
Los conflictos bélicos, la guerra comercial entre China y Estados Unidos o los aranceles son riesgos de la economía a nivel global que no van a frenar el crecimiento económico de Aragón. Es más, la comunidad aragonesa va a tomar más impulso del inicialmente esperado en los años 2025 y 2026.
Las últimas previsiones económicas realizadas por Ibercaja apuntan a un crecimiento del PIB de Aragón del 2,8% para este año y el próximo ejercicio, situándose por encima del conjunto de la economía de España para la que se estima un 2,7% y un 2,2% para 2025 y 2026, respectivamente. En el conjunto del país no se prevé, además, un fuerte impacto en el crecimiento por el mayor gasto en defensa.
Unas previsiones que se producen después de que Ibercaja haya revisado al alza el crecimiento del PIB para Aragón en siete décimas sus estimaciones realizadas el pasado mes de diciembre. Varios son los factores que contribuyen a esta evolución como la menor afección de la inicialmente esperada de los aranceles de Estados Unidos implantados y anunciados -los últimos para el sector del cine-, por la menor exposición comercial de la economía de Aragón a este país para el que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha rebajado en ocho décimas sus previsiones de PIB dentro de un contexto de crecimiento desequilibrado que ha llevado a Estados Unidos a registrar un déficit del 7% en 2024 y de una deuda del 120% del PIB, que es "difícil de mantener", ha afirmado Santiago Martínez, jefe de Análisis Económico y Financiero de Ibercaja.
El economista ha añadido que las políticas de Trump probablemente no mejorarán la situación económica -en su anterior etapa en la presidencia de Estados Unidos, por ejemplo, se elevó la inflación un 12% con el arancel a las lavadoras y secadoras procedentes de Asia-, aunque ha matizado que todavía no se sabe el final de la guerra arancelaria". De momento, "hay incertidumbre", ha incidido.
"Las políticas arancelarias perjudican al país que pone los aranceles", ha explicado Enrique Barbero, director de Comunicación de Ibercaja, durante la presentación del informe económico de la entidad recogido en la revista Economía Aragonesa. Es un impacto que, además, se traduce en menor PIB y empleo y más tasa de inflación, entre otros efectos. No obstante, habrá que esperar a ver si la política arancelaria de Trump "es una mera estrategia de negociación o es una línea" que seguirá, ha apuntado Barbero.
Otro de los factores que impulsarán la economía aragonesa en estos dos ejercicios es la inercia positiva del mercado laboral en el que se seguirá creando empleo, de manera que la tasa de paro bajará hasta bajará del 8,1% en 2024 al 7,7% en 2025 y al 7,1% en 2026. Una ratio que también es más favorable que la de España: 9,9% para 2025 y 9,4% en 2026. Estas tasas se lograrían siempre que se mantenga un entorno similar al actual.
Es un contexto de "serenidad y tranquilidad frente al carácter apocalíptico de algunos comentarios", ha explicado Enrique Barbero. Una situación en la que, además, las empresas y la sociedad en general se está acostumbrando a vivir entre conflictos bélicos, aranceles, en un entorno de campo de minas, pero "sin complacencia", ha añadido.
Las mejores previsiones de la economía de Aragón también se asientan en el ahorro generado en los últimos años, sobre todo durante los años de pandemia, y la evolución del sector inmobiliario, que será decisivo para favorecer el desarrollo económico de la comunidad aragonesa y atraer talento, así como para los nuevos proyectos empresariales y de cara a acabar con el desajuste de 100.000 hogares y una demanda de vivienda no atendida de medio millón de hogares ante la falta de construcción de pisos en los últimos años y la ralentización de la recuperación del sector por la prudencia de las compañías del sector tras la crisis de 2008. Un sector cuya actividad, además, tendrá un impacto positivo en la reducción de empleo al ser intensivo en mano de obra. En concreto, será decisivo para registrarse incrementos de la ocupación por encima del 2% anual. "El sector inmobiliario tiene efecto arrastre", ha señalado Barbero.
Estos factores se complementan a su vez con las inversiones en Aragón por valor de más de 40.000 millones de euros en la comunidad aragonesa en distintos proyectos empresariales como los centros de datos de Amazon Web Services, Microsoft, Blackstone, Box2Bit, Azora y Grupo Samca; la gigafactoría de baterías Stellantis y la empresa china CATL, y el macrocomplejo agroalimentario y logístico de Grupo Costa, que deben materializarse en los próximos años.
Sobre esta base, se espera que Aragón tenga un mejor comportamiento ante los riesgos y amenazas externas. No obstante, es preciso que la comunidad, al igual que los países y a nivel internacional, tenga una visión estratégica y resiliencia para dar rápida respuesta a las tensiones comerciales, ajustes monetarios y variaciones sectoriales.
"La situación geopolítica marca el paso y es el principal factor funcionante de las previsiones económicas y de la marcha de la economía. Antes era un dato. Pero las alteraciones económicas se están convirtiendo en variable económica fundamental", ha aseverado Enrique Barbero, quien ha incidido en que es preciso tener en cuenta para la economía y las empresas planes de contingencia para poder responder ante los cambios que se produzcan en clientes, proveedores, mercados o suministros de tecnología, agua o energía.
También ha considerado conveniente disponer de comités de crisis para que, cuando se produzcan estas situaciones críticas, no se produzcan retrasos en la adopción de medidas ni en la comunicación dado que, en caso contrario, se llevaría a "soluciones desastrosas".