Barcelona
Miquel Sàmper (Terrassa, 1966) fue uno de los independientes fichados por Salvador Illa para su gobierno. El conseller de Empresa y Trabajo, que entre 2020 y 2021 dirigió el departamento de Interior, saca pecho de la vuelta a la "estabilidad institucional" y la captación de inversiones estratégicas en Cataluña. El nuevo escenario político está ayudando a revertir la fuga de empresas desencadenada por el procés. El consejero recibe a elEconomista.es en la sede de Acció en Barcelona once días antes de iniciar una gira por China.
Acaba de concluir el Mobile World Congress. ¿Qué balance saca de la última edición de la feria?
Muy positivo. Va en constante crecimiento y las cifras siguen siendo de récord. Las 98 empresas catalanas que había han tenido un incremento del volumen de negocio del 23% y una previsión de facturación de 23 millones de euros. Ha habido 3.200 reuniones, un 44% hechas por extranjeros, y uno de cada seis visitantes ha pasado por el stand de Cataluña, lo cual quiere decir que tenemos cierto valor de referencia en el sector tecnológico y digital. Os daré otro dato: en 2024 se han generado 36.000 puestos de trabajo en el sector tecnológico y digital, lo cual quiere decir que han crecido a un ritmo de 3.000 puestos de trabajo al mes. Eso no ha pasado en ningún otro sector.
Con estas cifras, ¿el Mobile se va a quedar en Barcelona más allá de 2030?
Esperemos. No solo por las cifras. También es muy importante relacionarlo con el momento que vivimos de tranquilidad institucional y seguridad jurídica. Todo ello nos hace acreedores de tener la intención de que el Mobile siga aquí a partir de 2030.
La seguridad jurídica a la que hace referencia está provocando la vuelta de empresas a Cataluña. Las últimas han sido Criteria y Fundación la Caixa. ¿Cuál será la siguiente?
Nosotros estamos haciendo tres cosas: generar estabilidad institucional, generar seguridad jurídica, que a mí como abogado es lo que me parece más importante, y una tercera, generar rigor. Intentamos dar esos tres elementos para que las empresas estén tranquilas, para que puedan volver donde estaban y para que se puedan crear muchas más que no estaban antes en Cataluña. No sé decirte cuál será la siguiente. Espero que sean muchas, eso sí.
¿Cuál es la relación del Govern con las empresas de cara a este regreso? ¿Se tiene un papel reactivo o pasivo?
Te diré que una cosa intermedia, ni reactivo ni pasivo. Se habla, si te dijese que no te estaría engañando. Pero no con ninguna intención de apretar, sino de explicar lo que estamos haciendo para que las empresas sean conscientes de que aquí ahora hay estabilidad institucional y seguridad jurídica. Si ellas lo consideran oportuno tienen a Cataluña para ser lo que ha sido siempre: un motor a nivel industrial. Por tanto, generamos ese ecosistema para que no tengan ningún tipo de duda a la hora de volver. ¿Pero insistencia? No. Explicamos las cosas cómo son y cuáles son nuestros proyectos, por ejemplo en esta consejería.
¿Pero cree que puede haber más noticias positivas de grandes empresas en las próximas semanas?
Lo espero y deseo. Pero como no estamos empujando, como no estamos intentando forzar la máquina, creo que irán viniendo porque la salida que hubo fue generada por un momento social concreto. Espero que las empresas que eran de aquí vayan volviendo, pero tampoco tenemos ni prisa ni grandes reuniones para que se haga de forma rápida. Queremos dar un mensaje muy claro de seguridad jurídica y de tranquilidad institucional. Ese es nuestro trabajo.
¿Están preocupados por la guerra arancelaria que ha desatado Trump?
Es evidente que no me gusta. En Cataluña tendrá una afectación sobre unas 3.100 empresas con un volumen de facturación de 3.650 millones. Eso podría llegar a tener una afectación del 0,2% en el PIB catalán. El número es pequeño, pero no es menor a la hora de cuantificarlo. Pero también digo lo que dice el presidente: fijémonos más en Cataluña que en el exterior. La geopolítica actual nos hace tener un mensaje claro e inequívoco: hemos de ser autónomos y soberanos. En Europa, en España, en Cataluña y en todas partes. Ya no se trata simplemente de tener políticas comunes, sino de tener políticas comunes que nos hagan soberanos y autónomos y que no tengamos que depender ni de Estados Unidos, ni de China, ni tampoco de Rusia, de la cual hemos dependido mucho en cuestiones como los cereales. Esa soberanía es el punto clave de la política europea actual.
