Economía

El empleo público se come el 34% de las vacantes, pero el motivo no gusta ni a los funcionarios

Foto: EP

España registraba en el segundo trimestre un total de 151.379 vacantes de trabajo por cubrir, una cifra que apenas equivale al 0,9% de los puestos existentes en nuestro país, según las estimaciones de Eurostat, la tasa más baja de la zona euro. Pero el dato sería aún peor si no fuera por el desproporcionado peso del sector público, que aporta el 34% de esa demanda de mano de obra. Eso sí, la razón no es un supuesto aluvión de ofertas para empleos blindados 'para toda la vida'. Más bien todo lo contrario.

Los últimos datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales del Instituto Nacional de Estadística arrojan un incremento interanual de las vacantes del 2% para volver a supera la cota de los 150.000 que había perdido en los dos últimos trimestres. Pero las diferencias entre las ofertas en el empleo privado y el público son notorias: mientras el primero descendió un 4,39%, hasta las 100.090, en el público se disparó un 18,2%, hasta las 51.289.

Los datos que publica el INE sitúan los niveles actuales como los más elevados de la serie histórica, que se remonta a 2013. Este incremento ha alimentado el debate sobre la creciente dificultad de las empresas para contratar, que golpea a sectores de muy distinto tipo, desde el tecnológico al turístico o la construcción, con una intensidad sorprendente para un país con la mayor tasa de paro de la Unión Europea.

Pero estas conclusiones señalan únicamente a la tendencia e ignoran el hecho de que el peso de las vacantes sobre total de empleos existentes (cubiertos o no) apenas llega al 0,9%. Es decir, de 100 puestos de trabajo en España solo uno está disponible. Esta tasa de vacantes la publica Eurostat a partir de los mismos datos de la Encuesta trimestral de Costes Laborales, pero aporta más contexto. Además, su serie histórica se remonta a 2001, lo que permite un análisis más amplio y comparable con el resto de los Veintisiete.

Frente al porcentaje español, la tasa media de vacantes de la UE es del 2,4%, impulsada por Países Bajos y Bélgica (que alcanzan el 4,4% en ambos casos), Austria (4%), República Checa (3,3%) y Alemania (3,1%), la mayor economía del euro. Tampoco bajan del 2%, las otras dos grandes economías (por tamaño y población) que usan la moneda única Francia: (2,8%) e Italia (2,1). Incluso Grecia registra una mayor tasa de vacantes, un 2,5% que España, que solo supera en el ránking a Bulgaria (0,8%) y Rumanía (0,7%), que no forman parte del euro.

Aunque la segunda gran diferencia con nuestros vecinos es el peso del sector público en sus vacantes. Eurostat no desglosa las vacantes por sectores para Francia, Italia ni Austria, aun así, el único país que se acerca a 34% de Espala (34,7% si el cálculo se hace con las cifras estimadas por Bruselas) es Estonia, con una tasa de 31,9%. En Alemania, que, al igual que España cuenta con una compleja administración territorial, apenas llega al 3,2%.

De hecho, si en lugar de las tasas de vacantes analizamos las cifras absolutas vemos que Alemania, que contaba con 1,3 millones de vacantes en el segundo trimestre (9 veces más que España), solo anotó 42.463 vacantes para el sector público. Casi 10.000 menos que nuestro país.

Aunque los datos de 2024 resultan los más elevados en un segundo trimestre de toda la serie histórica del INE, no lo son según la que recopila Eurostat.La Oficina Europea de Estadística se remonta a 2002, aunque solo desglosa las cifras por secciones de actividad desde 2010. Ese momento coincide con el máximo histórico de vacantes, 193.572. De ellas, 98.317, el 51%, corresponden al sector privado, aunque en el trimestre anterior fueron incluso más elevada (la tasa llegó al 54%).

Funcionarios precarios

Esos trimestres vinieron marcados por el Plan E lanzado por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE) para compensar, sobre todo, con obras públicas la falta de empleo en la construcción residencial por el pinchazo de la denominada 'burbuja' inmobiliaria. Pero concluidos estos programas, el peso del sector público siguió en cotas elevada, en parte por el hundimiento de la actividad de las empresas privadas.

El porcentaje se mantuvo por encima del 40% hasta 2012, cuando el Gobierno de Mariano Rajoy (PP) comprometió un duro plan de ajuste fiscal con Bruselas que entre sus medidas incluía un importante recorte en las ofertas empleo público, que redujo las vacantes a un 19% del total en 2014. Aunque en los años siguientes fluctuó entre el 23% y el 27%, lo que da indicios de una clara volatilidad estacional. Pero con la llegada de Pedro Sánchez al poder, el porcentaje empieza a subir de nuevo con fuerza y entre el segundo trimestre de 2018 y el cuarto de 2019 escala del 23% al 34%.

