Economía

Esta España es diferente: "Las exportaciones crecen más que las de Alemania, Francia e Italia"

La economía de España está viviendo un momento dulce, al menos en lo que a indicadores 'macro' se refiere. Este lunes, la agencia de rating Fitch ha publicado un informe en el que se destacan todos los puntos positivos que están llevando a la economía nacional a superar en crecimiento a la mayor parte de los países europeos. Si se pudiera viajar al pasado y mostrar este informe a los economistas de 2006-2007, nadie creería que es España el país que protagoniza dicho documento. La economía nacional está creciendo con fuerza, generando grandes cantidades de empleo, mientras que la inflación está bajo control, la deuda pública se reduce poco a poco, se mantiene la competitividad del sector productivo, el superávit por cuenta corriente y las exportaciones crecen más rápido que las de Alemania, Italia o Francia. Es más, en términos de PIB, España ya exporta mucho más que Francia o Italia. Esta España es diferente.

Durante el ciclo de crecimiento que comenzó con el fin de la crisis de los 90, España logró un crecimiento económico muy potente. Sin embargo, ese avance del PIB ocultaba unos crecientes desequilibrios (el mayor déficit por cuenta corriente del mundo, España crecía al calor del crédito que provenía del exterior) que terminarían conduciendo a la economía nacional a la mayor crisis vista en décadas: una crisis financiera aderezada con una recesión aguda y el estallido de una burbuja inmobiliaria. Todo lo conseguido en más de una década se esfumó en unos pocos años. Ahora, la economía de España parece otra. El sector de la construcción e inmobiliario tiene un peso menor, la economía es acreedora neta (España financia al resto del mundo) mientras que las exportaciones de bienes y servicios son cada vez más importantes. Mientras tanto, el mercado laboral genera cientos de miles de empleos cada año.

Con todo, la agencia de calificación Fitch Ratings ha revisado al alza las previsiones del PIB potencial de España hasta una media del 2% durante el periodo 2024-2028 gracias a factores relacionados con la oferta, como la bajada del paro estructural y la creación de empleo, pero también la productividad. Según el informe publicado este lunes, el país crecerá este año alrededor de un 3% y continuará haciéndolo por encima del 2% entre 2025 y 2026, si bien una ralentización posterior arrojará un promedio del 2% hasta 2028.

La agencia destaca el buen momento del sector exterior español: "En términos de demanda, las exportaciones de servicios (incluidos los servicios turísticos y no turísticos) han contribuido fuertemente. Las exportaciones reales de bienes y servicios han aumentado un 11% desde 2019, más que en Alemania, Francia o Italia. El consumo público –en gran medida en forma de mayor empleo en los distintos niveles de gobierno– también ha sido un factor, aumentando mucho más que el promedio de la eurozona desde 2022", destaca el informe.

Las exportaciones de España tienen ya un peso en el PIB que ronda el 39%, superando con creces a Francia e Italia (alrededor de un 33%) y cada vez más cerca de Alemania, donde las exportaciones de bienes y servicios tienen un peso en el PIB del 43%. Fitch también ha destacado que esta mejora ha venido acompañada de un "rico" dinamismo del mercado laboral. "La creación de empleo puede seguir siendo superior a la de la eurozona durante algún tiempo debido al fuerte crecimiento de la población activa (por los flujos migratorios y el proceso de regularización) y a los nuevos descensos del desempleo. La tasa de paro estructural es casi con toda seguridad inferior al 11,2% actual", ha resumido el documento.

La población en edad de trabajar crece

El alza de la población en edad de trabajar ha sido importante, puesto que solo la migración neta en 2022 fue superior a la de toda la década de 2010. Esta circunstancia habría permitido "subsanar" el envejecimiento de la población nativa y un incremento "tenue" en la tasa de participación. De cara al futuro, el crecimiento acelerado de esta franja de población continuará, aunque se moderará.

De su lado, Fitch ha recordado que el PIB per cápita español aún está por debajo de la media europea y que converge con esta "despacio". No obstante, anticipa que la productividad repuntará a pesar de los lentos avances pasados a medida que los factores detrás del crecimiento cambien. Así, se pronostica que la inversión privada en España cobrará protagonismo al amparo de un entorno de tipos de interés en retroceso y por el maná aportado por la ejecución de proyectos financiados con fondos europeos.

"La oferta de mano de obra, la creación de empleo y el aumento de la competitividad han sido fundamentales para el fuerte crecimiento de España. Estos factores de oferta deberían, salvo perturbaciones, llevar el crecimiento a un nivel superior al 2% hasta 2026", ha explicado el analista de Fitch, Charles Seville.

España se habría beneficiado en estos años de una mayor competitividad tras haber caído los costes laborales unitarios en relación con la zona euro durante los últimos diez años. Después, las exportaciones de bienes y servicios habrían subido, lo que se habría traducido en un superávit en la balanza por cuenta corriente. La industria española se habría mostrado "resiliente", según Fitch, gracias a que los precios de la electricidad han caído frente a otros mercados desde la crisis energética de 2022 ante un mayor despliegue de las renovables.

El punto débil de la economía

No obstante, el informe también recalca el punto débil de la economía de España: la productividad. El desempeño de la productividad laboral de España a largo plazo ha sido aceptable, con un crecimiento del 1,5% anual entre 1978 y 2023. Pero este dato es engañoso, puesto que casi todo el crecimiento se produjo en el periodo que ve entre 1978 hasta el año 2000. Sin embargo, más recientemente, el crecimiento de la productividad se ha quedado por detrás de la mayoría de las demás grandes economías, registrando un promedio de apenas el 0,1% entre 2014 y 2023.

Además, desde 2019, la inversión ha quedado rezagada y la creación de empleo ha sido muy fuerte, lo que ha llevado a una contribución negativa de la profundización del capital (capital por trabajador). "Una inversión más fuerte y un crecimiento más constante del empleo conducirán a la profundización del capital. Consideramos que los aumentos de la productividad total de los factores (PTF, que normalmente explica la mayor parte de los aumentos de la productividad laboral) están haciendo una contribución mejorada, aunque menor, al crecimiento potencial. Los aumentos de la PTF han sido típicamente débiles. La inversión y las reformas asociadas al Programa de Resiliencia y Recuperación de España deberían marcar una diferencia positiva, aunque es difícil de estimar", sentencia el informe.

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