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El recorte de tipos del BCE está en serio peligro pese a la sorpresa positiva de la inflación europea

  • El IPC subyacente cae dos décimas (2,2%) y los servicios se alejan del 4%
  • Estos datos y los de actividad avalan otro recorte de tipos en abril
  • Pero los funcionarios defienden la pausa ante el miedo a los aranceles

El recorte de tipos de interés en la eurozona en abril corre peligro. El Banco Central Europeo (BCE) parece ser proclive a hacer una pausa ante la presión del ala más dura del Consejo de Gobierno. Pese a que la inflación de marzo ha deparado sorpresas positivas (el IPC general se ha situado en el 2,2%, dejando muy muy lejos aquel 10,6% de octubre de 2022), la fuerte incertidumbre comercial (los aranceles son una suerte de impuesto que eleva los precios), la abrumadora escasez de mano de obra (la tasa de paro está en el 6,1%), los planes fiscales de Alemania y el rearme europeo han llevado a los funcionarios del BCE a defender la adopción del modo wait and see (esperar y observar) de cara a su reunión de política monetaria del 17 de abril hasta tener más información macroeconómica.

Lo cierto es que la lectura preliminar de IPC de marzo publicada este martes por Eurostat compromete esta postura de quietud. El índice de precios al consumo bajó el mes pasado una décima hasta el 2,2% interanual, tal y como se esperaba. El IPC subyacente, que excluye en este caso la energía, los alimentos, el alcohol y el tabaco, desaceleró dos décimas hasta el 2,4% (se esperaba un 2,5%). Este descenso es meritorio en la medida en la que la inflación subyacente venía siendo más pegajosa y más vigilada por las autoridades monetarias.

Sin embargo, la gran alegría ha venido en el IPC de servicios, con una caída del 3,7% interanual al 3,4%, alejándose la partida del elevadísimo 4% en el que ha estado meses y meses, siendo el gran quebradero en materia de inflación para el BCE. "La baja inflación del sector servicios se debe en parte al efecto de la Semana Santa, ya que este año la festividad cae a finales de mes. Esto suele resultar en una inflación del sector servicios más moderada en marzo y un repunte en abril. No obstante, las empresas del sector servicios han visto una moderación en sus expectativas sobre los precios de venta y una debilidad en la actividad comercial en los últimos meses, por lo que parece estar en ciernes un retorno a una tendencia de inflación más baja, independientemente de los efectos a corto plazo de la Semana Santa", explican de forma muy esclarecedora desde ING.

El timing ha querido que el informe de Eurostat haya llegado solo horas después de que la agencia de noticias financieras estadounidense Bloomberg haya publicado en exclusiva que varios funcionarios del Eurobanco mantienen serias dudas sobre el supuesto recorte de tipos de interés de abril, según personas familiarizadas con el debate en el seno de la institución monetaria, lo que sugiere que la reunión sigue estando mucho más abierta de lo que los inversores creen. Aunque la inflación de los servicios se ha moderado, el contexto es extremadamente incierto, lo que podría llevar al banco central a ser más cauteloso y esperar algo de tiempo antes de volver a rebajar el precio del dinero (si es que vuelve a hacerlo).

Los responsables políticos, tanto de la línea dura (los 'halcones') como de la blanda (las 'palomas'), están considerando una pausa en la reunión del 17 de abril dada la creciente incertidumbre sobre las políticas comerciales del presidente estadounidense Donald Trump y el aumento del gasto militar en Europa, según las fuentes, que pidieron no ser identificadas debido a la confidencialidad de las conversaciones.

Hasta la fecha, cabe recordar que el BCE ha reducido su tipo de interés de depósito desde el 4% al 2,5%, a medida que la inflación se acerca al objetivo del 2% y la economía europea lucha por salir del estancamiento. Sin embargo, después de varios meses de acuerdo y coordinación, ahora las opiniones dentro del Consejo de Gobierno, compuesto por 26 miembros, son divergentes, lo que abre la puerta a que el BCE inicia una pausa (deje de bajar los tipos) o que anuncie una bajada de tipos a cambiar de telegrafía una pausa desde ese momento de la reunión de abril en adelante.

Los analistas de ING sintetiza de manera clara el dilema: "Han sucedido muchas cosas desde la reunión de marzo del BCE y, a poco más de dos semanas de su próxima reunión, está claro que todas las opciones estarán nuevamente sobre la mesa. El cambio de rumbo fiscal alemán ha pasado del anuncio a la realidad, pero aún no se ha implementado. Los esfuerzos de la UE por aumentar el gasto en defensa han cobrado impulso, y los aranceles estadounidenses a los automóviles europeos se han hecho realidad, lo que también podría ocurrir con los aranceles generales dentro de dos días. Al mismo tiempo, los indicadores adelantados sugieren que la previsión del BCE de un crecimiento intertrimestral del 0,2% en el primer trimestre podría haber sido nuevamente demasiado optimista, mientras que la inflación continúa desacelerándose".

Si el viernes los operadores del mercado daban un 85% de opciones al recorte en abril, la filtración de Bloomberg bajó las apuestas al 70%. El dato de IPC las ha situado en el 77%. Los swaps ahora mismo contemplan dos recortes de tipos más hasta verano y después una larga pausa.

