia un 3,14%, en Alemania un 3,6% y en Grecia un 3,69%. Esto no es una cuestión del sur contra el norte. Se trata de un fenómeno que se ha dado con gran intensidad en España y que está siendo un factor mucho más relevante de lo que podría parecer.
Pero no es solo una cuestión de hipotecas. España es junto con Chipre el lugar donde menos pagan las empresas por sus créditos. Las firmas tienen que abonar un 3,54% frente al 3,8% de la zona euro. El coste general de pedir un crédito (coste compuesto de financiación), es de 2,82% frente a una media europea de 3,32%.
En declaraciones a elEconomista.es, el director de estudios financieros de Funcas, Santiago Carbó, defiende esta idea. "Las hipotecas y crédito más barato están sumando a la economía española de forma relevante. Cualquier préstamo sano genera crecimiento de manera aparejada. Sin duda es un factor clave para explicar el crecimiento del PIB actual, para mí podría estar entre el tercer y cuarto motivo que lo explicaría. La financiación es clave para una economía".
El motivo es claro, el crédito es oxígeno para la actividad y por ello los tipos de interés son la clave para controlar la inflación. Al subirlos los bancos centrales buscan que la financiación sea más complicada y, de esta manera, enfriar la actividad y, con ella, los precios. Si la hipoteca cuesta menos ese dinero extra puede invertirse, gastarse... etc. Este es el motivo por el que el Banco de España dijese tras elevar las previsiones de PIB de España a 2025 al 2,7% que el coste del crédito ya relajándose era una de las bases para su nueva percepción.
"Se espera que la mejora en las condiciones de financiación continúe respaldando la demanda interna y, en particular, la inversión empresarial y el consumo de los hogares", defiende el último informe de la institución española. En ese sentido, el Banco de España vincula esto a los recortes que ya ha emprendido el BCE. Sin embargo, teniendo en cuenta que las condiciones de financiación del país son prácticamente las mejores de la región, esto marca la diferencia de forma clave.
"En los últimos tres años ha habido un cambio estructural que ha situado las hipotecas españolas como las más baratas"
Judit Montoriol, lead economist de CaixaBank Research, explica en declaraciones a elEconomista.es que "la reducción que ha habido en los costes de financiación tiene un impacto positivo en la economía española, ya que favorece el consumo y contribuye a dinamizar el mercado inmobiliario. En efecto, las compraventas de viviendas han repuntado en los dos primeros meses del año (22,4% interanual), impulsadas por unas condiciones de financiación más favorables, junto con otros factores que mantienen la demanda de vivienda en niveles elevados".
En ese sentido la experta apuntala que la reducción que se ha vivido está siendo clave pues "en abril de 2025, el Euríbor a 12 meses se situó en una media del 2,14%, marcando una notable bajada respecto al año anterior. Nuestro escenario de previsiones actual contempla que el BCE siga reduciendo los tipos de referencia de manera gradual hasta que el tipo de depósito alcance el 1,75% en el tramo final de 2025 (la banda baja del rango que se considera como neutral)".
Desde iAhorro defienden que se trata de un fenómeno relativamente nuevo, no es que España haya tenido de forma estructural hace tiempo crédito más barato. Simone Colombelli, director de Hipotecas de la firma explica que "ha habido momentos como en 2021 o 2022 en los que se firmaban hipotecas más baratas, de media, en Francia o Portugal que en España. También eran unos momentos en los que los tipos de interés oficiales del BCE estaban muy bajos, en torno al 0%". En ese sentido, añade que se han ido sumando una serie de motivos en los últimos años que han derivado en esta situación.
¿Por qué en España las hipotecas son más baratas?
Respecto a los motivos detrás de la diferencia, estos son múltiples. El factor fundamental es que las entidades están inmersas en una guerra por ofrecer mejores créditos. Carbó explica que "hay una gran competencia, las entidades ven las hipotecas no como una gran fórmula de rentabilidad, sino como un ancla con el que atraer a los clientes y atarlos durante años tanto a sus servicios como a otros productos". Esto ha llevado a que las entidades estén dispuestas a ofrecer financiación.
Esto no es solo porque haya una estructura más atomizada, sino que desde Funcas señalan a que el modelo de banca universal es más común en España. Es mucho más común que una entidad ofrezca todo tipo de productos antes mientras que en países como Francia, Alemania o los nórdicos hay una mayor especialización con neobancos y entidades de inversión. Algo que hace que el mercado del crédito esté menos cargado.
"Las entidades tienen más liquidez, por lo tanto, más músculo para dar más préstamos, un negocio que perciben como seguro"
Desde iAhorro coinciden en que una de las claves ha sido que los bancos españoles "han visto en estos productos el mejor método de captación de clientes", pero defienden que una de las explicaciones más relevantes es el enorme peso de la hipoteca variable en España. "Este es un tipo de préstamo que no suele existir en otras zonas y esto empuja un poco a la baja los tipos de interés en España, principalmente porque hace que exista una mayor competencia". Según los datos del INE más del 44,6% de las hipotecas son de tipo variable. En Europa la media es del 26%.
Por su parte Combelli señala que la competencia se puede dar porque España es uno de los países donde las entidades cuentan con más liquidez y, por lo tanto, eso se traduce en que "tienen más músculo para dar más préstamos, un negocio que perciben como seguro". Según el Instituto Español de Financanzas "el LCR (coeficiente de liquidez) de la banca española es del 178%, 11 puntos porcentuales superior al promedio de la UE-27. Esto significa que los bancos españoles tienen más capacidad para afrontar fugas de depósitos que la media europea".
Todos estos factores han contribuido a que España se desmarque con una ventaja que le ha ayudado a desmarcarse del estancamiento europeo. En cualquier caso desde Funcas señalan que, aunque "no hay motivos para pensar en que habrá cambios en las hipotecas de España", esta diferencia se irá reduciendo de forma clara a medida que vayan bajando los tipos de interés por parte del BCE. De momento el resultado en un sólido crecimiento en la firma de hipotecas en el país. En 2024 se firmaron 423.761 hipotecas, un 11,2% más que el ejercicio anterior tras anotar el mayor avance anual desde 2021 y el segundo mayor desde la burbuja. Queda por ver si el crédito puede mantener el ritmo en los próximos años.