El Govern acaba de presentar los últimos datos de inversión extranjera. ¿Cómo los valora?
Extraordinarios. En 2024, hemos tenido una inversión extranjera récord que ha superado los 1.000 millones de euros en 106 proyectos. A día de hoy, Cataluña está vista por el mercado internacional como un buen lugar para invertir y para generar sobre todo industria. Cuando hablamos de industria, no son proyectos que se hagan en dos o tres días, sino que son proyectos que tardan mucho en hacerse. Lo cual quiere decir que ya desde hace meses Cataluña vuelve a estar en el lugar de donde nunca habría tenido que salir. Solo nos supera en inversión extranjera París-Île-de-France, pero que como tuvo los Juegos Olímpicos tenía un punto de ventaja respecto a Cataluña. París y Múnich son las dos regiones europeas que se enfrentan con Cataluña.
Recientemente se han producido los cierres de Reno de Medici y Eurohueco. Hace unos meses también cerró Iberboard Mill. ¿Le preocupan?
Soy consejero de Empresa y Trabajo, me preocupo tanto de generar empleo como de que no se destruya. Ahora tenemos 4 ERTE en marcha de empresas de unos 150 trabajadores cada una. Por un lado, se está haciendo la mediación entre empresa y trabajadores para llegar a algún tipo de acuerdo sobre la revisión de los contratos y, por tanto, las indemnizaciones. Y luego están las mesas de reindustrialización, que sí se hacen desde Empresa y tienen la voluntad de encontrar inversores que puedan quedarse con la unidad productiva y con los trabajadores. Tan importante es una cosa como la otra. Dicho eso, claro que me preocupan los cierres, pero generamos más empleo del que se destruye. Los últimos datos de la EPA muestran que vamos generando más afiliaciones a la Seguridad Social y vamos bajando la tasa de paro, que no era tan baja desde que en 2008 explotó la crisis del tocho. La situación económica es buena, tuvimos un crecimiento del 3,6% el año pasado, por encima de España y por encima de locomotoras como Francia y Alemania.
Recientemente, Bruselas ha anunciado ayudas para el coche eléctrico. El Govern también presentó hace unas semanas su propio plan. ¿Son realistas estos planes a la vista de la poca penetración de estos automóviles?
Ahí está el gran problema. La media europea está un poquito por encima. Hay países que se disparan, sobre todo Noruega, que tiene un 85% de penetración del vehículo eléctrico, pero por ejemplo Portugal, que está aquí al lado, tiene una penetración mucho más elevada que nosotros. De ahí que lancemos el plan. Debemos bajar las barreras que existen. Una, que la población tenga claro que va a tener puntos de carga y que además van a ser de carga rápida y ultrarrápida. No puedes ir a cargar un coche y esperarte siete horas, tienen que ser 15 o 20 minutos. La otra barrera es el precio. La semana pasada, el Ministerio de Industria hizo público que se iba a ampliar Moves con 1.250 millones. Es una buena noticia, pero lo que tiene que ser una buena noticia es que eso llegue pronto a quien lo compre. Si te compras un vehículo eléctrico y sabes que vas a tener una ayuda, pero te llega al cabo de tres años, no estamos haciendo nada para superar esa barrera. Y luego hay que democratizar la compra del vehículo eléctrico. No solo en el precio, sino para que lo puedan tener todas las personas en Cataluña. Es decir, que haya puntos de carga en todas partes, no solo en Barcelona, sino también en Terres de l'Ebre y la Vall d'Aran, por ejemplo.
¿Tiene novedades sobre Chery y Ebro? La producción del Omoda se retrasó el pasado otoño...
En noviembre empezaron con el modelo S700 y en enero empezaron con el S800. Nos consta que todavía están haciendo vehículos de combustión fósil, pero que en breve van a empezar a hacer también vehículos híbridos enchufables. La idea es que hacia 2029 la producción alcance los 150.000 vehículos al año. Chery va a empezar ahora a ir como un tiro.
Hay mucha contestación local sobre otro gran proyecto que es el de Lotte en Mont-roig del Camp. ¿Peligra esta inversión?
No, en absoluto.
