
La palabra reindustrialización es una de las más repetidas por los políticos y líderes empresariales valencianos cuando se habla de los grandes retos de la economía de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, la realidad es que en la última década el tejido industrial autonómico ha reducido sus centros productivos, además de padecer males endémicos, como estar a la cola de España en productividad por empleo.
Ese declive es el que pretende combatir la Estrategia de Reindustrialización con la que la Generalitat de Carlos Mazón ha trazado las líneas maestras y los objetivos de su política industrial para los próximos cuatro años. Un plan que recoge 22 líneas estratégicas y 47 acciones y al que la Administración autonómica prevé destinar 2.000 millones de euros hasta 2028, según la presentación realizada por el propio Mazón.
Un renacer industrial que será imposible sin la colaboración privada, como reconoció el propio presidente de la Generalitat. Por ello el objetivo fundamental que buscan las medidas de este plan es generar 10.000 millones de euros de inversión inducida por parte de las empresas que se prevé.
Radiografía
La iniciativa parte de la radiografía de la situación de la industria valenciana. Entre las conclusiones, el documento destaca que el número de establecimientos industriales se ha reducido un 3,14% entre 2012 y 2022. Aunque esta tendencia se ha moderado, "hasta 2016 se produjo una paulatina caída del número de establecimientos, con un retroceso acumulado del 11,4%".
¿En qué sectores ha tenido un mayor impacto este descenso? La fabricación de muebles, los productos minerales no metálicos (la industria cerámica), los productos metálicos, y el sector de cuero y calzado han sido los más afectados por esa caída.. Esta reducción puede debilitar la estructura industrial y afectar la diversidad económica de la región.
Pese al descenso generalizado, el informe también apunta a los sectores que han ganado centros de producción: la industria de la alimentación, la de reparación e instalación de maquinaria y equipo y, algo menos, la recogida, tratamiento, eliminación de residuos y valorización.
Los fondos
La gran incógnita de este plan es dónde van a proceder los fondos y cómo se repartirán, ya que en el documento presentado incluye ejes y líneas de actuación pero sin detallar presupuestos económicos ni la procedencia del dinero.
De hecho, las primeras acciones en marcha recogen a partidas ya existentes, como el programa de ayudas para impulsar proyectos industriales estratégicos para la reindustrialización de la Comunitat Valenciana. Recientemente la consellera de Innovación, Nuria Montes, anunció que ya se habían elegido los 11 proyectos de los 26 presentados que recibirán 19 millones de euros de 2024 a 2026.
Aunque no desveló los elegidos, sí concretó que prevén en total una inversión de 263 millones de euros y la creación de casi nuevos 1.000 puestos de trabajo. Montes enmarcó las empresas seleccionadas en los sectores de la sostenibilidad y fuentes energéticas limpias, aeroespacial y biosanitario, donde mencionó el caso de Edwards Lifesciences, que está construyendo una planta de válvulas cardíacas en Moncada (Valencia).
Además, el Ejecutivo de Mazón ha sumado las ayudas directas a empresas como Ford a otros grandes inversores, como PowerCo, la filial de baterías de Volkswagen que promueve la gigafactoría de Sagunto, y más recientemente la fábrica ferroviaria de Stadler en Valencia, para la que se han firmado 45 millones en subvenciones tras garantizar la fabricación de un contrato de 4.000 millones de euros en la región.
Más suelo industrial
Otra de las actuaciones que absorberá fondos autonómicos es la creación de suelo industrial, otra de las carencias que reconoce el análisis especialmente en zonas tradicionalmente industriales como en el interior de la provincia de Alicante. La existencia de grandes parcelas asequibles también ha sido clave en la llegada de proyectos como el de Volkswagen a Sagunto.
El plan incluye la creación del "Hub de Impulso de Suelo Industrial" con el objetivo de incrementar en hasta 10 millones de metros cuadrados el suelo industrial en los próximos seis años, así como modernizar y mejorar las áreas ya existentes.
Además, otro de los puntos en que insiste el Ejecutivo autonómico es la agilización de la burocracia, con el compromiso de eliminar en un 20% los trámites burocráticos para los proyectos industriales.