El estallido de la pandemia eleva el peso del empleo público al 40%, aunque en un primer momento esto se explica porque los confinamientos frenaron en seco la actividad de las empresas privadas. En los trimestres posteriores el porcentaje se estabiliza hasta llegar a cotas más cercanas a las previas a la crisis sanitaria. Aunque aquí hay que indicar un matiz relevante: hoy hay muchas más vacantes que en 2019. Han aumentado un 48% en el sector privado y un 53% en el público.

¿Por qué se produce este repunte de la demanda del empleo público? Las razones son varias. Tras los ajustes de la etapa anterior, el nuevo ejecutivo del PSOE amplía la tasa de reposición de los trabajadores públicos, es decir, el relevo de los funcionarios que se jubilan, aunque esta política de contratación se traduce en un aumento de los interinos, trabajadores sin plaza fija y que son, a todos los efectos, eventuales (aunque no se les aplican las restricciones a los contratos temporales que la reforma laboral fijó para el sector privado).

Por otro lado, aunque se suele interpretar que la subida del empleo público se debe a una discrecionalidad política del Ejecutivo central, la mayoría se concentra en las administraciones autonómicas y los ayuntamientos, donde el porcentaje de ocupados con un empleo temporal es muy superior porque su contratación se vincula a programas y servicios de duración tasada, como los orientadores profesionales.

La tendencia a una mayor precariedad del empleo público arranca en 2012, cuando muchas administraciones intentan sortear las restricciones en la tasa de reposición con puestos interinos. Pero cuando estos límites se suavizan a partir de 2018, se encuentran con que es más rentable seguir con esta fórmula que transcurrir a otras como los exámenes de plazas que son mucho más rígidas. Eso lleva a que en 2018 la tasa de temporalidad del sector público empiece a superar la del privado.

La brecha ente ambos se dispara cuando la reforma laboral excluye a las administraciones de su ámbito de aplicación. El Gobierno lanzó un plan alternativo para la estabilidad del empleo público, pero sus resultados han sido muy decepcionantes en comparación con lo ocurrido en el sector privado.

El agujero de las plantillas públicas

Eso sí, Moncloa no deja de tener responsabilidad con los sucesivos lanzamientos de ofertas de empleo público que prometen ser 'récord' que despiertan una duda: ¿si los puestos públicos son 'para toda la vida', ¿por qué hay que seguir disparando las vacantes para cubrirlos? La respuesta es que no son tan estables como se puede pensar. Más allá de una retórica que tiene mucho de electoral, hay una dura realidad laboral: muchas vacantes son para empleos eventuales que no contrarrestan el 'agujero' creado por del envejecimiento de las plantillas.

Para comprobarlo, basta con acudir a la tasa de vacantes que publica Eurostat, aunque en este caso analizada por sectores. Mientras la media general se sitúa en el 0,9%, en el sector público llega al 3,5%, casi cuatro veces más. Esto implica que por cada 100 empleos en el sector público más de 3 están por cubrir, una tasa inédita para el resto d sectores de actividad. Ninguno supera el 1% salvo el sector TIC, que anota un 1,35.

Pero, aunque el sector público siempre ha registrado más demanda que el resto, habría que remontarse a la época del José Luis Rodríguez Zapatero para encontrar tasa de vacantes superiores (aunque el Plan E si creó un importante de puestos por cubrir, con un polémico plan de obras públicas). Entre 2013 y 2018 se mantuvo contenida por debajo del 2% y no recuperó la cota del 3% hasta 2022, a pesar de que el resto de sectores también incrementó su demanda.

Algo que indica que, pese a las ofertas públicas de empleo, las administraciones tienen cada vez más dificultad por cubrir puestos a largo plazo. Algo a lo que contribuyen las complejidades de las oposiciones. De hecho, según los datos de la Encuesta Trimestral de Costes Laborales, el 74,8% de los empleadores del sector público que declara no tener vacantes, no lo hace por no necesitar trabajadores, frente al 92% de la media. En un 22,4% lo achaca a 'otras causas' (ajenas a los costes salariales) que no especifica, pero que no es difícil vinculas a las dificultades para convocar plazas y atraer talento en igualdad de condiciones con un sector privado que sí ha hecho los deberes para reducir la temporalidad de los empleos.

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