Durante el mandato de Donald Trump, China sufrió un duro golpe en sus exportaciones debido a las políticas proteccionistas del actual candidato republicano a la reelección presidencial.
El magnate lleva como promesa electoral endurecer todavía más esa guerra arancelaria con el gigante asiático, prometiendo que si consigue llegar de nuevo a la Casa Blanca impondrá tasas arancelarias a todos los productos procedentes de China de hasta el 60%. Esto provocaría un daño todavía más grande a la economía china que, actualmente, no se encuentra en su mejor momento ya que la maltrecha demanda interna no puede suplir la caída de las exportaciones.
Según los expertos, el daño que puede provocar esta política proteccionista de Trump provocaría un freno al crecimiento del gigante asiático, situándolo en el entorno del 3% para 2025.
Para este año, Pekín estableció un objetivo de expansión de su PIB del 5%, aunque muchos analistas todavía dudan de si serán capaces de alcanzarlo, sobre todo debido a la gran crisis inmobiliaria que llevan arrastrando desde hace más de tres años y que sigue sin dar visos de recuperación temprana.
El economista jefe de Pictet Asset Management, Patrick Zweifel, dijo en declaraciones recogidas por el diario estadounidense Wall Street Journal, que si se aumentasen los aranceles al 60%sobre los productos chinos, el impacto en sus exportaciones "sería quizás de 1,4 puntos porcentuales", lo que según sus previsiones macroeconómicas, reduciría el crecimiento para 2025 "a alrededor del 3,4% desde el 4,8% esperado", aseveró.
El experto recalcó que, en el caso de que la candidata demócrata, Kamala Harris, se hiciese con la presidencia en los próximos comicios de noviemrbe, y decidiese mantener la política arancelaria selectiva que impuso Joe Biden en su mandato, podría reducir, "quizás", en 0,03 puntos porcentuales el crecimiento económico chino el próximo año en un 0,03%.
Por su parte, la sociedad suiza de servicios financieros, UBS, estimó que las intenciones arancelarias del expresidente frenará el crecimiento del PIB en cerca de 2,5 puntos porcentuales al siguiente año de aplicarse los aranceles, aunque asegura que el lastre podría ser de solo 1,5 puntos porcentuales si China toma medidas compensatorias.
Problema global
El delirio proteccionista de Donald Trump no se limita solo a China. En su programa económico plantea imponer aranceles del 10% a todos los productos procedentes de cualquier país del mundo.
En el caso de que el matrimonio político de Trump y J.D. Vence consiga entrar en noviembre en la Casa Blanca, la aplicación de sus políticas arancelarias desataría una guerra comercial a nivel mundial.
En un informe publicado por el Peterson Isntitute for International Economics (PIIE), de la mano del economista e investigador Alan Wm. Wolff, asegura que la única explicación razonable que se encuentra a esto es que Trump "considera que todo el comercio es 'injusto' en algún sentido, o al menos desventajoso".
Los expertos del think tank aseguran que no hay ninguna explicación concreta a esa propuesta de fijar aranceles al 10% "ni por qué se mantendrían en ese nivel una vez impuesto".
Varios expertos reiteran que los objetivos de Donald Trump son los de aumentar las exportaciones frente a las importaciones y así conseguir compensar las rebajas fiscales que tiene pensado implementar si gana las elecciones con lo recaudado a través de sus tasas arancelarias. Una medida que muchos califican de "ineficiente".