Contrariamente a lo telegrafiado en la filtración a Bloomberg, las casas de análisis se decantan por el recorte en abril tras los datos de IPC. "Creemos que este descenso, junto con los sólidos indicios de que seguirá bajando y la continua debilidad de las últimas encuestas de actividad, bastarán para incitar al BCE a recortar de nuevo los tipos", apuntan desde Capital Economics. "Es probable que las cifras de inflación de hoy animen a las palomas del Consejo de Gobierno del BCE. Con un 2,2%, la inflación se sitúa justo por encima del objetivo del BCE del 2%. También es probable que el BCE vea con buenos ojos la caída de la inflación subyacente. Esto hace mucho más probable un recorte de los tipos de interés oficiales en abril que una pausa. Es probable que después de la reunión de abril se produzca otra bajada, antes de que el BCE pase a un modo de espera con un tipo de depósito del 2%", se 'mojan' en Commerzbank.

"El año pasado, en la conferencia de prensa de marzo, la presidenta del BCE, Lagarde, afirmó que 'sabremos un poco más en abril y mucho más en junio', lo que abrió la puerta al primer recorte de tipos del ciclo de recortes. Este año, sabrá muchísimo más en abril, ya que se conocerá mucho más sobre los aranceles estadounidenses impuestos a los productos europeos y sobre las represalias que la Comisión Europea está preparando para la reunión del BCE de abril. Esto será clave para determinar la dirección de los tipos. Sin embargo, en igualdad de condiciones, la inflación de marzo ha sido lo suficientemente débil como para justificar otro recorte de tipos para que el tipo de interés oficial se mantenga más firmemente en territorio neutral", remachan desde ING.

Las diferentes lecturas preliminares de IPC en las principales economías de la eurozona apuntaban ya a un dato global más suave. En Francia, el IPC general se mantuvo en marzo en un bajo 0,8% interanual, mientras que el IPC armonizado para el cálculo conjunto de la eurozona se quedaba en el 0,9% cuando se esperaba un repunte hasta el 1,1%. En España, el IPC preliminar de marzo ha sorprendido para bien al ser del 2,3% interanual frente al 3% de febrero y el 2,6% esperado por los analistas. También en buena senda, el IPC subyacente nacional, sin energía ni alimentos, ha retrocedido dos décimas hasta el 2%.

La sorpresa negativa venía de Italia, con un IPC nacional del 2% frente al 1,6% previo y el 1,6% esperado.
Sin embargo, el dato 'definitivo' fue el IPC de Alemania, publicado este lunes. La inflación general de la principal economía europea, la que tiene la ponderación más grande en el índice global de la región, se situó en marzo el 2,2% interanual, frente al 2,3% de febrero. La inflación subyacente bajó al 2,5% interanual desde el 2,6%. La inflación armonizada, medida para el cálculo conjunto de Eurostat, bajó al 2,3% interanual desde el 2,6% de febrero.

Intercambios entre 'halcones' y 'palomas'

Aunque los responsables políticos se han mantenido en gran medida herméticos sobre sus preferencias para abril, el portugués Mario Centeno ('paloma') no ve motivos para pausar los recortes, mientras que el austriaco Robert Holzmann ('halcón') aboga por una pausa. Los inversores han reducido levemente sus apuestas sobre el alcance de los recortes de tipos del BCE este año tras el informe, lo que provocó que los bonos alemanes perdieran ganancias. La probabilidad de una reducción de un cuarto de punto porcentual en abril ha caído al 65% desde el 85% anterior.

Los miembros del BCE con una postura más moderada aún ven la necesidad de una mayor flexibilización para intentar estimular el crecimiento económico, pero podrían no insistir en lo que sería la séptima bajada de tipos desde junio de 2024 si los 'halcones' piden más tiempo para evaluar los datos, según han señalado las fuentes a Bloomberg. Sin embargo, enfatizaron que la reunión se celebrará dentro de dos semanas y media y que la perspectiva aún podría cambiar. Parece que los 'halcones' podrán haber tomado el control del BCE, puesto que tienen la última palabra para pausar o bajar los tipos, pero otros miembros del Consejo de Gobierno han asegurado que todas las opciones están sobre la mesa (salvo la de una subida de tipos).

Desde JP Morgan explican que ahora mismo la política monetaria del BCE se encuentra en una especie de pausa, "ya que el BCE ha decidido ralentizar su política monetaria expansiva a medida que se acerca a la neutralidad y dado que el cambio fiscal en Alemania es una fuente importante de aumento de la demanda". Aunque los mercados ven una mayor probabilidad de un recorte en abril (lo que refleja el riesgo de aranceles más altos), "el BCE ha expresado su preocupación por un impacto positivo en la inflación, incluso si los aranceles afectan el crecimiento, sentencian desde el banco americano", señalan los analistas del banco americano.

"Los aranceles estadounidenses podrían generar presiones deflacionarias en el mercado de la eurozona, al deprimir las exportaciones y, por consiguiente, el crecimiento. Además, también genera una mayor oferta en el mercado de la eurozona, ya que EEUU aumenta las barreras de acceso. Sin embargo, las medidas de represalia de la Comisión Europea probablemente tendrán un efecto alcista en la inflación de la eurozona, ya que se trata esencialmente de un impuesto nacional que se introduce y que, en cierta medida, pagarán los consumidores", aclaran desde ING.

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