El alcalde está sobrepasado por las alegaciones.
El alcalde es un grandísimo alcalde que ha sido capaz de generar un proyecto merced a que conoce mucho su pueblo. Va a tirar para adelante, aunque es verdad que las tramitaciones de ciertas licencias y permisos se han alargado más de lo que era previsible. Eso hizo que en algún momento los inversores coreanos pusiesen en duda la viabilidad del proyecto. Ahí tanto el alcalde como nosotros tuvimos reuniones con ellos para tranquilizarlos y no peligra en absoluto. Aunque sí que es verdad que se ha retrasado.
Pero no solo hay problemas por la parte administrativa. Se han presentado más de 100 alegaciones de entidades del territorio. Parece que en Cataluña no se puede sacar adelante ningún gran proyecto, como pasa con las renovables.
En Cataluña es cierto que con las energías renovables, por no tener bien claro hacia dónde vamos, tenemos muchas alegaciones, manifestaciones... que hacen que las cosas vayan más lentas. Desde luego, desde el gobierno de la Generalitat lo que apunto es lo siguiente: el regulador europeo nos dice que a partir de 2035 no se van a poder comprar vehículos de combustión fósil. Y eso implica que debemos construir baterías. Y eso implica, por tanto, que para nosotros toda iniciativa de baterías o similares tendrá la consideración de proyecto estratégico. Hay otro ejemplo con la empresa ICL, en Sallent, que tiene una joint venture con la empresa china Dynanonic para fabricar cátodos. Si en el año 2040 el regulador nos dice que el vehículo debe ser el del motor de hidrógeno, ya hablaremos. Pero ahora es el eléctrico y vamos a estar al lado de Lotte, ICL y de todas las iniciativas que haya en este sentido.
Si hay fábrica de ánodos y hay fábrica de cátodos, faltaría la fábrica de baterías. ¿Hay algún proyecto en que se esté trabajando?
La semana que viene viajamos a China, entre los días 21 y 30. Y vamos precisamente para, en todo lo que es nuestro ecosistema industrial, tecnológico y digital, intentar buscar alianzas e inversiones chinas en Cataluña. Ahí exploraremos todo lo que tenga relación con baterías y vehículo eléctrico. Vamos también para todo el tema tecnológico y digital, donde como habréis visto en el Mobile creo que somos bastante referentes pero a nadie se le escapa que China a día de hoy va bastante avanzada. Nos vamos a reunir con muchas empresas y asociaciones en regiones como Shanghái y Shenzhen y veremos qué podemos conseguir.
Las patronales reclaman una bajada de impuestos. ¿Se plantean revisar alguna figura?
En el tema fiscal me remito a las palabras del presidente:miraremos si hay alguna cuestión, y utilizo su palabra, quirúrgica. Pero fijaos que a pesar de los impuestos, Cataluña ha sido la región de Europa que más ha crecido. Y ha crecido más también que Madrid, cuando Madrid es todo lo contrario en cuestiones fiscales. Por tanto, algo querrá decir. A la hora de invertir, el empresario también mira que existan buenos servicios sociales y buenas prestaciones sociales. No se entendería de otra manera que Cataluña haya crecido un 3,6%, 2,6 puntos por encima de Francia y Alemania y cuatro décimas por encima de España.
En los meses que lleva en el cargo se puede apuntar el tanto de haber reimpulsado el Circuito de Montmeló. Se ha alcanzado el acuerdo con la Fira, se ha renovado MotoGP... ¿habrá acuerdo sobre la F1?
Ese no es un tanto mío sino del gobierno, pero es un tanto muy importante. Haber renovado con MotoGP tiene mucha relevancia. La inversión que hay en el circuito es de unos 500 millones anuales y de estos, 125 son de MotoGP. Por tanto, estamos contentos de seguir con MotoGP. Tuvimos unas negociaciones muy discretas y con F1 pasará exactamente lo mismo. Estamos llevando unas negociaciones discretas porque este tipo de negociaciones no prosperan si no es así. Tenemos muy claro que Montmeló nos aporta riqueza y vamos a seguir apostando por el circuito. De hecho, se delegó la capacidad de gestión a la Fira precisamente para ser capaces de encontrar un gestor con mayor capacidad de gestión, valga la redundancia. Estamos trabajando mucho, pero si queremos que funcione no podemos decir absolutamente nada hasta que se haga público.