
El nombre de José Elías ya no es desconocido. Dueño de La Sirena y uno de los hombres de moda en el mundo empresarial, el gurú de los negocios trae una nueva entrega de consejos a emprendedores en su podcast "Un Café Incapto con Jose". Ahora, se centra en el sistema de autónomos de España que, aunque necesario para mantener el Estado del Bienestar, sangra a los pequeños empresarios.
Esta vez es el turno de Iván de Limpiezas Rico, compañía que fundó en enero de 2024 después de que su madre perdiese su trabajo y él dejara de ser repartidor. Gracias a esta idea ha conseguido facturar 90.000 euros en el primer año de actividad. "Hice una cuenta, puse 300 euros para que se cobrara su primer autónomo y el gestor y de ahí a funcionar".
Sin embargo admite que no sabe analizar su propia empresa ni lo que se espera de sus servicios desde fuera, por lo que no sabe cuál podría ser su siguiente paso. Reconoce que con "márgenes irrisorios" no puede contratar más personas, menos aún a un financiero que le aconseje.
"Esto no va ir a mejor, sino que va a ir a peor"
Es entonces cuando Elías le recomienda que, hasta que pueda permitirse un asesor, sea él quien identifique sus ingresos y pérdidas, para potenciar los primeros y reducir los gastos que le provocan dichas pérdidas.
Esto en la práctica puede resultar complicado, sobre todo porque las reglas sobre las que se mueven los empresarios noveles, especialmente los autónomos, son cada vez más agobiantes. La presión fiscal que enfrentan es cada vez mayor, tanto que "cuando haces una factura tienes que ingresar el IVA antes de cobrarlo", lamenta Elías, que no considera justo que sean los autónomos los que tengan de hacer de "banco del Estado".
"Puedo ser tu método de recaudar dinero, pero que te lo tenga que avanzar (...) me parece una locura", denuncia el empresario que, aunque defensor del Estado del Bienestar, los autónomos están en "estado de emergencia" y pide que se destine menos dinero a los chiringuitos políticos o a las colaboraciones con Argelia, por poner algún ejemplo.
En cualquier caso, predice que todo esto es poco con respecto a la presión fiscal a la que van a estar sometidos los autónomos en los próximos 10 años, cuando tendrán que hacer frente a una sociedad en la que cada vez hay menos personas disponibles para trabajar.
Muchos no llegan a final de mes
Encarando la guerra de precios y la competitividad que enfrentan los autónomos, Elías acusa falta de conocimiento entre los empresarios noveles. Muchos ponen los precios sin pensar y no tienen en cuenta la regulación del mercado por la oferta y la demanda, obligando a otros a mantener sus precios a la par, ya que si los bajan perderán clientela y no dejan que el mercado se regule solo.
"Hacer las cosas bien vale un precio, así como un buen servicio", recalca Iván por su parte, reconociendo de igual forma que hay un mínimo que no se debe bajar y si lo hacen "es que defraudan", apunta Elías, que hace hincapié en la necesidad de perseguir a estos delincuentes. Es más, la incompetencia es tal que, a pesar de hacer muchas más cosas que antes, a Elías le llegan muchos mensajes de autónomos diciendo que no llegan a final de mes precisamente por esta guerra de precios.
Por esto mueren muchas pequeñas empresas
En cualquier caso, Elías cierra el podcast confirmando que "es mucho más fácil gestionar una empresa con 1.000 trabajadores que con tres", haciendo alusión al tamaño de la empresa de Iván, que todavía es minúscula. Hay que conseguir que el negocio funcione con cierta inercia, porque si no lo hace morirá, sentencia el gurú.
De hecho, hay que seguir apostando por las empresas de oficio, ya que tienen un gran fondo de comercio. "Las empresas para poder existir necesitan solucionar un problema" y, como cada vez hay menos, por ejemplo, carpinteros, apostar por ello es una apuesta casi segura.